Economía

Mujeres en el transporte público: ¿Cuán seguras nos sentimos en la región?

Un estudio de la Fundación FIA y la CAF muestra que las mujeres evitan viajar solas, de noche y evaden ciertas zonas por miedo a vivir una situación de riesgo.

Por: Isabel Ramos Jeldres | Publicado: Lunes 28 de mayo de 2018 a las 04:00 hrs.
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Enviada especial a Leipzig, Alemania

La mayoría de los gobiernos del mundo está impulsando el uso del transporte público como solución para descontaminar y descongestionar las ciudades. Pero, ¿qué pasa cuando el miedo a usar el servicio hace que los usuarios cambien sus patrones de movilidad, se queden en casa o prefieran el auto o el taxi? Esta es una realidad en Latinoamérica, pero especialmente para las mujeres.

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FIA Foundation, en conjunto con el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), hizo un estudio para medir cuán seguras se sienten las mujeres al usar el transporte público en tres ciudades de la región: Quito, en Ecuador; Buenos Aires, en Argentina; y Santiago, en Chile.

Algunos de los resultados, presentados en el encuentro anual del transporte en la ciudad alemana de Leipzig, organizado por el Foro Internacional de Transporte de la OCDE, son desalentadores: un 95% de quienes participaron en la encuesta en Santiago dijo que ha observado situaciones de acoso, y un 85% dijo que las ha experimentado.

Esos números son aún más alarmantes si se comparan con el desempeño en las otras capitales. En Buenos Aires, un 71% ha observado acosos y un 27% los ha vivido, mientras que en Quito un 35% ha sido testigo y un 11% los ha sufrido.

Esto genera inmediatamente una sensación de inseguridad al momento de abordar una unidad. De hecho, tres de cada cinco mujeres cambió su comportamiento de viaje después de ver o experimentar un incidente de acoso sexual. Esto implica que las mujeres tratan de usar autos o taxis cuando pueden, comprometiendo los esfuerzos de las autoridades por aumentar el uso del transporte en ciudades latinoamericanas.

¿Cuáles son las condiciones en que las mujeres se sienten más inseguras? Cuando los medios de transporte están demasiado llenos, cuando viajan solas, cuando viajan con niños o personas mayores y cuando viajan de noche.

Inclusión, la respuesta

Ante esta evidencia, los autores del estudio recomiendan que se empiece a recolectar, analizar y usar datos desagregados por género, para usarlos en la planificación y operación de los sistemas de transporte.

Además proponen promover la participación de mujeres en el sector, especialmente en áreas de liderazgo, y apuestan por incluir a comunidades locales en el diseño de nuevos servicios y en la implementación de mejoras en la accesibilidad.

De todos modos, el consenso es promover un cambio de forma conjunta entre los operadores privados de transporte, las agencias gubernamentales, el sector académico y la sociedad civil.

¿Qué pasa en Chile?

El gobierno de Michelle Bachelet implementó la primera política de equidad de género en materia de transporte, que se aprobó en marzo, y que aborda dos temas: el acoso y la accesibilidad, afirmó a DF la exministra de Transportes y Telecomunicaciones, Paola Tapia.

Según la exfuncionaria, esto permite impulsar medidas concretas para ir mejorando el servicio.

Una de ellas es la implementación de 39 servicios nocturnos con horario fijo. “Al usar la aplicación que permite ver los recorridos y horarios de las micros en los celulares, las mujeres pueden planificar su viaje para no estar largo tiempo esperando en el paradero”, dijo.

Según Tapia, se formó además una mesa público-privada para abordar la escasa participación de las mujeres en el mercado laboral en el sector. En el transporte público, por ejemplo, se duplicó la cantidad de conductoras entre 2014 y 2018, porque una de las preocupaciones planteadas es que la inseguridad para las mujeres se reduce cuando quien conduce es una mujer. La meta era superar el 5% de mujeres conductoras en el transporte urbano.

En el caso del acoso, se hizo capacitación a conductores en Santiago y en las regiones de Bio Bio, Coquimbo y Arica. Pero, planteó Tapia, también hay que aplicar sanciones ejemplares para generar un cambio cultural.

La actual ministra Gloria Hutt, también presente en el foro, coincidió en que la participación de las mujeres en la industria es muy baja, en todos los niveles, incluida la toma de decisiones. “Pareciera que el mundo del transporte sigue siendo muy masculino”, comentó.

Entre las medidas que ayudan a reducir la brecha, aseguró, está el establecimiento de cuotas de participación de mujeres en taxis y en la conducción de buses y metro, acciones que han estado en la discusión pública. “En la medida en que se vaya produciendo el ingreso de mujeres, probablemente después no sea necesario exigirlo”, apuntó.

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La experiencia de Quito

Quito, Ecuador, implementó un sistema que permite mandar un mensaje de texto para reportar abusos: se escribe la palaba "acoso" y el número del bus. Esta información se le envía al conductor, quien debe accionar el botón de pánico del vehículo, que hace sonar una alarma con el objetivo de que los pasajeros asuman una actitud de alerta y que el agresor se sienta cohibido. De forma paralela, se notifica a la policía para que espere al agresor en el siguiente paradero, y se acompaña a la víctima en la denuncia y el proceso judicial. El sistema ya tiene un año de funcionamiento y está en etapa de evaluación. Hasta ahora, se han logrado 40 condenas por casos de acoso y abuso. ¿Es la solución? Hay que estudiarlo, aseguran expertos,  ya que para juzgar el éxito, hay que analizar lo positivo y también el impacto negativo.

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