Economía

En la era del #MeToo, una cifra récord de mujeres busca llegar al Congreso de EEUU

La marea es liderada por la oposición a Trump y hasta tiene entre sus filas a Rachel Crooks, quien lo denunció por acoso.

Por: Ignacio Gallegos F. | Publicado: Lunes 14 de mayo de 2018 a las 04:00 hrs.
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El día después de que Donald Trump asumió la presidencia de Estados Unidos, medio millón de personas protestó en Washington en la llamada “Marcha de las Mujeres”. La convocatoria, que se replicó en 55 países, fue en respuesta a la victoria del magnate, acusado de 19 casos de acoso sexual.

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Ese era sólo el comienzo. Tras meses marcados por la explosión del movimiento #MeToo, un número récord de mujeres busca llegar al Congreso. Según el Centro para Políticas Responsables en Washington, más de 520 candidatas se han inscrito para competir en noviembre, cuando se renuevan los 435 escaños de la cámara baja y gran parte del Senado. Es un salto de 67% en comparación con 2016. Muchas dicen que no habrían considerado competir si no hubiera sido por la victoria de Trump.

“La elección (de 2016) fue una cachetada en la cara para muchas de nosotras”, señaló a Bloomberg Mikie Sherrill, una expiloto de la Armada estadounidense que busca un puesto la cámara baja representando a Nueva Jersey. “El progreso no era inevitable”, sentenció.

En la misma línea, la excapitana de la Fuerza Aérea e ingeniera de Stanford, Chrissy Houlahan, manifestó que no competiría si no fuera en respuesta a Trump. Pero no espera ganar por ser mujer, sino por una diversificación del Congreso en todas las áreas. “Se trata de diversidad de todo lo que las personas pueden ofrecer”, dijo.

Al poder

En EEUU, donde 50,51% de la población es femenina, la proporción de mujeres en el Congreso no llega al 20%. En Chile, bordea el 23%. Hay al menos un estado, Vermont, que no ha tenido una candidata a a un cargo federal en toda su historia.

Las cifras son dispares entre partidos. En los demócratas, que en 2016 fueron la primera gran colectividad en nominar una candidata para la Casa Blanca, las mujeres representan 30% de la nómina para noviembre. En contraparte, los republicanos tienen un 13% de competidoras, que buscan capitalizar al 42% del voto femenino que logró Trump.

En Arizona, el estado con mayor proporción de legisladoras (40%), el oficialismo elegirá en agosto entre dos mujeres para el Senado: la excoronel de la Fuerza Aérea Martha McSally, quien hoy representa al estado en la cámara baja, y Kelly Ward, exlegisladora local. En 2016, McSally apoyó a Hillary Clinton y no a Trump. En su campaña televisiva, resalta sus credenciales como la primera mujer piloto en combatir por EEUU. “Después de enfrentarme a terroristas, los liberales en el Senado no me asustarán”, dice.

Contienda desigual

Incluso con un récord de candidatas, las expectativas de que las mujeres sean mayoría en el próximo Congreso son inexistentes. Proyecciones de Bloomberg apuntan a que, si el crecimiento de la representación femenina en los candidatos se replica entre los ganadores, los hombres aún dominarán el Congreso a razón de tres a uno. Tras ello también hay razones económicas: apenas el 30% de las donaciones van a candidatas.

Y muchas ya han perdido la carrera. Una treintena de mujeres ha quedado fuera de competencia en las primarias, que entrarán en tierra derecha este mes.

Pero otras se aferran a la victoria. En Arizona o Texas, es casi seguro que mujeres reemplazarán a senadores hombres y, la semana pasada, Rachel Crooks -quien acusó a Trump de besarla sin su consentimiento- ganó las primarias de Ohio. “Creo que mi voz debió ser escuchada”, dijo a Cosmopolitan. “Y todavía voy a luchar para que lo sea”.

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