Economía

The Economist sobre Dilma Rousseff: "Es hora de irse. Debería renunciar"

El artículo asegura que "la más rápida y mejor forma para que Rousseff deje Planalto sería renunciar antes de ser destituida".

Por: Diario Financiero Online | Publicado: Miércoles 23 de marzo de 2016 a las 15:38 hrs.
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"Es hora de irse. La empañada presidenta debería ahora renunciar". De esta manera comienza una dura editorial del semanario The Economist en la que derechamente pide la salida de la presidenta Dilma Rousseff por su responsabilidad en la crisis desatada en Brasil por el caso Petrobras.

El artículo afirma que la mandataria "preside una economía que sufre su peor recesión desde la década de 1930, en gran parte debido a los errores que hizo durante su primer mandato".

Además acusa que "su debilidad política ha hecho su gobierno casi impotente frente al aumento del desempleo y la caída de los niveles de vida. Sus índices de aprobación son apenas de dos dígitos y millones de brasileños han salido a las calles para cantar "Fora Dilma!" o "Dilma fuera!".

El medio aclara que "en ausencia de prueba de criminalidad, la destitución de Rousseff es injustificada" y que el proceso que lleva a cabo el Congreso en su contra está basada "en alegaciones no probadas que usaba trucos contables para ocultar el verdadero tamaño del déficit presupuestario en 2015. Esto parece un pretexto para expulsar a un presidente impopular".

Sin embargo, el artículo explica que "hay tres maneras de remover a Rousseff que descansan sobre bases más legítimas".

La primera sería la de "demostrar que obstruyó la investigación de Petrobras", una segunda opción sería "una decisión del tribunal electoral de Brasil para llamar a una nueva elección presidencial" y concluye que "la más rápida y mejor forma para que Rousseff deje Planalto sería renunciar antes de ser destituida".

The Economist estima que la partida de Rousseff "ofrecería Brasil la oportunidad de un nuevo comienzo. Pero la renuncia del presidente no sería, por sí misma, la solución para muchos problemas subyacentes de Brasil. Su lugar sería inicialmente tomada por el vicepresidente, Michel Temer, líder del Partido del Movimiento Democrático Brasileño" que podría encabezar un gobierno de unidad nacional.

"Por desgracia, el partido del Sr. Temer está tan profundamente inmerso en el escándalo de Petrobras como el PT. Muchos políticos que se incorporarían a un gobierno de unidad, incluyendo algunos de la oposición, son vistos popularmente como representantes de una clase dirigente desacreditada", advierte The Economist.

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