Economía

Reino Unido prevé menos crecimiento y más deuda por Brexit

Gobierno requerirá US$ 151.000 millones adicionales en los próximos cinco años, la mitad de ello debido a la salida de la UE.

Por: Ignacio Gallegos F. | Publicado: Jueves 24 de noviembre de 2016 a las 04:00 hrs.
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En su primera presentación presupuestaria ante el parlamento británico desde que asumió como ministro de Hacienda, Philip Hammond dijo ayer que la decisión del Reino Unido de salir de la Unión Europea “cambiará el curso de la historia británica (...), pero hace más urgente que nunca la necesidad de combatir la debilidad económica de largo plazo”.

La autoridad -quien asumió su cargo semanas después de la votación a favor del Brexit, designado por la nueva primera ministra, Theresa May- reportó que el país ha logrado sobreponerse a las consecuencias iniciales del referendo, pero prevé dificultades: a medida que la caída de la libra genera inflación, el mercado laboral se desacelera y crece la presión sobre los ingresos domésticos.

Por ello, la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR, su sigla en inglés) del ministerio prevé que el crecimiento del PIB este año será de 2,1% (levemente superior al previsto en marzo, de 2%), pero que 2017 verá una fuerte desaceleración, al expandirse en apenas 1,4%.

“Nuestra tarea ahora es preparar a nuestra economía para que sea resistente mientras salimos de la UE y esté lista para la transición que vendrá”, sostuvo la autoridad, quien hizo hincapié en la brecha de productividad del país con sus pares europeos y en “el desequilibrio dañino del crecimiento económico y la prosperidad”.

Deuda y nuevos gastos

Para los próximos cinco años, Hammond delineó un aumento de la deuda pública, que incluye 122.000 millones de libras (US$ 151.000 millones) adicionales a 2021, más de la mitad de ello generado por gastos relativos al Brexit, según la OBR. Con ello, el endeudamiento británico como porcentaje del PIB superará el 90%, al tiempo que el país desecha la meta de consolidar las cuentas fiscales y lograr el balance estructural antes de que termine la década.

“A la vista de la incertidumbre que pesa sobre la economía y frente a las menores previsiones de crecimiento, ya no apuntamos a lograr un superávit entre 2019 y 2020”, reconoció Hammond, “pero la primera ministra y yo mantenemos la confianza en que las finanzas públicas volverán a estar balanceadas tan pronto como sea posible, mientras dejemos suficiente flexibilidad para respaldar la economía en el corto plazo”.

La autoridad agregó que “la política monetaria ha jugado un rol importante en el impulso al crecimiento desde la decisión del referendo, pero una política fiscal creíble sigue siendo esencial para mantener la confianza del mercado y recuperar la salud de largo plazo de la economía”.

Para ello, detalló, el gobierno planea invertir 23.000 millones de libras (US$ 28.600 millones) en infraestructura en los próximos cinco años, a través de un fondo nacional de inversión en productividad, que también tendrá provisiones destinadas a la investigación y desarrollo.

El gobierno también buscará aumentar el sueldo mínimo, frenar los recortes a beneficios sociales y bajar los costos de arriendo, además de extender un congelamiento del impuesto al uso de combustibles.

La última declaración

El parlamentario opositor John McDonnell criticó que “no hay nuevas ideas” para revitalizar la economía. “Sólo hay promesas de cumplir lo que no se pudo alcanzar previamente”, sentenció.

La presentación bianual del ministro de Hacienda ante el parlamento -conocida como “declaración de primavera” y “declaración de otoño”, respectivamente- tendrá cambios en su lógica, según anunció ayer Hammond.

La autoridad detalló que “ninguna otra gran economía hace cientos de cambios tributarios dos veces al año. A partir del otoño (boreal) de 2017, el Reino Unido tendrá un presupuesto de otoño, con anuncios de cambios tributarios mucho antes del inicio del siguiente año fiscal”.

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