Economía

Un optimista BCE anuncia que empezará a comprar bonos el lunes

El emisor revisó al alza las perspectivas de crecimiento de la eurozona a 1,5% para 2015 y 1,9% para 2016.

Por: Ainhoa Murga | Publicado: Viernes 6 de marzo de 2015 a las 04:00 hrs.
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A seis semanas de anunciar un giro definitivo en la política monetaria de la eurozona, las cifras macroeconómicas registradas en enero y febrero respaldaron ayer el optimismo con que el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, afirmó que la región ha encontrado la senda de la recuperación.

Parece que la primavera (boreal) pondrá fin al largo inverno causado por los seis años de crisis en la región.

La crisis financiera y soberana ha llevado a la economía de la eurozona a un nivel inferior al que tenía cuando colapsó el banco de inversión estadounidense Lehman Brothers hace casi siete años. Pese al riesgo geopolítico generado por la tensión con Grecia y el conflicto en la frontera oriental de la Unión Europea, y el distinto ritmo al que se desempeñan las economías del bloque, los economistas del BCE creen que la zona euro puede dejar atrás el estancamiento.

Y la estimación preliminar de Eurostat avala su positivismo: el Producto Interno Bruto de la eurozona creció 0,3% anual en el último trimestre de 2014, "por encima de lo estimado", apuntó Draghi.

Mejores previsiones

Tras la reunión de política monetaria celebrada ayer en Nicosia (Chipre), el organismo elevó sus estimaciones de crecimiento para el bloque monetario a 1,5% en 2015 y 1,9% en 2016, una mejora apreciable respecto a las proyecciones de hace tres meses. La entidad indicó, además, que para 2017 se espera un crecimiento de 2,1%.

"Nuestras decisiones de política monetaria han funcionado y, con cierto nivel de satisfacción, el consejo de gobierno lo ha reconocido", aseguró Draghi en la rueda de prensa posterior a la reunión. "Vemos que los objetivos se van cumpliendo gradualmente".

Para el economista de ING DiBa Bank, Carsten Brzeski, "ha sido el discurso más positivo y optimista en mucho tiempo. Palabras como 'ensanchar' o 'fortalecimiento' no se han utilizado en combinación con la recuperación de la eurozona desde hace tiempo", consignó Financial Times.

El banco central revisó a la baja el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de este año hasta 0%, para reflejar el desplome del precio del petróleo. Para 2016, en cambio, revisó su estimación previa al alza, hasta 1,5%, confiando en el impacto de sus políticas monetarias. Para 2017, el BCE estima que la inflación llegue a 1,8%, en línea con su meta de "cercano pero por debajo de 2%" anual.

Las nuevas proyecciones del BCE reflejan "el favorable impacto del menor precio del petróleo, el euro más débil y el efecto de la reciente medida de política monetaria del emisor", dijo Draghi y subrayó que este es el último estímulo que aplicará y que la recuperación depende ahora de otros actores. Este aviso del banquero italiano iba para los gobiernos de la eurozona: es necesario que ejecuten las reformas estructurales pendientes, de ello depende la recuperación sólida. Se requiere mejora en la productividad y en el empleo y, para ello, "es muy importante aplicar reformas estructurales de forma efectiva y de forma rápida para adelantar la recuperación económica", enfatizó Draghi.

Sin sorpresa para los expertos, el consejo de gobierno del BCE decidió mantener en 0,05% el tipo de interés aplicable a las operaciones principales de financiamiento, el nivel en que permanece desde septiembre del año pasado. De igual forma, mantuvo sin cambios el tipo aplicable a la facilidad marginal de crédito y la facilidad de depósito, en 0,30% y -0,20%, respectivamente.

Inicio del QE

Limitado por el bajo tipo de interés, a un nivel históricamente bajo, el emisor europeo anunció a fines de enero un programa de compra de deuda que inyectará al sistema financiero hasta septiembre del próximo año más de 1 billón (millón de millones) de euros para estimular la economía y lograr el deseado repunte de la inflación.

El plan del BCE, que partirá el próximo lunes pese a la fiera resistencia de Alemania, persigue el "rebote de la inflación" y, según indicó Draghi, "ya se ha observado un número significativo de efectos positivos", destacando la mejora en las condiciones de financiación para empresas y hogares.

El mercado esperaba con especial interés la reunión de ayer, ya que el organismo revelaría más detalles de este plan de alivio cuantitativo (QE, su sigla en inglés). Desde que se anunció el QE, la demanda de deuda soberana se ha disparado rebajando su rentabilidad a mínimos históricos en el caso de Italia, España y Portugal esta semana, y el euro ha caído a mínimos de once años frente al dólar.

El BCE confirmó que el programa de compra de deuda podría extenderse más allá de septiembre de 2016, si consideran que no se ha logrado un ajuste sostenible de la inflación.

Por otro lado, indicó que el rango de instrumentos que abarcará el programa de estímulo podría llegar hasta los bonos con rendimiento negativo con el límite de la tasa de facilidad de depósitos; es decir, no comprará títulos con una rentabilidad inferior a -0,2%.

Banco de Inglaterra: 6 años sin modificar la tasa de interés
Seis años después de su implantación, el Banco de Inglaterra (BoE, su sigla en inglés) decidió ayer mantener su tasa de interés de referencia en 0,5%, el nivel en el que ha permanecido desde el punto álgido de la crisis financiera.
Este mes el emisor británico se ajustó a lo previsto por los economistas, aunque la mejora de la economía sugiere que podría empezar a subir las tasas de referencia en los próximos meses, pero ninguno de los economistas sondeados por Reuters espera que opte cambiar la dirección de su política monetaria antes de las elecciones nacionales del 7 de mayo.
Los expertos señalan, sin embargo, que la reducida inflación arroja señales de que la decisión debería producirse más pronto que tarde. La institución tampoco modificó su programa de compra de activos, al que ha destinado 375.000 millones de libras (más de US$ 571 mil millones).

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