Economía

Maduro anuncia cambio de gabinete y promete lucha frontal contra el nuevo congreso opositor

La aplastante victoria de la oposición hace que el chavismo tome las primeras medidas para blindar a su líder y bloquear las iniciativas de la nueva Asamblea.

Por: Ainhoa Murga | Publicado: Jueves 10 de diciembre de 2015 a las 04:00 hrs.
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El terremoto político generado por los comicios legislativos de Venezuela sigue sintiéndose en las filas del chavismo. Después de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) confirmara la histórica mayoría del grupo de oposición en las elecciones, atribuyendo a la Mesa de Unidad Democrática (MUD) el 64% de la Asamblea Nacional, el presidente venezolano Nicolás Maduro prometió ayer proteger al país de lo que él denomina “malos” líderes de la oposición que formarán el congreso el próximo mes.

Apelando al método de gobierno del ex presidente Hugo Chavez, Maduro afirmó que luchará contra la agenda planteada por la oposición. “A cada medida que tome la Asamblea le tendremos una reacción, constitucional, revolucionaria y, sobre todo, socialista”, advirtió el mandatario en su programa de radio y televisión “En contacto con Maduro”.

Con una mayoría cualificada de 112 escaños frente a los 55 del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), la MUD tendrá el poder de censurar a los principales oficiales, presionar para que Maduro se retire, o desafiar las políticas que han alimentado la inflación más rápida del mundo y avivado la escasez de artículos en el país. El Fondo Monetario Internacional espera que la economía venezolana se contraiga 10% este año y los economistas sondeados por Bloomberg estiman que la inflación llegará a 124%.

Sin embargo, aunque la mayoría cualificada de la oposición en el congreso es un cambio clave en el terreno de juego, los expertos prevén más cambios políticos que económico. “La MUD no tiene una agenda económica coherente. Además, incluso si propone un plan económico creíble en los próximos días y semanas, sus primeras consideraciones serán la transición política y cómo capitalizar la pérdida de fuerza del PSUV”, explicó Capital Economics, que apuesta por una “transición desordenada e incierta”, en una nota. Para los expertos, la oposición tendrá que luchar para revertir las políticas implementadas porque Maduro seguirá siendo presidente hasta 2019 y la Corte Suprema y el banco central están conformados por personas de su confianza.

El propio líder de la MUD, Jesús Torrealba, reconoció que la prioridad de la formación no es la deposición del presidente, sino la “reconciliación y lidiar con la situación económica y emergencia social que vive el país”, recogió BBC Mundo.

Blindaje del chavismo

La primera victoria de la oposición en casi dos décadas ya está gatillando movimientos en el chavismo para blindar a Maduro. “Tenemos margen de tiempo para dictar leyes que protejan a este pueblo y que aseguren un margen de maniobra para el presidente”, afirmó el diputado oficialista José Ávila.

El grupo parlamentario del Gran Polo Patriótico (GPP) tiene previsto impulsar una serie de iniciativas legislativas para poner trabas a la nueva cámara antes de que tome posesión a principios de enero.

El número dos del chavismo y presidente actual del congreso, Diosdado Cabello, hizo ver que el parlamento en funciones (con mayoría oficialista), se apresurará en nombrar una docena de cargos vacantes del Tribunal Supremo de Justicia antes de que expire la legislatura. Con esto, el oficialismo pretende asegurar que la máxima corte sea una medida de contención contra las iniciativas de la nueva asamblea, siguiendo una estrategia de confrontación y crisis institucional.

Maduro prometió también rechazar la ley de Amnistía impulsada por los líderes de la oposición por la que se liberará a los presos políticos, entre ellos Leopoldo López. Un rechazo, sin embargo, que podría ser meramente simbólico ya que el congreso venezolano puede sacar adelante una ley sin la aprobación del presidente, siempre y cuando no sea inconstitucional, consignó Associated Press.

El gobierno venezolano no enfrentaba tal nivel de división desde que Chávez asumió en 1998. Aunque la situación debería servir para fomentar las negociaciones, en sus primeras declaraciones tras los resultados electorales Maduro mostró pocas señales de moderación en el discurso radical que los votantes rechazaron y advirtió que si la oposición trata de poner fin a su mandato a través de un referendo, irá “al combate” y el pueblo decidirá.

De acuerdo con la Constitución venezolana, la figura del referendo revocatorio sería aplicable a Maduro llegada la mitad de su mandato, en 2016. “Aquí está la Constitución, si ellos toman el camino del revocatorio, vamos al combate y el pueblo decidirá, y nosotros iremos con la verdad ya consumada de la amenaza de la derecha, iremos a construir una nueva y poderosa mayoría, yo me iré por las calles de Venezuela”, dijo Maduro.

Según el presidente, la mayoría absoluta de la oposición es “una llamada de atención” y se dará inicio a un proceso “reestructuración, renovación y reimpulso” del gobierno. Para ello, partió solicitando a sus ministros poner a disposición sus cargos y convocando una reunión extraordinaria del partido para hoy y mañana con la intención de afinar estrategias para la nueva etapa.

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