Economía

Francia da luz verde a Emmanuel Macron para aplicar sus polémicas reformas laborales

Por: María Gabriela Arteaga | Publicado: Martes 20 de junio de 2017 a las 04:00 hrs.
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Francia abrió la puerta de las reformas y entregó sus llaves al recién estrenado presidente, Emmanuel Macron, quien ahora tiene en sus manos la posibilidad de convertirse en el jefe de Estado más poderoso desde Charles de Gaulle, luego de derrotar nuevamente al establishment político en las elecciones parlamentarias.

El líder de ¡La República En Marcha! (LREM) tiene ahora cinco años para ejecutar cambios en una nación que vive un peligroso cóctel: problemas económicos, una tasa de desempleo casi en máximos, creciente populismo, atentados terroristas y el desprestigio de su exmandatario.

Es un desafío que los gobernantes galos han evitado por décadas y que él ha decidido enfrentar a pesar de la gran apatía y descontento social: la abstención es una de las más altas de la historia (57%), y ello coloca en el horizonte una ola de protestas.

Sin embargo, el impulso político que ha logrado cimentar, ahora con una mayoría parlamentaria de 350 de los 577 escaños, lo deja en una posición mucho más fuerte que su predecesor, François Hollande, quien no tenía un mandato electoral para las reformas pro empresas.

Macron se posiciona así ante el país con un respaldo que no se veía desde hace quince años y que, a pesar de una baja participación récord, hace que el triunfo sea aún más sorprendente si se toma en consideración que la agrupación no existía hace catorce meses.

Reforma laboral

La mayoría legislativa da luz verde al jefe de Estado para llevar a cabo su programa de liberalización del mercado laboral que prometió para septiembre, cuando las elecciones generales en Alemania busquen además sentar las bases para reformas europeas más amplias.

Con el proyecto, Macron presiona por una descentralización sin precedentes de las relaciones laborales para permitir a las compañías reaccionar con más facilidad a las fluctuaciones económicas.

Estas medidas, que delineó durante su campaña presidencial, darían a los empleadores más libertad para negociar los horarios, horas extra y salarios con sus trabajadores, en vez de tener que cumplir reglas basadas en sectores.

Se facilitarán los despidos y las sanciones que los jueces puedan aplicar en casos injustificados serán más acotadas.

Además, Macron buscará una autorización parlamentaria para usar “ordenanzas”, con las que los legisladores en la práctica acuerdan renunciar a su derecho de hacer enmiendas a un proyecto.

El nuevo Parlamento se reunirá por primera vez el próximo martes, con las modificaciones en el tope de la agenda, y dará inicio a un período en el que el líder del LREM deberá convencer a los desilusionados votantes de que se beneficiarán de su programa mucho más que de otras alternativas más radicales.

Si fracasa en ello, reducirá severamente su credibilidad y generará dudas sobre sus posibilidades de implementar otros cambios importantes, como la reforma al sistema de pensiones y al seguro de cesantía. Ello podría activar además las protestas de los sindicatos y, con esto, se pone en riesgo el resurgir del populismo, especialmente con la euroescéptica Marine Le Pen y con el líder izquierdista Jean-Luc Mélenchon trabajando este quinquenio desde sus respectivos escaños.

Presión de los sindicatos

Aunque desconfían un poco del programa de Macron y temen que se esté apresurando, la mayoría de los sindicatos se han mostrado a favor de que su administración consultara con ellos y que prometiera presentar propuestas detalladas en las próximas semanas.

La duda estaría en si seguirá tomando en consideración sus peticiones, dijo Jean-Claude Mailly, líder del tercer mayor sindicato de Francia, Force Ouvriere.“Si ejecuta sus reformas a la fuerza, una cosa es segura: su presidencia va a tener un mal comienzo en las relaciones laborales y habrá tensiones”, agregó.

Incluso el sindicato más grande del sector privado, el CFDT, se niega a descartar protestas si sus contrapropuestas son ignoradas.

En tanto, los mercados reaccionaron ayer en positivo tras el triunfo de Macron. Las bolsas del mundo subieron a máximos del año y las europeas avanzaron más 1% en algunos casos.

Intento de atentado

París vivió ayer un nuevo episodio violento luego de que un hombre embistiera su auto en contra de una unidad de gendarmería en los alrededores de los Campos Elíseos, en lo que las autoridades calificaron como un "intento de atentado".

La fiscalía antiterrorista abrió una investigación sobre el ataque que no dejó heridos entre los funcionarios y civiles que se encontraban la zona, pero que sí cobró la vida del agresor. El ministro del Interior, Gérard Collom, dijo: "Una vez más, las fuerzas de seguridad francesas han sido atacadas con este intento de atentado". Aunque no ha sido oficialmente identificado, medios locales aseguran que era un francés "radical" que estaba en el radar de las autoridades.

En el vehículo se hallaron varias armas y explosivos que podrían haber estado destinadas a causar graves daños. El incidente se produce justo dos meses después de que otro episodio similar dejara un policía fallecido días antes de las presidenciales.

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