Economía

Grecia contra el tiempo para evitar una nueva crisis

Si el país no logra un acuerdo, no podrá pagar los 7.500 millones de euros que sus acreedores esperan en julio.

Por: María Akbulyakova | Publicado: Viernes 17 de febrero de 2017 a las 04:00 hrs.
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El próximo lunes será crucial para el país más problemático de la zona euro: los ministros de Finanzas del bloque evaluarán la aprobación de la tercera transferencia de ayuda –del paquete de 86.000 millones de euros– sin la cual Grecia se quedaría sin liquidez en julio, fecha de pago de 7.500 millones de euros de intereses.

Aunque el país no está al borde de colapso como en 2015, lograr el acuerdo el 20 de febrero es importante para todas las partes. “En marzo habrán elecciones en Holanda, luego en Francia, todos quieren que el asunto sea sacado de la agenda lo más pronto posible”, dijo a DF Robin Huguenot-Noël, analista político de European Policy Center en Bruselas, agregando que “definitivamente no es el mejor momento para otro drama europeo tras el Brexit”.

A su vez, la fecha es crucial para Grecia, que quiere sumarse al programa de compra de bonos del BCE en marzo.

En busca del acuerdo

El tercer paquete de ayuda ya fue aprobado en 2015, con el país recibiendo 31.700 millones de euros del total. Sin embargo, para la siguiente transferencia la nación tiene que cumplir con ciertos criterios: lograr el superávit de 3,5% del PIB y ampliar las reformas estructurales del mercado laboral, pensiones e impuestos para ahorrar otros 3.600 millones de euros.

Y mientras que el país – predeciblemente– rechaza cualquier medida adicional de austeridad, hay unas diferencias significantivas entre los mismos acreedores.

Según la evaluación de la Comisión Europea, Grecia se encuentra en un camino estable de recuperación: el país logró un superávit de 2,3% del PIB (antes del pago de intereses) en 2016, y la cifra llegará a 3,7% en 2018. En contraparte, el FMI –sin el cual Europa no llegaría a un acuerdo– es más pesimista: la institución señala que la nación no logrará más del 1,5% sin un alivio de la deuda.

“La diferencia principal (...) es qué tan sostenible puede ser el superávit sin el recorte de la deuda. El FMI dice que en el largo tiempo ésta simplemente será insustentable. A su vez, la Comisión Europea afirma que no puede permitir que Grecia no efectúe las reformas esenciales con mandar una señal errónea recortando la deuda”, explicó Huguenot-Noël.

Contra el tiempo

Las diferencias se mantienen ad portas de la reunión: la semana pasada, Alemania señaló que Grecia tendrá que salir de la zona euro para obtener el alivio de deuda, pero luego matizó el discurso. El miércoles, el comisionado europeo de asuntos económicos y financieros, Pierre Moscovici, viajó a Atenas para acercar las posiciones de las partes. Sin embargo, ayer el portavoz del gobierno heleno, Dimitris Tzanakopoulos, afirmó que el acuerdo final “debe ser sin peso adicional y sin costos extra para la sociedad griega”.

En tanto, la solución puede estar en las medidas alternativas el recorte efectivo de deuda en que insiste el FMI: modificación de plazos de pago y tazas o “vacaciones de intereses”. Sin embargo, aún sin estas medidas, Grecia terminaría de pagar sus deudas -que suman 260.000 millones de euros- en 2059.

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