Trump propone recortar US$ 3,6 billones en una década en su presupuesto para 2018

El gobierno de EEUU presentó ayer su propuesta de presupuesto para el año fiscal que comienza en octubre, la primera del presidente Donald Trump, la que contempla recortes por

US$ 3,6 billones (millones de millones) para la próxima década, que afectan principalmente a los programas de asistencia social y cobertura de salud destinados a los estadounidenses de menos recursos. El objetivo es eliminar el déficit y equilibrar el presupuesto a diez años.

El plan detalla las propuestas amplias que se habían divulgado en marzo, y confirma que los votantes más vulnerables, muchos de los cuales ayudaron a que Trump llegara al poder, son quienes más sentirán el impacto de las fuertes reducciones en los beneficios de las áreas de alimentación, salud y vivienda, mientras que las únicas partidas que recibirán mayores fondos son las asociadas a la defensa. En este ítem, los recursos asignados subirán de US$ 594 mil millones en el año fiscal 2017 a US$ 643 mil millones en 2018.

Asimismo, el plan plantea destinar US$ 1.600 millones a la construcción del muro en la frontera con México comprometido en la campaña.

El objetivo de la administración es otorgar mayor peso a las personas que pagan los impuestos en lugar de quienes piden ayuda. “Es un presupuesto que pone primero al contribuyente”, dijo Mick Mulvaney, el director de presupuesto de la Casa Blanca. “Ya no vamos a medir la compasión por el número de programas y el monto que se gasta en esos programas”, aseguró, argumentando que las políticas ayudarán a los receptores de ayuda a reingresar al mercado laboral. “Necesitamos que todos empujen en la misma dirección”.

Además de los programas sociales, otra de las áreas más afectadas será el cuidado medioambiental. La Agencia de Protección Ambiental (EPA, por su sigla en inglés) recibirá un 31,4% menos de financiamiento en 2018, bajando a US$ 5.700 millones.

Resistencia en el Congreso

Pero Trump encontrará una fuerte resistencia en el Congreso, donde la mayoría republicana necesita apoyo de los demócratas para aprobar el plan en el Senado. Hasta ahora, el presidente ni siquiera cuenta con el apoyo completo de su propio partido.

Las prioridades de Trump “no son necesariamente las nuestras”, dijo el líder republicano en el Senado Mitch McConnell en una entrevista la semana pasada con Bloomberg.

Una de las áreas que fue recibida con mayor escepticismo por parte de los republicanos fue la reducción del presupuesto en el área diplomática y de ayuda internacional, además del recorte de financiamiento a los programas sociales, que afectan directamente a sus votantes.

“Sabemos que el presupuesto del presidente no será aprobado como fue propuesto”, aseguró el senador republicano John Cornyn ayer.

Crecimiento optimista

El plan fue cuestionado también por economistas, quienes apuntan a que las estimaciones de crecimiento superan a la mayoría de los pronósticos independientes. Además de los recortes de gastos, el gobierno necesita que el crecimiento se acelere a 3% a 2021 para eliminar el déficit.

Paul Ashworth, economista jefe para EEUU de Capital Economics, criticó que la Casa Blanca incluyera el recorte de costos, pero no la pérdida de ingresos asociados con la reducción de impuestos que propone Trump, aunque sí incorporó el impacto de esos recortes en el crecimiento, lo que le permite concluir que el déficit será eliminado a 2027. “Esto es, por supuesto, un sinsentido económico”, escribió en una nota a clientes.

Para Ashworth, las posibilidades de que el presupuesto sea aprobado por una mayoría de 60 votos en el Senado son “cero”. En cambio, espera que el Senado plantee una propuesta desde cero para lograr un acuerdo bipartidista.

Presidente ratifica compromiso con la paz en Israel

El presidente de EEUU Donald Trump reafirmó su compromiso para resolver el conflicto árabe-israelí ayer tras reunirse con el mandatario palestino Mahmoud Abbas, pero no entregó detalles sobre cómo planea reunir a las partes.

"Les puedo decir que los palestinos están listos para alcanzar la paz", aseguró el mandatario en un discurso en el Museo de Israel en Jerusalén. "Sé que lo han escuchado antes, y se los estoy diciendo de nuevo -eso es lo que hago- se están acercando a la paz".

Pero el mandatario se abstuvo de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel o de anunciar que la embajada estadounidense se trasladaría a esa ciudad, dos cosas que habían sido solicitadas por Israel. Tampoco entregó detalles de sus acciones para obtener la paz.

Trump realizó el discurso después de reunirse con Abbas en Belén, donde el líder palestino se comprometió "a cooperar con usted para hacer la paz y forjar un acuerdo de paz histórico", y ayudar a EEUU a combatir el terrorismo.

En su alocución Trump tampoco criticó la política de Israel de poblar los territorios ocupados, lo que los palestinos y muchos países ven como uno de los principales obstáculos para la paz. Tampoco hizo referencia a la ocupación, que el próximo mes cumplirá 52 años con el aniversario de la Guerra de los Seis Días.

La próxima parada de Trump en su primera gira como presidente es el Vaticano, donde se reunirá con el Papa Francisco.