Economía

UE y Japón crean la mayor zona económica abierta del mundo frente al proteccionismo de EEUU

En tanto, el jefe de la Fed, Jerome Powell, advirtió los efectos de los aranceles de Trump e insistió en que se requiere un alza “gradual” de tasas.

Por: María Gabriela Arteaga | Publicado: Miércoles 18 de julio de 2018 a las 04:00 hrs.
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En medio de las tensiones comerciales con Estados Unidos por las políticas proteccionistas del presidente Donald Trump, Japón y la Unión Europea (UE) sellaron ayer en Tokio un acuerdo de libre comercio que dará lugar a la mayor zona económica abierta del mundo.

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El grupo de los 28 y la tercera economía del planeta firmaron su propio Acuerdo de Asociación Económica -que ya habían adelantado en diciembre- en una ceremonia de alto valor simbólico y que fue aprovechada por sus respectivos líderes para defender la importancia de los mercados abiertos.

En una declaración conjunta, el primer ministro nipón, Shinzo Abe, y los presidentes de la Comisión Europea y del Consejo Europeo, Jean-Claude Juncker y Donald Tusk, calificaron el pacto como “ambicioso”. También señalaron que su firma “envía un poderoso mensaje para promover el comercio libre y basado en reglas justas, y en contra del proteccionismo”.

Puntos del acuerdo

La postura de Trump y el Brexit sirvieron de catalizador para que Japón y la UE resolvieran los puntos más álgidos, y lograran sacar adelante un pacto comercial que hasta fines de 2016 sumaba tres años de arduas negociaciones.

Por un lado, dieron luz verde a la apertura del mercado agrícola nipón (que también incluye otros productos alimentarios y de origen ganadero) y, por el otro, aceptaron el levantamiento de los aranceles que Europa aplica a las importaciones de autos desde la nación asiática.

En particular, Bruselas eliminará el cobro de 10% con que grava a los vehículos nipones durante ocho años, mientras que Tokio levantará sus aranceles sobre el vino y recortará o eliminará los que aplica a productos como el queso y la carne porcina.

Según datos de la CE, el intercambio comercial bilateral supone 86 mil millones de euros (US$ 100 mil millones) al año y generan 600 mil empleos en el bloque.

Para que entre en vigor, aún es necesario que el pacto sea ratificado en los parlamentos nacionales y en la Eurocámara, un proceso que podría alargarse hasta 2019. También que Tokio y Bruselas acuerden el mecanismo para solventar disputas.

La UE y Japón firmaron además un acuerdo de cooperación en seguridad, defensa de derechos humanos, cultura, educación y cambio climático.

Impacto de la guerra

Washington no reaccionó a la firma del pacto, pero el presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, advirtió que las crecientes tensiones comerciales podrían afectar el crecimiento del país si la situación desencadena en aranceles más altos a largo plazo. También aseguró que no ve a la UE como un “enemigo”, en contraste con lo expresado por Trump.

Aunque Powell expresó su confianza sobre la fortaleza de la economía de EEUU, sí reconoció que el proteccionismo podría afectar el crecimiento y socavar los salarios.

Señaló: “En general, los países que han permanecido abiertos al comercio, que no han erigido barreras como los aranceles, han crecido más rápido. Han tenido mayores ingresos, mayor productividad. Los que han tomado una dirección más proteccionista han empeorado”.

Aun así, destacó que el mercado laboral estadounidense (que cuenta con un desempleo en mínimos de 18 años y una inflación cerca de la meta del 2%) ha seguido fortaleciéndose y que “por ahora” prevén “seguir aumentando gradualmente” las tasas de interés.

Sus comentarios coinciden con la posición de economistas y autoridades políticas que advierten que las tensiones comerciales amenazan con golpear el crecimiento global. El lunes, el Fondo Monetario Internacional (FMI) actualizó sus proyecciones de crecimiento y estimó que el dato mundial podría caer alrededor de un 0,5% por debajo de lo previsto para 2020.

Republicanos obligan a Trump a dar pie atrás y criticar a Putin

El presidente Donald Trump intentó ayer calmar la tormenta que desató su incapacidad de responsabilizar al mandatario ruso, Vladimir Putin, por inmiscuirse en las elecciones estadounidenses de 2016, diciendo que se había equivocado en sus apreciaciones durante la conferencia de prensa conjunta que ambos mandatarios ofrecieron en Helsinki el lunes.
"Mis colaboradores se me acercaron y otras personas más, que estiman que lo hizo Rusia", dijo Trump en esa oportunidad junto a Putin. "Estoy con el presidente Putin, él dice que no fue Rusia. Yo diré esto: no veo razón ninguna razón para que esto sea así".
Sin embargo ayer, frente a periodistas en la Casa Blanca, dijo que había errado al emitir su comentario y que más bien quiso decir que no veía ninguna razón por la cual no sería el Kremlin. "He dicho esto muchas veces", aseveró. "Acepto la conclusión de nuestros servicios de inteligencia de que se produjo la intromisión de Rusia en las elecciones de 2016. Podrían ser otras personas también. Mucha gente por ahí".
Aun así, consideró que las acciones rusas no tuvieron un impacto real en el resultado y que su gobierno trabajará agresivamente para proteger las legislativas de noviembre de este año.
El éxito de su partido para esos comicios está, por ahora, en peligro, por cuanto son cada vez más los republicanos que se han ido alejando del jefe de Estado.
La cumbre con Putin sumó más incomodidad dentro del partido conservador, que ha venido enfrentándose, entre otros temas, por la posición proteccionista de Trump en materia económica y la aplicación de aranceles a los históricos socios comerciales. Un grupo de legisladores pedía ayer sanciones más duras y otras acciones para castigar a Rusia.
Así, los demócratas tienen la mirada puesta en la recuperación del control de ambas cámaras dentro de cuatro meses, lo que complicaría aún más la segunda mitad del mandato del actual jefe de Estado.

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