Economía

Mar del Sur de China se está convirtiendo en un creciente foco de tensiones políticas internacionales

Japón invertirá cifras récord en defensa y China construye nuevo portaaviones, en medio de una seguidilla de incidentes diplomáticos en la zona.

Por: Ignacio Gallegos F. | Publicado: Viernes 30 de diciembre de 2016 a las 04:00 hrs.
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Un portaaviones que cruza las aguas, otro que está en construcción, un presupuesto de defensa que llega a niveles récord y una embajada que cambia de nombre. Todos son hechos recientes que aumentan la tensión en Asia, en una seguidilla de señales que apuntan a la militarización de la zona.


El miércoles, Liaoning, el único portaaviones chino, surcó las aguas que separan a las islas japonesas de Miyako y Okinawa hacia el Océano Pacífico, en lo que el gobierno de Xi Jinping describió como un ejercicio de rutina, pero que encendió las alarmas en Tokio y Taipei. El vocero de Defensa chino, Yang Yujun, señaló que el barco "es poderoso y, a la vez, bello. Si la gente está interesada, puede mirarlo desde lejos".


El funcionario también se refirió a una imagen filtrada en varios sitios de internet, incluyendo algunos chinos, que muestra la construcción de un segundo portaaviones, un programa militar categorizado como secreto de Estado.


Por su parte, Japón reveló la semana pasada que aumentará, por quinto año consecutivo, su presupuesto para defensa, lo que llevará la inversión en ese sector a más de 5 billones de yenes (US$ 42.500 millones). El gasto estará especialmente enfocado en misiles balísticos, cruciales para contrarrestar posibles agresiones por parte de Corea del Norte. En paralelo, el país evalúa implementar un sistema antimisiles estadounidense.


Las economías más pequeñas de la zona también participan en la carrera. En entrevista con Financial Times, el ministro de Defensa filipino, Delfin Lorenzana, reconoció que su país está adquiriendo armamento de Beijing. En tanto, su par taiwanés, Feng Shih-kuah, llamó esta semana al ejército a "mantener un alto nivel de preparación para el combate" pues las "amenazas del enemigo crecen día a día".

El rol estadounidense


"La presencia estadounidense desde la Segunda Guerra Mundial ha servido como una fuerza estabilizadora, a pesar de la agitación causada por las guerras de Corea y Vietnam", señaló un editorial publicado esta semana por Financial Times, que agregó que EEUU "permitió a los países prosperar y comerciar a pesar de la presistente hostilidad de las atrocidades cometidas en tiempos de guerra y el legado del colonialismo".


Pero la influencia estadounidense está a la baja, frente al fracaso del "giro hacia Asia" del presidente Barack Obama y la llegada al poder de Donald Trump el 20 de enero. El presidente electo ha cosechado roces con China, al prometer establecer aranceles comerciales y dar señales diplomáticas a Taiwán que el gigante asiático considera una región propia. El futuro mandatario aceptó una llamada de la presidenta de la isla, Tsai Ing-wen, y, días después, señaló que su gobierno no estaría atado por la "política de una sola China" que han respetado sus predecesores.


El director del Instituto de Relaciones Internacionales en Taipei, Arthur Ding, dijo a Bloomberg que los hechos recientes "aumentan las sospechas de China hacia Japón, hacia EEUU y hacia Taiwán. China está preocupada por estos días, porque Taiwán ha formado una coalición con Abe y Trump en su contra".


El profesor de relaciones internacionales Liu Jiangyong, de la Universidad de Tsinghua, en Beijing, señaló a la misma agencia que "ante la incertidumbre por la política estadounidense, Japón y Taiwán tenderían a capitalizar una relación potencialmente más confrontacional entre EEUU y China para maximizar sus propios intereses (...) En gran parte, la situación regional dependerá de qué decisiones tome Trump".

Roces bilaterales


Ayer, días después de la histórica visita del primer ministro de Japón, Shinzo Abe, a Pearl Harbor, su ministra de Defensa, Tomomi Inada, causó una ola de reacciones políticas en la región al visitar el templo de Yasukuni, en Tokio, un lugar que para muchos de sus vecinos simboliza los crímines de guerra cometidos por el ejército japonés durante la ocupación.


El vocero de defensa chino, Yang Yujung, expresó el "fuerte descontento y objeción" de su país por el hecho, mientras Corea del Sur convocó a sus representantes diplomáticos en señal de protesta.


Ya el día anterior, el gobierno de Abe había enfurecido a China al añadir la palabra "Taiwán" a su embajada de facto en la isla. La vocera de la cancillería china, Hua Chunying, señaló que Beijing estaba "fuertemente descontenta con las medidas negativas de Japón en torno al tema de Taiwán".


En 2017, el profesor Liu señaló que la región podría tener "más desafíos que oportunidades" en materia geopolítica.

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