Economía

López Murphy: “Probablemente lleve todo 2016 encauzar los desequilibrios heredados”

El economista advierte que el país enfrenta un problema de gobernabilidad “que no es menor”.

Por: Renato García J. | Publicado: Viernes 11 de diciembre de 2015 a las 04:00 hrs.
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La ceremonia del cambio de mando en Argentina dejó una profunda impresión sobre Ricardo López Murphy. El economista y político trasandino cree que el clima de optimismo y los aires de cambio que marcaron el comienzo del nuevo gobierno no son un dato menor, sino que serán un factor determinante para el futuro del país.

Esta nueva etapa se inicia con una reapertura de Argentina al mundo y sus vecinos, particularmente Chile. “La política exterior ha cambiado. Hubo una atmósfera de calidez y buena relación con los presidentes vecinos, especialmente con la presidenta Bachelet. Me quedé impresionado”, reconoce el ex ministro de economía. “Todo eso será muy favorable” asegura.

Y las nuevas autoridades van a necesitar toda la ayuda posible, porque López Murphy tiene un crudo diagnóstico sobre la crisis que afronta el país. “Hay una situación de grandes limitaciones. Nos espera un momento muy complejo en lo inmediato. Las nuevas autoridades reciben el mando en una situación extremadamente grave y difícil en materia externa, fiscal e inflacionaria”, advierte.

- ¿Qué margen tiene el nuevo gobierno para enfrentar esta situación? ¿Está contra el tiempo para actuar?
- La estrategia del nuevo presidente dependerá mucho de las alianzas que pueda tejer la nueva coalición de gobierno que está en minoría en ambas cámaras del Congreso, pero hay cosas que requieren un tratamiento muy rápido como el desequilibrio cambiario, las pérdidas de reservas y la situación externa bastante límite que tenemos, la situación fiscal requiere un tratamiento inmediato como lo requiere la cuestión inflacionaria. Ahora, probablemente lleve todo 2016 encauzar los desequilibrios heredados.

- ¿Con tantos problemas urgentes presionando al mismo tiempo cómo se puede ir desactivando la amenaza?
- Lo más importante es que estamos viendo un espíritu de racionalidad para enfrentar los problemas. Aparentemente va haber una actitud más racional y de más sentido común sobre los problemas que tenemos. Lo primero es una actitud de reconocer los problemas, de no negarlos falseando las estadísticas y me parece que va a haber un enfoque de ir a buscar resolverlos, como hacen otros países del mundo.

- ¿Qué tan grande espera que sea la devaluación y cuánto cree que va a golpear a la economía?
- Nadie lo sabe. Va a depender de muchas cosas pero negar el problema y tratar de insistir con el control de cambio ocultando y perdiendo cifras de centenares de millones de dólares por día eso no es viable. Y cuánto antes se afronte mejor se va a hacer.

- Pero levantar los controles con las reservas de divisas del banco central tan bajas puede ser complicado si no se hace con cuidado. ¿Advierte riesgos en este sentido?
- El mayor riesgo es no hacer nada. Pero no hay que olvidar que todos sabíamos lo que estaba pasando. La caída que hemos sufrido en las exportaciones ha sido dramática. Hay un nivel muy importante de exportaciones que ha estado retenida y que va a ir a los mercados apenas el tipo de cambio sea más realista. Por otra parte, los controles cambiarios eran un enorme subsidio al turismo externo de los argentinos, que estaba creciendo más de 30% en un país en recesión. Todo el mundo compraba pasajes y se iba de viaje. Era un disparate. Cuando se deje flotar el tipo de cambio, el turismo y las exportaciones van a dar una salida rápida a la economía. Creo que hay mucho crecimiento contenido esperando un poco más de realismo en la política económica y eso va a ser inmediato.

El potencial de Argentina es inmenso y si volvemos a movilizar nuestra energía, nuestros recursos naturales, nuestra cadena agroindustrial, nuestras receptividades turísticas, todo eso va a ser muy favorable.

- Los inversionistas extranjeros parecen estar ansiosos de regresar a Argentina. ¿Espera un efecto favorable también por esa parte?
- Cuando el tipo de cambio sea realista y responda a las fuerzas de mercado vamos a tener una recuperación de inversión extranjera que cayó a niveles increíblemente bajos. Nosotros recibíamos antes entre 15% y 20% de la inversión que venía de Latinoamérica y ahora estábamos recibiendo el 3%. Así que creo que también va a haber una reacción por ahí.

- ¿El tenso clima que marcó el cambio de mando con la ex presidenta Cristina Fernández es una señal de cómo se viene la convivencia con el kirchnerismo en la oposición y será una dificultad adicional para el manejo económico?
- Lo que se ha dejado desde la administración anterior ha sido muy poco sano. No se ha construido una transición razonable y eso nos ha perjudicado como país. Pero si actuamos con racionalidad va a haber una capacidad de recuperación y seguramente muchas de las medidas de las últimas semanas van a tener que ser corregidas porque son absolutamente inconducentes. Si se lee el boletín oficial de Argentina, una de las cosas que más impresionan es la cantidad de nombramientos decretados en los últimos días. Más que un gobierno parecía una agencia de colocaciones de empleo. Eso va a tener que ser revisado.

- Y el hecho de no tener una mayoría en el Congreso…
- Eso obviamente no es una cuestión fácil. Es verdad que el problema de gobernancia y gobernabilidad no es menor en Argentina. Va a ser un tema.

- ¿Al presidente Macri le pesará el hecho de venir del sector privado? ¿Sufrirá el complejo del presidente-empresario?
- No, creo que inicialmente los problemas que tenemos son de tan envergadura que se va a dedicar a resolver la coyuntura como lo hubiera hecho cualquier presidente de cualquier orientación. Enfrentado ese tema, después del verano, ahí surgirán los matices. A mí me gustaría que se actuara de la manera más clara y transparente.

- Espera que haya acuerdo con los acreedores?
Ese tema lo tenemos que resolver. Es una cuestión de diálogo y va a necesitar disposición de ambas partes y espero que la haya.

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