Economía

INTERACTIVO | Turquía no despega: los bonos se disparan, la moneda cae y el país está al borde del rescate

El rendimiento de los títulos a diez años superó el 20% por primera vez en la historia. El mercado mira al banco central, pero duda de su independencia.

Por: Ignacio Gallegos F. | Publicado: Miércoles 8 de agosto de 2018 a las 04:00 hrs.
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Cuando el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, asumió su nuevo mandato hace un mes, el mercado ya había dado señales inequívocas de desconfianza. El rendimiento de los bonos subía y la lira anotaba fuertes caídas frente al dólar, en momentos en que la normalización monetaria de Estados Unidos y la reforma tributaria de Donald Trump rebajaban el apetito por riesgo entre los inversionistas. El país, junto a Argentina, eran los emergentes más golpeados.

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Pero, mientras la nación latinoamericana acudía al Fondo Monetario Internacional para pedir un rescate y daba un giro al rumbo monetario, Erdogan no hacía otra cosa que endurecer su discurso. Durante su campaña, prometió tomar mayor control sobre la economía y se declaró “enemigo de las tasas de interés”, poniendo en entredicho la independencia del banco central. Luego, tras iniciar un nuevo mandato, dejó el Ministerio de Hacienda en manos de su yerno, Berat Albayrak, además de nombrar un gabinete de personas leales a él. Todo, mientras acusaba una guerra económica desde el extranjero.

Ante ello, la desconfianza, lejos de amainar, ha aumentado. Ayer, los bonos soberanos del país a diez años llegaron a rendir 20,09%, el mayor nivel en la historia. En tanto, la lira ha perdido 28,7% de su valor desde fines del año pasado; sólo el lunes, la moneda cayó 4,7%, la mayor baja diaria en una década, con el dólar llegando a anotar un máximo de 5,425 liras por unidad.

“Turquía está atravesando su primera crisis cambiaria de la era flotante”, escribió en Twitter el profesor de economía política internacional de la Universidad de Harvard, Dani Rodrik. “Todas las anteriores ocurrieron cuando la tasa era fija o manipulada y por eso se superaron más rápidamente. Esta se ha prolongado y el gobierno prefiere ignorarla”, sentenció.

Por su parte, el jefe de mercados emergentes de SEB en Estocolmo, Per Hammarlund, señaló: “El momento en que Turquía tenga que pedir apoyo al FMI se está acercando”.

Sanciones de EEUU

En medio de la debacle económica, el gobierno de Erdogan también enfrenta creciente presión desde EEUU, con quien ha tenido fuertes roces diplomáticos. La semana pasada, la Casa Blanca impuso sanciones contra dos ministros turcos, exigiendo que se libere al pastor estadounidense Andrew Brunson, quien se encuentra en prisión bajo los cargos de espionaje y terrorismo.

La presión de Washington, que por años ha tenido una relación de cooperación con Ankara en el marco de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), también han minado la confianza de los inversionistas, que temen que las medidas escalen en las próximas semanas.

“EEUU está mandando un mensaje claro de que endurecer las sanciones está sobre la mesa”, dijo a Bloomberg el jefe de bonos corporativos en Fisch Asset Management, Meno Stroemer, en Zurich. “Hemos visto lo que las sanciones pueden hacer en Rusia y las cosas pueden ponerse muy problamáticas. Claramente es un riesgo que enfrentan los inversionistas”, apuntó.

Ante ello, el gobierno de Erdogan anunció ayer que enviará una comitiva a Washington esta semana, con la esperanza de aplacar las tensiones. Según informó el diario Daily Sabah, afín al gobierno de Erdogan, ambos países lograron “un entendimiento preliminar en ciertas materias”, aunque no entregó detalles sobre un posible acuerdo.

Por su parte, el mandatario turco no ha dado señales de que suavizará su discurso. Tras las sanciones, prometió represalias y fortaleció su mensaje de que la economía de su país está “bajo ataque”.

El banco amarrado

Con la inflación más que triplicando la meta del banco central (en junio se ubicó en 15,4% anual), los ojos del mercado están puestos en el banco central, pero hasta ahora sólo se han confirmado los temores de una falta de autonomía.

Hace dos semanas, la entidad decidió mantener sin cambios la tasa, que se ubica en 17,75%, contraponiéndose a las amplias expectativas de que la subiera en al menos 100 puntos básicos. El lunes, la entidad inyectó US$ 2.200 millones al sistema bancario, pero el alivio fue sólo temporal.

El temor de que la autoridad monetaria esté cediendo a la presión de Erdogan va en ascenso. “Esto seguirá así hasta que el banco central se comprometa a subir las tasas sin condiciones y las mantenga altas hasta que vuelva la inflación”, dijo a Bloomberg el estratega de Nomura, Henrik Gullberg. “El mercado necesita un compromiso serio”.

Por su parte, el analista de Commerzbank Ulrich Leuchtmann dijo a FT que las medidas que ha adoptado el banco central “no son las adecuadas para quitar la presión a la moneda”. Agregó que la entidad “claramente no se atreve a subir las tasas de interés o ya no tiene permiso para hacerlo”.

A continuación gráfico interactivo, su carga puede demorar unos segundos.

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