Economía

Partido de Rousseff evalúa pedirle que adelante las elecciones para evitar juicio en el Senado

En conferencia de prensa la mandataria dijo ayer que enfrenta un golpe de Estado y que “ningún gobierno será legítimo sin el voto del pueblo”.

Por: Ignacio Gallegos F. | Publicado: Martes 19 de abril de 2016 a las 04:00 hrs.
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Complicada. Ese era el adjetivo con el que el líder del Partido de los Trabajadores (PT) en el Senado brasileño, Humberto Costa, describía la situación que enfrenta la presidenta Dilma Rousseff, horas antes de que la moción para someterla a juicio político ingresara a la Cámara Alta. El adjetivo era elocuente, luego de que, en la Cámara de Diputados, el gobierno estuviera lejos de los 172 votos que necesitaba para frenar el impeachment (obtuvo sólo 137), mientras que la oposición superó ampliamente los 342 necesarios para continuar con el proceso: logró 367.

Ayer, la presidenta brasileña enfrentó a la prensa y manifestó que se sentía “víctima de una injusticia, porque no hay un crimen de responsabilidad. Tengo la conciencia limpia”. Añadió que va a “continuar luchando por la democracia. Enfrenté por convicción la dictadura y ahora enfrento un golpe de Estado, que no es tradicional. Es un golpe de Estado de las mismas autoridades. Ningún gobierno será legítimo, sin ser obra del voto del pueblo brasileño”.

En el PT, al que pertenece Rousseff y que apoyó en bloque a la presidenta, lamentaron una votación más adversa de lo esperado. Las previsiones ahora dicen que el impeachment es imparable en su segundo trámite: para suspender las atribuciones de la presidenta, basta con una mayoría simple (41 senadores de 81) que, según los tres mayores medios del país, ya está asegurada.

Frente a ello, según reportó ayer el medio brasileño Valor, el PT evaluaba ayer una opción radical para evitar que sus trece años de gobierno terminen en una destitución: que Rousseff reduzca su mandato y llame a nuevas elecciones presidenciales en octubre, al mismo tiempo que se realizan los comicios municipales.

Consultada por ello, la presidenta manifestó que “lo único que no se puede avalar es un proceso que va contra la ley. Todo lo demás se puede discutir, pero no estoy avalando esa opción en este momento”.

Si la idea se llevara a cabo, Rousseff podría evitar su destitución al tiempo que frena el ascenso del vicepresidente Michel Temer (ahora su rival político y a quien el gobierno acusa de conspiración), quien asumiría el mandato si el Senado decide someter a la presidenta a un juicio político.

Para concretarse, la propuesta tendría que pasar por el Congreso y, luego, ser ratificada por el Supremo Tribunal Federal (STF). Logrado eso, los comicios se celebrarían en un plazo de cuatro meses.

El mercado reacciona

La aprobación del impeachment en la cámara baja no impidió caídas en el valor del real y en el Ibovespa, el indicador más importante del mercado financiero del país. Ello apunta a que una eventual salida de Rousseff -y un eventual gobierno de Temer- no asegura que el país pueda salir de su peor recesión en un siglo.

“Todo ahora depende de las nominaciones para el equipo económico y los anuncios de políticas concretas”, dijo a Bloomberg el estratega de UBS Wealth Management, Alejo Czerwonko.

Desde Fitch, la directora para Latinoamérica, Shelly Shetty, manifestó que la calificadora de riesgo “se enfocará en cómo el ambiente político se desenvuelve y si se toman medidas para mejorar el ambiente para el crecimiento y las finanzas públicas y detener el fuerte ritmo de acumulación de deuda pública”.

“Más que dar una bienvenida a Temer, el mercado financiero quiere ver a Rousseff marcharse”, dijo el jefe del Foro de Mercados Emergentes de la Universidad de Columbia. “Él tiene un plan positivo para la economía, pero hay que ver cuánto de eso puede implementar”.

En Eurasia Group, las observaciones se concentraban en un eventual gobierno de Michel Temer. “Estamos seguros de que su equipo económico será amigable con el mercado (...) Probablemente, (Temer) se embarcará en una reforma económica ambiciosa que pondrá sobre la mesa una revisión fiscal”, sostuvieron los analistas Joao Augusto de Castro Neves y Christopher Garman.

El silencio de Temer

El medio brasileño Folha reportó ayer que Michel Temer evitará dar declaraciones públicas mientras se procesa el impeachment en el Senado. Durante por lo menos dos semanas, su trabajo será definir un equipo y las primeras medidas.

Las prioridades están en la economía y en el área social, ambas zonas donde el nuevo presidente tendría que negociar con el Congreso; si bien su partido es el que cuenta con más parlamentarios (66), el PT, con 57, también es una fuerza importante.

Por ello, según medios brasileños, el tono que se delínea hasta ahora es un gobierno de “pacificación nacional” en el que se priorice la gobernabilidad y la capacidad de articular proyectos para sacar al país de la recesión y retornarlo a la ruta del crecimiento.

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