Economía

Desplome económico, intento de reactivación y contagios al alza: los primeros 100 días de cuarentena en Perú

En abril el país sufrió la peor contracción del PIB en 100 años, de 40,5%, y para el año la caída sería del orden de 12%. En paralelo, el gobierno diseñó un plan de reapertura que, en medio de tropiezos, pretende comenzar su última etapa en agosto.

Por: Montserrat Toledo | Publicado: Martes 23 de junio de 2020 a las 15:55 hrs.
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Foto: Bloomberg
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El 15 de marzo, cuando había 71 personas contagiadas de Covid-19 en Perú, el presidente Martín Vizcarra decretó estado de emergencia nacional, y con ello aislamiento social obligatorio por dos semanas en todo el país. Desde las 11:59 de esa noche, los peruanos solo podían salir de sus casas a comprar comida, por motivos de salud y para adquirir bienes básicos.

Hoy se cumplen 100 días de ese mensaje y de cuarentena en Perú, pero los contagios y fallecidos siguen aumentando y el país se encuentra sexto en el mundo con el mayor número de infecciones, que ya superan las 257 mil.

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Perú fue de los primeros en la región en adoptar medidas tan drásticas, y economistas de Moody's, Credicorp Capital, JPMorgan y Oxford Economics coinciden en que la acción fue oportuna y necesaria en ese momento, pero evidencian problemas que han impedido una adecuada ejecución.

Para Diego Pereira, economista jefe de JPMorgan para Argentina, Chile, Perú, Paraguay y Uruguay, "la cuarentena total fue la reacción inicial óptima para un país con la capacidad fiscal necesaria al momento de su implementación", y califica de "oportuna" la reacción de política fiscal y monetaria, que ha comprometido recursos por más del 16% del PIB.

Pero afirma que el problema es "la eficacia de las instituciones estatales y la informalidad imperante en la economía", ya que lo primero implicó que la ayuda económica demorara en llegar, y con una informalidad de más del 70% del mercado laboral, "un sector mayoritario no se vio en condiciones de mantener las medidas de distancia social necesarias, lo cual aceleró los casos y hospitalizaciones".

En una línea similar, la economista para América Latina de Oxford Economics, Pamela Ramos, señala que "los resultados de una estrategia de confinamiento estricta se han visto en parte mermados por el subdesarrollo del sistema de salud, altos niveles de informalidad, y problemas con la provisión de servicios básicos".

El analista de Moody's para Perú, Jaime Reusche, destaca la rápida reacción del gobierno, pero comenta que "la situación resalta el problema que hay en el país en cuanto a la ejecución de las buenas políticas. Se adoptan buenas políticas pero no se implementan".

Daniel Velandia, economista jefe de Credicorp Capital, coincide y califica como "bastante positivas" las acciones de gasto público, medidas crediticias y monetarias adoptadas, pero advierte que "estamos teniendo una mezcla bien negativa en Perú, que refleja en un mal desempeño de las curvas de la pandemia y en una situación bastante negativa para la actividad económica".

El brote todavía no ha sido controlado y la economía ya ha acusado consecuencias catastróficas. En abril el PIB se desplomó 40,5%, y para 2020 el banco central proyecta una contracción de 12,5%, la peor caída en 100 años.

JPMorgan prevé que el Producto se hunda 12,7% este año con riesgos a la baja, mientras que Oxford Economics espera una contracción de 12,5%. Credicorp, en tanto, estima que el PIB caiga 11% con riesgos a la baja, y Moody's ve que lo haga 9,3%.

El camino a la reactivación
En estos 100 días se han flexibilizado ciertas medidas, y el gobierno diseñó un plan de reactivación en cuatro fases hasta agosto, que comenzó el 1 de mayo. En esa primera etapa había actividades que podían regresar, pero para hacerlo las empresas debían elaborar su propio protocolo de trabajo -dentro de un marco del Ministerio de Salud- que debía ser inscrito y autorizado por el sector respectivo y por las autoridades sanitarias.

El director del Instituto de Investigación y Desarrollo de Comercio Exterior de la Cámara de Comercio de Lima, Carlos Posada, explica que el proceso fue engorroso, y califica como un "grave error" que cada sector haya tendido que ser responsable de sacar los protocolos específicos por actividad, lo que retrasó la reactivación.

"Era muy complicado obtener las autorizaciones porque como era evidente, muchas empresas decidieron iniciar actividades apenas salía la autorización de las fases, con lo cual los sistemas colapsaron. y además este doble procedimiento de inscripción era totalmente innecesario", asegura.

Debido a la demora inicial, para la segunda etapa -que comenzó el 1 de junio- se simplificó y automatizó el proceso, y las empresas operativas deben estar preparadas para recibir una fiscalización posterior en cualquier momento.

A juicio de Velandia, "sigue habiendo muchas complicaciones en el manejo de los protocolos, en la reactivación, en los permisos que se requieren, entonces Perú sí está reabriendo, pero creemos que va a ser un proceso lento".

El analista de Moody's, en tanto, enfatiza que "nuevamente tenemos un muy buen plan, que está bastante bien articulado, pero que muy probablemente va a encontrar riesgos en la implementación".

Posada destaca que "hoy día ya tienes incluidas una serie de actividades que en realidad estaban programadas para la tercera fase, que evidencian la necesidad de tener que reactivar un montón de sectores que están paralizados para dar trabajo, pero que a la vez automáticamente te quitan cualquier justificación para mantener la cuarentena".

En lo inmediato, la cuarentena se debería levantar el 30 de junio y la próxima fase -la tercera- debería comenzar al día siguiente, el 1 de julio.

¿Y lo que viene?
La proyección más tímida para el próximo año es de Velandia, quien dice que "si las cosas se hacen relativamente bien, un rango entre 5% y 6% puede tener sentido". Sin embargo, recuerda que en abril hay elecciones en el país, las que "suelen generar volatilidad e incertidumbre en los agentes económicos y eso puede hacer un poco más lenta la recuperación".

Pereira de JPMorgan proyecta que en la segunda mitad del año comenzará una recuperación "relativamente fuerte", lo que podría llevar a la economía a crecer 7,9% en 2021, cifra que podría revisarse al alza si la inversión pública se ejecuta con eficacia, explica. En el mismo rango, Reusche espera un crecimiento de 8% para el PIB del país el año entrante.

El mayor rebote es el previsto por Oxford Economics, de 13,6% el próximo año, pero Ramos advierte que "aun así la economía no recuperará sus niveles pre-pandemia hasta antes de finales de 2021".

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