Economía

Economía de Brasil se contrae y aviva temores de una nueva recesión

El primer resultado negativo desde 2016 marca el inicio del gobierno de Bolsonaro, que no ha logrado que su reforma de pensiones avance en el Congreso.

Por: María Gabriela Arteaga | Publicado: Viernes 31 de mayo de 2019 a las 04:00 hrs.
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El gobierno de Jair Bolsonaro en Brasil comenzó con mal pie. La economía se contrajo en el primer trimestre, lo que podría significar un duro golpe para el jefe de Estado que aún no logra que su polémica reforma de pensiones avance en el Congreso, lo que va dejando atrás sus planes de impulsar el crecimiento de la primera economía latinoamericana.

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El Producto Interno Bruto cayó 0,2% entre enero y marzo frente a los tres meses previos, siendo la primera contracción desde 2016 y elevando los temores de que el gigante sudamericano vuelva a caer en recesión, a sólo dos años de atravesar la peor crisis económica de su historia reciente.

La revisión en detalle de las cifras del Instituto Brasileño de Geografia y Estadística (IBGE) mostró que el consumo doméstico de hogares y del gobierno fue relativamente fuerte, pero la debilidad estuvo en la inversión y las exportaciones, que se contrajeron durante el período.

Según Capital Economics, el declive es “resultado de factores temporales, que incluyen un fuerte retroceso en la producción de mineral de hierro” y en su exportación, afectada por el colapso de una represa minera.

A ello se suma la prolongada recesión en la vecina Argentina, que está minando la demanda de exportaciones de automóviles brasileños. Bloomberg destacó que la industria local se contrajo en los primeros tres meses, producto de una caída de 6,3% en las industrias extractivas, su punto más bajo en una década.

Y el trimestre que está en curso tampoco es esperanzador. Capital Economics ya ve señales de que el crecimiento entre abril y junio será débil y de que “hay un riesgo real de que la economía caiga en recesión técnica. Ello podría traer el recorte de tasas a la agenda” del banco central.

Así, el optimismo de que Bolsonaro desbloqueara rápidamente el crecimiento de la nación se enfrenta a la dura realidad de las largas negociaciones entre el Congreso y su inexperta administración para avanzar en los proyectos legales.

Si bien el presidente ha mostrado recientemente signos de pragmatismo, su reforma previsional podría no recibir luz verde antes de que finalice el año. Lo que está en juego es la aprobación de medidas de austeridad clave que los inversionistas consideran cruciales para reducir la deuda y hacer que la primera economía de la región recupere el rumbo.

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Reforma en vilo

Las expectativas del mercado apuntaban a que Bolsonaro y su equipo económico, liderado por el ministro de Economía Paulo Guedes, lograrían atraer inversión con su agenda liberal y que así reavivaría el crecimiento del gigante amazónico.

La mirada estaba puesta en la propuesta de reforma de pensiones con la que buscaban ahorrar, en su forma original, 1 billón (millón de millones) de reales (US$ 254 mil millones) en una década. Pero la infalible lucha política que ha surgido en Brasilia ha comenzado a golpear la confianza.

“Un tema central (...) es la disminución de la confianza empresarial como resultado de las cambiantes señales del gobierno y los errores políticos en que la administración ha estado incurriendo ”, dijo Zeina Latif, economista jefe de XP Investimentos en São Paulo, al diario británico FT.

Esta semana, Guedes amenazó con la posibilidad de abandonar su cargo si es que el proyecto de ley sufre demasiados cambios en su paso por el Legislativo. Por su parte, aunque Bolsonaro aseguró que su “matrimonio” con su mano derecha “sigue más fuerte que nunca”, también apuntó a que ningún funcionario es indispensable.

En tanto, algunos partidarios del gobierno han pedido el cierre tanto del Congreso como del Tribunal Supremo, y han atacado verbalmente a miembros de la administración.

Indicadores débiles

Al enrarecido y tenso clima político se suma una serie de indicadores económicos débiles, como es el caso de la producción industrial que cayó 2,2% en el primer trimestre, y del sector servicios en general que ha disminuido un 1,7%.

Por ello, economistas pronostican que el crecimiento del país este año será de 1,2%, muy por debajo del 2,6% estimado en enero, según el Boletín Focus del banco central. Pero, aún así, algunos expertos creen que la expansión puede empezar a recuperarse en la segunda mitad del año.

“Mientras más se tarden en solucionar el problema, más va a costar que la economía se recupere, más frágil será la economía y más sensible a los choques negativos”, dijo Marcos Lisboa, economista de la escuela de negocios Insper.

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