Empresasse alistan para la paz

Apenas se conozca el resultado del plebiscito de este domingo, donde los colombianos deben reafirmar o rechazar el acuerdo que el gobierno de Juan Manuel Santos logró con las FARC, los líderes políticos y empresariales del país se prepararán para el paso siguiente: la discusión e implementación de una reforma tributaria que, según concuerdan las autoridades, los gremios y agencias internacionales, se hace urgente.

El Ejecutivo no sólo enfrenta una disminución tangible de su recaudación debido a los bajos precios del petróleo. De aprobarse los acuerdos de paz deberá asumir también un alto desembolso que, según han estimado académicos locales, podría llegar a los dos puntos del PIB anual en los próximos diez años.

“Necesitamos una reforma para la competitividad del país, que permita la eficiencia de las empresas para producir para el mercado nacional e internacional”, dijo a Diario Financiero el presidente de la Confederación de Cámaras de Comercio de Colombia (Confecámaras), Julián Domínguez. Detalló que el texto legal que el gobierno y el Legislativo buscan aprobar este año, debería disminuir la tributación de las empresas e incentivar la formalización de compañías, además de atacar la evasión y la elusión implementando, por ejemplo, la factura electrónica.

- Un punto polémico es el aumento del IVA, del actual 16% al 19%...

- Ese es un nivel que tiene Chile muy generalizado. Quisiéramos llegar a unos niveles parecidos, siempre que sea un gravamen general, que pague toda la cadena de producción y no sólo algunas empresas. Que sea un impuesto transversal.

- Hay una sensación de que eso hará que sean los contribuyentes los que paguen el post conflicto: que los beneficios que recibirán los ex guerrilleros saldrán del bolsillo de las personas...

- La reforma tributaria no es para pagar el post conflicto. Es indispensable para financiar el presupuesto del próximo año, que es de 220 billones (millones de millones) de pesos (US$ 77.000 millones), donde los sectores de educación y la promoción del trabajo, la salud, las pensiones son grandes usuarios de ese presupuesto.

- ¿Qué dice frente a esa sensación de los colombianos?

- Diría que aquí hay un asunto emocional y otro objetivo. El emocional es que quienes han producido tanto daño, ¿por qué la sociedad va a ser benigna con ellos, al pagarles una mesada, muy baja, pero una mesada? Eso es entendible, porque quien ha estado en la legalidad siente que quienes no lo han hecho, ¿por qué van a ser premiados? Pero objetivamente, los daños que producen estas personas al conjunto de la sociedad son mucho mayores que estas contraprestaciones. La sociedad en su conjunto debe asimilar los costos del post conflicto y eso no hay otra forma de hacerlo que no sea con los impuestos de todos.

-¿Qué tan importante será contar con ayuda internacional?

-Será clave. Colombia consiguió fondos importantes en la ONU, por ejemplo, en créditos subsidiados para refugiados. La comunidad internacional no sólo está llegando con su voz de aliento, también con aportes específicos.

- ¿Qué puede pasar si llegara a ganar el No?

- El gobierno ha dicho que las cosas regresarán a su estado anterior, que supone que habrá nuevamente un conflicto como ha existido en Colombia desafortunadamente. Ante ese hecho, que sería un hecho nuevo, la sociedad tendrá que ver qué quiere hacer: tendrá que buscar nuevos caminos para tratar de que este tiempo no se pierda.

- ¿Nuevas negociaciones?

- O quizá retomar el hilo donde está, para buscar otras formas jurídicas de reconciliación.

- ¿Espera que una victoria del Sí atraiga a la inversión extranjera?

- Colombia ha gozado de la confianza de la inversión extranjera. El retail ha sido un sector líder, también por parte de empresas chilenas, al igual que portuguesas o incluso estadounidenses. Hay otros segmentos claves de crecimiento: la tecnología, por ejemplo. La logística, que en Colombia tiene un atraso grave. El sector financiero, también, porque hay un paquete de obras que tenemos que financiar.

- ¿Un triunfo del Sí daría nuevo impulso a la economía?

- Colombia es un país que ha crecido consistentemente, con una gran estabilidad macroeconómica a pesar de un conflicto muy costoso. Tenemos esperanza de que con la paz el crecimiento pueda ser mayor: las tierras en conflicto son muy fértiles y pueden ofrecer una oferta turística importante.

- En general, ¿cuál será el mayor beneficio del fin del conflicto?

- La violencia ha hecho que los planes sean de mediano plazo, porque frente a un futuro incierto, pensar con grandeza y a largo plazo es difícil. Quizá, con la paz, podremos diseñar los próximos 100 años de nuestra historia.

Chile será garante en diálogo con el ELN

En declaraciones a medios colombianos, el embajador chileno, Ricardo Navarrete, informó que nuestro país actuará como garante de las negociaciones con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) una vez que se reactiven las conversaciones.

El proceso comenzó el 31 de marzo, pero se ha visto estancado. El presidente Juan Manuel Santos ha asegurado que el diálogo sólo avanzará cuando el grupo libere a todos los secuestrados. El Ministerio de Defensa calcula que al menos cuatro personas se mantienen en manos de ese grupo.

"Lo que yo sí puedo decir es que las informaciones que hemos recibidos sobre las negociaciones del ELN son muy optimistas. La agenda está lista", dijo Navarrete en Bogotá, durante un foro organizado por la embajada chilena.

Tras un estancamiento de las negociaciones, el ELN dijo esta semana que hará un alto al fuego para asegurar que el plebiscito se pueda desarrollar de manera pacífica. El gobierno lo tomó como una señal de buena fe.