Economía

Rousseff se defiende ante el Senado de Brasil y compara impugnación con “pena de muerte política”

El Bovespa avanzó 1,6%, una de las mayores alzas entre los principales índices globales, porque los inversionistas apuestan por su salida definitiva.

Por: Isabel Ramos J. | Publicado: Martes 30 de agosto de 2016 a las 04:00 hrs.
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Una extensa jornada vivió la suspendida presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, que ayer compareció ante el Senado por primera vez para defenderse en el juicio de impugnación que podría sellar su salida definitiva del gobierno, esta semana. En un discurso de 47 minutos, Rousseff comparó el término de su mandato con una “pena de muerte política” y denunció nuevamente que está siendo víctima de un golpe de Estado. Pero, pese a negar que haya cometido un crimen de responsabilidad, los inversionistas están dando por asegurada su salida, con el Bovespa registrando la mayor alza entre los principales índices globales.

Rousseff llegó acompañada de un grupo de aliados cercanos, entre ellos el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva y el compositor Chico Buarque. Afuera del Congreso, cientos de seguidores le gritaron “Dilma, guerrera de la nación brasileña”. En su defensa, la mandataria afirmó que el proceso es injusto, que está marcado por los prejuicios y que el presidente interino Michel Temer –que hasta mayo era su vicepresidente– es un “usurpador”.

Rousseff, acusada de maquillar las cuentas fiscales antes de su reelección en 2014, afirmó que esa práctica también fue realizada por los gobiernos anteriores y que siempre fue aprobada por el Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU). A pesar de que admitió errores en su gestión, aseguró que no cometió un crimen de responsabilidad y que su impugnación sería injusta. “Vengo aquí para mirar a los ojos de sus excelencias y decir que no cometí un crimen”, afirmó.

Rousseff aseguró además que la crisis económica actual fue causada, en gran medida, por la gran inestabilidad política instaurada en el país después de su reelección, en 2014. “El riesgo político permanente fue el punto central de la pérdida de confianza de la economía”, expresó.

“Lo que estamos a punto de presenciar es una violación grave de la Constitución y un verdadero golpe de Estado”, agregó, advirtiendo que un gobierno conservador reduciría drásticamente el gasto en programas sociales, revirtiendo los avances de la última década en la lucha contra la pobreza. Luego, la mandataria fue cuestionada por los senadores, en una sesión que se extendió hasta adentrada la noche.

Mercado optimista

Tras una ceremonia en el Palacio de Planalto con atletas olímpicos, y remarcando que es “obediente de las instituciones”, el presidente interino dijo ayer que aguardará “respetuosamente” la decisión del Senado sobre el impeachment, y que no había tenido tiempo de ver la sesión parlamentaria.

El Senado está compuesto por 81 senadores, y se necesitan al menos 54 votos para sacar del poder a Rousseff permanentemente y prohibirle ejercer cargos públicos por ocho años. En el gobierno de Temer están confiados en que podrán obtener 60.

Esa misma confianza comparten los inversionistas, que apuestan a que Rousseff será permanentemente removida del cargo, dando legitimidad a una nueva administración que ha prometido que apuntalará las finanzas del país y restaurará el crecimiento.

El Bovespa avanzó 1,6% ayer a 58.610,39 puntos, una de las mayores alzas entre los principales índices globales, y acumula el mayor avance del año a la fecha en el mundo, con las acciones subiendo 64% en términos de dólar. De las 59 acciones que componen el índice, 51 registraron aumentos.

“Tanto los inversionistas locales como los extranjeros deberían sentirse más seguros sabiendo que Temer tendrá más poder para implementar las reformas necesarias”, dijo Vitor Suzaki, analista de la corredora Lerosa Investimentos, a Bloomberg.

Pero los datos económicos que serán entregados esta semana –inflación, PIB y producción industrial– deberían ayudar al mercado a calibrar sus expectativas sobre el momento del rebote.

El ajuste fiscal se acelerará después del juicio

El gobierno brasileño avanzará rápidamente en la agenda de ajuste fiscal después de que se termine el juicio de impugnación de la suspendida presidenta Dilma Rousseff, aseguró el ministro de Hacienda, Henrique Meirelles, en una entrevista publicada ayer en el diario O Globo.


El titular de las cuentas públicas afirmó que las acciones del gobierno estarán totalmente enfocadas en la economía luego del juicio político, que terminará esta semana.


Desde el punto de vista de los mercados, el cierre del proceso será positivo porque reducirá la incertidumbre, agregó. En este sentido, adelantó que la cifra del Producto Interno Bruto que será divulgada esta semana debería mostrar un rebote económico. Meirelles también comentó que está programando visitas al Fondo Monetario Internacional y al Banco Mundial durante octubre, cuando ambas instituciones realizan sus reuniones de primavera (boreal). El ministro dijo además que existe un gran interés en Brasil por parte de los inversionistas internacionales.


Meirelles también aseguró que tras la aprobación del presupuesto para 2017, el gobierno revisará todos los incentivos tributarios que fueron otorgados en Brasil en los años anteriores. Eso sí, aclaró que hasta ahora no hay necesidad de subir los impuestos.

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