Martin Wolf: Nadie sabe realmente cómo es el verdadero Trump

Desde su tribuna como uno de los principales columnistas de Financial Times, Martin Wolf vio cómo sus advertencias sobre Brexit y sus efectos catastróficos para Europa y el mundo fueron ignoradas por la mayoría de los ingleses. Ya entones, fue uno de los primeros en anticipar lo que el resultado de ese referendo podría implicar para el avance de las políticas populistas en todo el mundo y para un eventual triunfo de Donald Trump, en Estados Unidos.

Ahora, que dos de los riesgos más desestabilizadores para el orden mundial se han concretado, desafiando todas las expectativas, se niega a buscar respuestas fáciles o consuelos de corto plazo y se mantiene tan pesimista como antes.

¿Qué vendrá ahora? Lo único que se atreve a asegurar es que el mundo ha sido arrojado a un escenario de total incertidumbre. "Este es un evento transformacional, y sus implicancias totales se mantienen completamente en la duda", declara desde su despacho en Londres.

Y advierte: "Probablemente, conduzcan a un cambio fundamental en el orden mundial. Lo más probable es que deriven hacia un período de cierta anarquía e inseguridad, pero no lo sabemos porque no sabemos lo que el propio Trump está pensando".

- Muchos analistas descartaban un triunfo de Trump. Los mercados reaccionaron con sorpresa. Gran parte del mundo quedó en shock. ¿Le sorprendió a usted el resultado?

- Es completamente entendible que el análisis electoral estuviera en parte errado. Pero en los últimos diez días de la campaña presidencial, las encuestas estaban tan cerradas que nadie puede decir realmente que el resultado fuera una sorpresa. Estuvo bien dentro de los márgenes de error.

De cualquier modo, yo no soy un experto electoral, así que nunca pronostiqué lo que iba a pasar.

- Muchos de los críticos de Trump hoy están revisando sus posiciones y se están preguntando si no se equivocaron en juzgarlo. Le atribuyen, ahora al menos, el mérito de haber entendido mejor que muchos el sentimiento profundo de una gran parte del pueblo estadounidense. Usted, sin embargo, se ha mantenido firme en sus críticas. ¿No hace ninguna reflexión ahora que en sus primeros días tras el triunfo ha mostrado una actitud más conciliadora?

- Existe una tendencia natural en las personas a apoyar a quien está en el poder. Para ponerlo derechamente, a reverenciar el poder. Eso es completamente normal, no me sorprende para nada que algunos estén cambiando de opinión.

En último término, es extremadamente razonable que las personas esperen lo mejor. Existe esta terrible tendencia en los seres humanos que entiendo muy bien que se denomina falacia naturalista, que es asumir que porque algo ocurrió, es algo que debía ocurrir. Es decir, como Trump ganó y obtuvo -no la mayoría, pero sí un poco menos de la mayoría- del voto popular, por lo tanto, el resultado debe estar bien, es adecuado y moral, y no se puede entonces negar la validez de ese resultado. Exactamente, lo mismo ocurrió con la votación a favor del Brexit en Reino Unido. Yo acepto completamente el resultado del referendo. También acepto que Trump va a ser el próximo presidente de Estados Unidos. Pero eso no me va a hacer pensar que fue una buena idea votar a favor del Brexit ni que fue una buena idea votar por Trump. No he cambiado mi opinión de que es una persona increíblemente inadecuada para ocupar el cargo de presidente.

Si me acomodara al ambiente general, si cambiara de opinión sólo porque quedó demostrado que una mayoría de las personas tiene una visión diferente, mis opiniones entonces no tendrían ningún valor.

"Todos conocen su carácter, pero..."

- ¿Cuál cree que es el verdadero Trump? ¿Este más moderado que hemos visto en los últimos días, o el más agresivo y polémico de la campaña?

- Nadie sabe realmente cómo es el verdadero Trump y qué va a hacer. Es una especie de trampa de fantasía en el sentido de que la gente que lo apoyó espera que él va a ser exactamente lo que siempre quisieron que fuera; y va a hacer exactamente lo que siempre desearon que hiciera.

El verdadero Trump puede que resulte ser esa persona que ellos esperan, pero todo lo que yo puedo decir por ahora es que no tenemos idea de quién es el verdadero Trump ni qué va a hacer. Tampoco sabemos cómo va a interactuar con el Congreso.

En mis columnas, yo he hecho algunos pronósticos sobre eso. Bien podría ser que resulten estar equivocados. No tengo idea.

Pero no creo que haya sido una buena idea votar por Trump. Es una apuesta tremendamente arriesgada. Puede resultar rentable, porque podría resultar que el Trump presidente sea completamente diferente que el Trump de la campaña, pero nadie puede estar muy confiado de que será así.

En cuanto a su carácter, eso es otra cosa totalmente distinta. Es un libro abierto. Todos conocen cómo es su carácter. Lo ha dejado perfectamente claro durante su carrera empresarial, su carrera en la televisión y ahora en su carrera política. Sabemos exactamente el tipo de ser humano que es. No hay ninguna novedad respecto de eso. Cómo va a resultar eso en las políticas reales dentro del país y a nivel internacional, eso es lo que realmente estamos discutiendo y en este momento diría que la única posición sensata es reconocer que no tenemos idea de la respuesta.

