Perspectivas de crecimiento decaen para economías de Sudamérica

Los líderes proempresariales en las economías más grandes de Sudamérica están enfrentando dificultades para generar crecimiento dado que sus políticas chocan directamente con las crisis locales y las turbulencias de los mercados emergentes.

Brasil y Argentina han debido recortar sus estimaciones de crecimiento para 2018 desde alrededor de 3% a principios de este año hasta 2,2% y 1,3%, respectivamente, según economistas encuestados por sus bancos centrales. Y hay otras revisiones negativas, como JPMorgan Chase, que rebajó recientemente su estimación para Brasil a apenas 1,2% este año. Algunos analistas dicen que Argentina puede incluso caer en una breve recesión.

Se espera que Brasil y Argentina recuperen impulso este año después de salir de una recesión en 2017 bajo las políticas favorables al mercado de los presidentes Michel Temer y Mauricio Macri.

Pero sus suertes cambiaron cuando la volatilidad del mercado global exacerbó sus problemas internos. Un déficit presupuestario insostenible obligó a Argentina a buscar ayuda del FMI, mientras que la incertidumbre política va en aumento en Brasil de cara a las elecciones en octubre.

Además de todo eso, una severa sequía empeoró las cosas para Argentina, mientras que una huelga masiva de camioneros paralizó la economía brasileña. El peso argentino ha caído más de 20% en lo que va del año, incluso después de que el banco central elevara las tasas al 40%, mientras que el real brasileño ha acumulado pérdidas de más de 10%.

“Esperamos que la economía argentina continúe desacelerándose marcadamente en los próximos meses", escribieron los economistas de Itaú Juan Carlos Barboza y Diego Ciongo en una nota a los clientes, citando el impacto de la sequía, políticas macroeconómicas más restringidas y menores salarios reales. "El entorno internacional, incluido el crecimiento y las condiciones financieras de Brasil, también es menos favorable".

Otras economías de América del Sur están en mejor pie hasta ahora. Chile creció a su ritmo más rápido en más de cinco años en abril, impulsado por el regreso del presidente pro empresa, Sebastián Piñera. También se prevé que la economía colombiana se acelerará hacia una tasa de crecimiento de 3% en 2019.