Economía

“Nadie en el Banco Mundial manipuló los datos de Chile, pero había razón para preocuparse”

El economista y profesor de la Universidad de Alberta detalla la revisión que hizo del informe, para cerrar la polémica que abrió Paul Romer en enero.

Por: Magdalena Winter e Ignacio Gallegos | Publicado: Miércoles 18 de julio de 2018 a las 04:00 hrs.
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Dos preguntas guiaron la auditoría que lideró el economista y profesor de la Universidad de Alberta, Canadá, Randall Morck a los datos de Chile en el ranking Doing Business, del Banco Mundial: ¿manipuló el personal deliberadamente la información del país? Y ¿cuánto de las variaciones en su desempeño tuvo que ver con cambios metodológicos?

La respuesta a la primera, dice el académico a DF, es un categórico no: “Nadie manipuló deliberadamente los indicadores de Chile. Las autoridades tenían razón en preocuparse, pero pueden estar seguros de que eso no ocurrió”, sentencia.

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Su respuesta es relevante a la luz de la polémica que generaron en enero los cuestionamientos del entonces economista jefe del Banco Mundial, Paul Romer, quien acusó que el desempaño de Chile había sido injustamente golpeado por cambios metodológicos durante los gobiernos de Michelle Bachelet. El profesor Morck, economista y presidente de la cátedra de Finanzas Stephen A. Jarislowsky, fue contratado por la entidad para auditar los datos.

“Nosotros pedimos y recibimos todas las respuesta originales a los cuestionarios de Chile y otros países”, detalló el académico, al contestar preguntas enviadas por correo electrónico. “Revisamos que los números del banco fueran exactamente los mismos que los consultados ingresaron y luego calculamos los indicadores y subindicadores de cada país. También hablamos con todos los funcionarios claves en Washington que administraron los datos y los cálculos. Todo estaba bien”.

- Las declaraciones de Romer dejaron la sensación de que había mala intención. ¿La hubo?

- No hablé con el profesor Romer durante ni después de la auditoría. Mi sospecha es que se sorprendió al descubrir la magnitud de los cambios metodológicos en algunos indicadores. Creo que su preocupación era bien intencionada, pero pudo elegir mejor sus palabras.

- ¿Y en el equipo del ranking?

- Creo que pensaban honestamente que estaban siendo útiles y constructivos al diseñar e implementar lo que ellos pensaban que eran mejoras. Perdieron de vista el bosque, porque miraron con demasiada intensidad cada árbol.

La falacia de la composición

La segunda pregunta a la que apuntó la auditoría, sobre el efecto de los cambios metodológicos en el desempeño de Chile, tiene una respuesta más compleja. “Es algo de lo que el Banco Mundial debería preocuparse. Las expresiones de alerta del gobierno de Chile fueron útiles para exponer estos temas”, dice Morck.

Aunque descartó que hubiera manipulación mal intencionada de datos, la polémica puso de relieve las dificultades que trajo la seguidilla de cambios metodológicos aplicados al Doing Business.

“Ellos veían honestamente cada ajuste como una mejora”, señala el profesor. “Desafortunadamente, no se dieron cuenta de que el gran número de cambios podía disminuir el valor social de los indicadores. Es un ejemplo de lo que los economistas llaman la ‘falacia de la composición’: acciones que parecen constructivas en un nivel individual micro, al sumarse, producen resultados destructivos en niveles más altos o macro”.

Ante ello, la auditoría -que el propio Banco Mundial publicó la semana pasada- recomendó evitar los cambios metodológicos que no fueran absolutamente necesarios. “Recomendamos que el personal acepte el hecho de que las metodologías nunca serán perfectas y piense más en asegurarse de que los indicadores se mantengan comparables entre años”.

- ¿Se puede confiar en el Banco Mundial?

- Sí, si es que siguen nuestras recomendaciones. Según entiendo, los directores se han reunido y las han recibido favorablemente. Espero que lo hagan, porque medir el mejoramiento o empeoramiento de los ambientes de negocios de los países es demasiado importante para el interés público como para dejar que se vuelva poco confiable por culpa de ajustes bien intencionados.

- ¿Afectó esta situación la credibilidad del Doing Business?

- Eso me preocupa. Para recuperar la credibilidad, recomendamos evitar los cambios metodológicos, a no ser que sean absolutamente necesarios, durante muchos años en adelante.

Lo que dejó la polémica

Morck ha venido a Chile tanto por trabajo como por vacaciones y asegura que visitar el país “me hace sentir optimista sobre el desarrollo económico del mundo” por los “avances” que ve. Por eso, defiende que el registrar y documentar dichos avances es tan relevante.

“Los registros confiables de cómo y cuándo Chile hizo cambios en sus leyes, regulaciones y otras instituciones y cómo la economía cambió respondiendo a cada uno puede dar ejemplo a otros países”, sentencia el académico. “Los indicadores de facilidad de hacer negocios son importantes para seguir esos cambios, y así permitir que otros países sigan el camino de manera más fácil”.

Pero también defiende un cambio de foco: “Pido escepticismo racional sobre los rankings compuestos. Preferiría que los medios y los gobiernos se enfocaran más en los subcomponentes, como cuánto tarda hacer algo y cuánto cuesta, que en el lugar del ranking”, sentencia.

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