Economía

India, la gran promesa incumplida de la economía global, se apronta a lanzar las esperadas reformas

India recuerda hoy a China en 2000, y en el futuro podría jugar el mismo papel que el gigante asiático como motor global en la última década.

Por: | Publicado: Miércoles 9 de julio de 2014 a las 05:00 hrs.
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Por Renato García Jiménez



India es la gran promesa no cumplida de la economía mundial. Con un PIB de 1,9 billón (millón de millones) y una población de 1.200 millones de habitantes, una enorme cantidad de personas está saliendo de la pobreza cada año y sumándose a una clase media con poder adquisitivo, lo que podría convertir al subcontinente en una potencia económica y, más importante aún, en un motor para el crecimiento global similar al papel que jugó China en la última década.

Y esa promesa podría estar a punto de cumplirse. Luego de que el anterior gobierno del primer ministro Manmohan Singh decepcionara las esperanzas de reformas que marcaron su llegada al gobierno, en 2004, su sucesor, Narendra Modi, no sólo ha demostrado mayor decisión para avanzar con un proceso de apertura económica y competencia, sino que además la arrasadora victoria de su partido Bharatiya Janata en los últimos comicios le dio una sólida mayoría en el Congreso y el mayor mandato electoral en tres décadas.

Las grandes expectativas han quedado reflejadas en el desempeño de los mercados. El índice bursátil Sensex acumula un avance de 14% desde su triunfo en mayo, y el lunes marcó un nuevo máximo histórico.

Los inversionistas y autoridades en todo el mundo están atentos ahora a cualquier indicio de que el nuevo premier se prepara a avanzar y la primera señal podría llegar mañana, cuando presente el primer presupuesto de su gobierno, donde se espera que entregue detalles sobre sus planes de reformas.

Ingresos récord


El proyecto incluirá la venta de activos estatales por un récord de 
US$ 11.700 millones este año, informó una fuente del gobierno citada por Reuters. Los planes de privatización podrían inyectarle al Fisco más recursos que todos los ingresos de los últimos cuatro años.

El nuevo ministro de Hacienda, Arun Jaitley, ha estado trabajando con todos los ministerios para elevar la meta de desinversión estatal que el anterior gobierno había estimado originalmente en US$ 9.500 millones, y Deutsche Bank tiene una proyección aún más optimista de hasta US$ 13 mil millones.

Confirmando este nuevo enfoque, el ministro de Ferrocarriles, Sadananda Gowda, hizo ayer un llamado a los empresarios a invertir en un plan de modernización de la anticuada línea férrea a través de una asociación público-privada.

Transportando 23 millones de pasajeros al día, el sistema de ferrocarriles de India es uno de los más grandes del mundo, pero también uno de los más atrasados, lo que se traduce en pérdidas por cerca de US$ 5 mil millones al año.

Según un estudio encargado por el gobierno, el ferrocarril requiere inversiones por US$ 93 mil millones en los próximos cinco años y una de sus primeras medidas fue un alza de 14% en las tarifas que luego tuvo que ser parcialmente revertida debido a las protestas.

Gowda explicó ayer que las enormes inversiones no podrán ser financiadas exclusivamente con alzas de pasajes, y el opositor Partido del Congreso, que gobernó durante una década antes de su derrota este año, está denunciando un plan encubierto para privatizar el sistema de transporte.

Modi pretende abrir a los inversionistas industrias que se han mantenido históricamente cerradas a la competencia, y aunque probablemente no podrá vender participaciones controladoras en las ineficientes empresas estatales porque esto daría paso a despidos masivos y descontento social, los analistas confían en que el ingreso de privados ayudará a mejorar la gestión de las compañías. Esto ha impulsado un alza de 62% este año en las acciones de la petrolera estatal Indian Oil y de 46% en su compañía hermana ONGC, mientras que los títulos de la productora de carbón Coal India han avanzado 36%.

Para eso, las nuevas autoridades están impulsando un cambio regulatorio que elevará el free float (porcentaje de acciones de una empresa que se transa en el mercado) de 10% a 25%. “Este es el momento perfecto para vender acciones de las empresas estatales, porque el mercado bursátil está en auge”, comentó a Reuters una fuente oficial.

Se espera que la primera compañía en la lista será Coal India, el mayor actor de la industria a nivel mundial, donde el Estado reduciría su presencia desde 90% a 85%, recaudando cerca de US$ 4 mil millones a los precios actuales.

Mucho más que sólo ventas


El clima para la inversión también se podría ver beneficiado si el gobierno anuncia un plan para simplificar el código tributario, estableciendo un IVA común para los 29 estados del país. La reforma tributaria no sólo facilitaría hacer negocios sino que también fortalecería la débil base tributaria de India, que recauda apenas 8,9% del Producto Interno Bruto, un cuarto que los países de la OCDE.

Las esperanzas de los inversionistas de que esta vez será distinto se apoyan en que Modi se ha mostrado dispuesto a gastar su enorme capital político, advirtiendo a la población que tomará medidas impopulares, como la eliminación o reducción de los subsidios a los combustibles, fertilizantes y alimentos, que consumen US$ 40 mil millones al año, el equivalente a 2,3% del PIB.

Los observadores confían en que esto ayudará a las autoridades a acercarse a la meta de déficit fiscal de 4,1% del PIB, aunque probablemente en el primer año fiscal el tope deberá ser elevado a 4,4%. La consolidación fiscal, un sistema tributario predecible y baja inflación son anclas clave para la estabilidad financiera y económica del país, señaló recientemente el gobernador del banco central, Raghuram Rajan.

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