- El gobierno chino rápidamente ha buscado llenar el espacio que se espera que deje vacío EEUU acercándose con propuestas de comercio a las economías emergentes y concretamente a Latinoamérica.¿Cómo cree que afectará eso los equilibrios políticos globales?

- Eso es también algo muy impredecible y dependerá de qué tipo de Trump veamos. Si Trump tiene éxito, algo que sinceramente espero, porque entonces Estados Unidos será exitoso y el mundo también, y hace un buen trabajo, va a reactivar la confianza y el mundo no va a cambiar de una manera fundamental.
Si no tiene éxito y si cumple sus promesas proteccionistas, entonces la gente probablemente va a ir a buscar sus oportunidades de comercio en otros sitios y China podría ofrecer algunas de esas oportunidades, lo que probablemente va a representar un giro en el balance de la atracción económica mundial. De manera similar, si Trump renegocia o se retira de las relaciones de seguridad de Estados Unidos, entonces, nuevamente, la influencia de EEUU podría verse reducida muy considerablemente.

Creo que en esta etapa, todo lo que podemos decir es que este es un evento transformacional, y que sus implicancias totales se mantienen completamente en la duda. Es posible que conduzcan a un cambio fundamental en el orden mundial. Lo más probable es que deriven hacia un período de cierta anarquía e inseguridad, pero no lo sabemos porque, otra vez, no sabemos lo que el propio Trump está pensando.

"Políticos bajo ataque"

- ¿Qué lecciones puede sacar un país como Chile, donde hay un gobierno de centro izquierda, que pronto enfrentará elecciones, y donde la imagen de los políticos tradicionales también está severamente golpeada?

- No sé realmente mucho acerca de Chile, pero diría que el punto general que está claro para el caso de las democracias liberales que yo conozco, es que los políticos del centro, la centro derecha y la centro izquierda, los que se podrían calificar como los "políticos respetables", están bajo un feroz ataque, porque sus políticas son vistas como fracasadas, porque se estima que las élites fracasaron.

- ¿De dónde surge este sentimiento?

- Es resultado de tres cosas que están ocurriendo de manera conjunta. La primera, es un período bastante prolongado de estancamiento en la calidad de vida para la mayoría de la población. Esto ha ido de la mano de una considerable inseguridad asociada con la globalización y los procesos de fluctuaciones del mercado y adelantos tecnológicos. En segundo lugar, de la crisis financiera, que fue inesperada, y que destruyó la credibilidad de las élites financieras, económicas y políticas en muchos países. Por último, responde a profundos cambios sociales. Particularmente, en muchos países, la inmigración, las transformaciones en el papel de las mujeres, y los cambios en las normas sociales.

Estas tres cosas hicieron que muchas personas en el medio y en la parte inferior del espectro social, se sintieran muy inseguras. Provocaron un rechazo del centro, hacia los extremos de izquierda y derecha. En las sociedades que experimentaron enormes recesiones, como España y Grecia, desde el final de la Guerra Fría, el giro dominante ha sido hacia el populismo de derecha, que ofrece nostalgia y resistencia al cambio social, además de cierta promesa de que aquellos que han prosperado de algún modo son corruptos y serán confrontados.

- ¿Le reconoce algo de validez?

- En realidad, estas propuestas están completamente vacías. Estas promesas de derecha radical son todas fraudulentas. No ofrecen nada. No hay ninguna manera en que esto vaya a proporcionar ningún beneficio significativo para las personas que votaron por ellas, en general, aunque con la única excepción de la disposición de usar la política fiscal, como ha manifestado Trump, para financiar un fuerte impulso de infraestructura, algo que podría ser muy útil en muchos países. Pero lo que se está viendo es una reacción en contra del centro porque el centro ha perdido credibilidad, y eso es claro en Estados Unidos, es claro en Europa y los políticos del centro respetable, tienen que reconocer este inmenso malestar.

- ¿Y qué puede hacer al respecto?

- Sinceramente, nada. Para la mayoría de ellos ya es demasiado tarde. Tienen que soportar el malestar, y esperar para ver cómo se irán transformando las sociedades para ver cómo pueden responder a lo que está ocurriendo.

- Usted ha manifestado muchas veces su visión de que el cambio climático es una de las mayores amenazas que afronta el mundo y la economía global. ¿Cómo afecta en este sentido el triunfo de Trump? ¿Está más pesimistas ahora?

- Muy pesimista. Estoy asumiendo que una de las cosas que con seguridad va a hacer primero es eliminar el compromiso de EEUU introducido por Barack Obama con las políticas de cambio climático, los objetivos para la reducción de las emisiones de CO2 y otras emisiones de gases de efecto invernadero y las convenciones de cambio climático acordadas en París el año pasado. La razón es que todo esto es muy impopular con el partido republicano. Entonces, estoy asumiendo que Estados Unidos, que todavía es responsable de un cuarto de las emisiones mundiales, ya no va a seguir cooperando y, si ese es el caso, tiendo a pensar que el esfuerzo colectivo mundial para detener el cambio climático habrá terminado.