Economía

Política de fuertes inversiones "destrozó" valor de la economía china, dice U. de Oxford

Inversiones fuertes no son la clave para el milagro del crecimiento chino, declara un informe.

Por: Gabriel Wildau, Financial Times | Publicado: Jueves 15 de septiembre de 2016 a las 04:00 hrs.
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Según investigadores de la Universidad de Oxford, más de la mitad de las inversiones en infraestructura en China han "destrozado, no generado" el valor económico ya que los costos han sido mayores que los beneficios. Este resultado impulsará el debate sobre la viabilidad del modelo de crecimiento basado en la infraestructura.

La inversión en infraestructura ha sido un factor importante del crecimiento económico en China durante los últimos 35 años conforme cientos de millones de trabajadores han dejado las regiones rurales para emigrar a las zonas urbanas. China aumentó los gastos en infraestructura para amortiguar una desaceleración de la inversión en el sector manufacturero.

Pero este tipo de inversiones resultan en un desperdicio significativo a la vez que aumentan la preocupante deuda de China, asevera el informe publicado por profesores de Oxford, encabezados por Atif Ansar, un catedrático de la Escuela de Negocios Saïd de la universidad de Oxford.

"Lejos de ser un motor de crecimiento económico, la típica inversión en infraestructura no proporciona un rendimiento ajustado al riesgo", aseveró el informe.

"El mal manejo de inversiones en infraestructura es la razón principal de los crecientes problemas económicos y financieros en China. Nosotros pronosticamos que, a menos que China cambie su modelo para incluir un nivel más bajo de inversiones de mayor calidad, el país sufrirá una crisis económica y financiera causada por la sobreinversión en infraestructura".

El informe critica a lo que considera el "punto de vista prevaleciente" compartido por los economistas que insisten en que los altos niveles de inversión en infraestructura son cruciales para el crecimiento de los países en desarrollo y que China ofrece un modelo a seguir para los demás países. Por el contrario, Ansar advierte que algunos países como Brasil, Nigeria y Paquistán no deberían de seguir el ejemplo de China. La iniciativa de política exterior del Presidente Xi Jinping, la Nueva Ruta de la Seda, exige que el país financié la construcción de carreteras, ferrocarriles y puertos para conectar a China con Asia central, el Medio Oriente y Europa.

"La idea de que el crecimiento de China se debe en gran parte a una fuerte inversión en infraestructura es un mito. El crecimiento fue impulsado por la audaz liberalización económica y por las reformas institucionales, y este crecimiento ahora se ve amenazado por la sobreinversión en infraestructura de baja calidad", dijo Ansar.

Tres cuartas partes de todos los proyectos sufrieron de sobrecostos, lo cual ha exacerbado el problema de la deuda, dijo el informe, el cual está publicado en la edición actual de Oxford Review of Economic Policy. Los autores estiman que una tercera parte de la deuda de US$ 28.200 millones de China se puede atribuir a sobrecostos de este tipo. El estudio está basado en una muestra de 95 proyectos ferroviarios y obras viales en China entre 1984 y 2008.

Otros economistas no están de acuerdo con las críticas de Ansar. Aseveran que aún si un proyecto de infraestructura no llega a generar de manera directa suficiente flujo de caja para cubrir los costos del financiamiento, las externalidades positivas pueden impulsar suficiente actividad económica para que el proyecto valga la pena.

"Durante las últimas décadas, la mayor parte de la inversión en infraestructura ha contribuido positivamente a la economía general de China", dijo Louis Kuijs, director de estudios económicos de Asia en Oxford Economics y ex economista sénior experto en China del Banco Mundial.

Pero Kuijs reconoce que China ahora enfrenta rendimientos decrecientes debido a la infraestructura adicional, ya que la mayoría de las inversiones más productivas están a punto de completarse. Otros analistas también reconocen que la excesiva inversión en infraestructura puede causar problemas pero dudan que causará una crisis.

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