Economía

El auge de la inversión pasiva asesta un golpe a los grandes bancos de inversión de Wall Street

Entidades como Goldman Sachs están dejando atrás el glamoroso mundo del trading de acciones y bonos por actividades más mundanas, como los créditos de consumo y tarjetas.

Por: Marcela Vélez-Plickert | Publicado: Viernes 26 de abril de 2019 a las 12:47 hrs.
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Es una señal del cambio dramático que está viviendo la industria. Junto a resultados decepcionantes para el primer trimestre, Goldman Sachs, parte de la realeza de Wall Street, anunció un giro en el foco de su negocio: pasar de asesorar megafusiones y transar en los mercados de capitales a enfocarse en la banca de consumidor.

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Tras reportar una caída de 24% en los ingresos de su negocio de trading, Goldman Sachs anunció que se concentrará en desarrollar su banco retail, Marcus. A lo que se suma el reciente lanzamiento de una tarjeta de crédito junto a Apple.

Goldman no es el único herido por la dramática caída que han sufrido las comisiones por operaciones en bolsa, consecuencia de la migración de miles de inversionistas a plataformas directas y fondos pasivos, que requieren escasa o ninguna intermediación para las operaciones.

A pesar de sus buenos resultados en lo general, JPMorgan registró una caída de 13% en sus ingresos por transar acciones en el primer trimestre, Citi un 24% y en el caso de BofA la caída fue de 22%. En Europa, el francés Sociéte Generale anunció a principios de mes que recortará 1.600 puestos de trabajo, de los cuales 1.200 corresponderán a su unidad de corretaje, tras el deterioro en sus ingresos.

A diferencia de los fondos pasivos, que ofrecen a inversionistas retail portafolios diversificados, a través de replicar un índice, los fondos activos tratan de obtener mayores retornos al escoger discrecionalmente un conjunto de activos. Esto genera mayores costos, por ejemplo, en análisis de acciones y tendencias de mercado.

"La tendencia comenzó hace algún tiempo. El desarrollo de la tecnología, y el uso de algoritmos, hace que la inversión dependa menos de la interferencia humana", explica Axel Pierron, cofundador de la consultora financiera Opimas. A esto, agrega, se sumó un creciente cuestionamiento a los rendimientos de los fondos activos, "porque difícilmente superan a los índices de referencia". Especialmente en el largo plazo.

Las bajas comisiones de estrategias pasivas de inversión, como fondos mutuos y ETFs (fondos que se transan en bolsa), han atraído miles de millones de dólares tanto de inversionistas retail como de institucionales. Según un estudio del BIS, a junio de 2017, los fondos pasivos acumulaban activos por US$ 8 billones (millones de millones), o un 20% de los activos totales bajo administración de fondos de inversión.

Diferencias por regiones

Moody's calcula que hacia fines de 2018 los fondos pasivos representaban el 36,7% del mercado total en Estados Unidos. En Europa, la participación de los fondos que siguen índices es de 14,5%, según la calificadora. La cifra podría aumentar a 25% hacia 2025. En el caso de EEUU, en 2021, los fondos pasivos podrían superar en participación de mercado a los activos. Morningstar, por su parte, cree que este hito podría ocurrir este mismo año.

Hay varios factores que han incentivado el auge de la inversión en fondos pasivos: las críticas a los excesos de traders y grandes bancos de inversión tras la crisis financiera, cambios regulatorios, y la expansión de aplicaciones y plataformas digitales.

Para sus defensores, instrumentos como los ETFs y fondos mutuos han democratizado el acceso a activos financieros antes reservados a inversionistas de mayores ingresos. Para sus detractores, el que los inversionistas opten cada vez más por instrumentos pasivos crea distorsiones en el mercado.

Por ahora el Bundesbank no ve un riesgo de tales distorsiones en el mercado. Pero, en un análisis publicado en octubre pasado, el emisor alemán advirtió que los inversionistas en ETF son especialmente vulnerables a sufrir pérdidas en momentos de alta volatilidad en el mercado. De todas formas, su presidente, Jens Weidmann, invierte básicamente en dos ETF: uno mundial y otro que sigue el DAX.

En el caso de Latinoamérica, los ETF aún no tienen la expansión que se registra en Estados Unidos, Europa o Japón. De todas formas, estos instrumentos concentran el 30% de la inversión internacional desde la región, afirma Nicolás Gómez, Head of Latin America e Iberia iShares de Blackrock.

Cambios en la industria

La idea de invertir a largo plazo, a bajo costo, de forma directa (y muchas veces móvil), y sin preocuparse de tener que seguir los vaivenes de los precios de una determinada acción en la bolsa es cada vez más atractiva, y no solo para inversionistas retail. El Banco de Japón inició sus inversiones en ETF pasivos hace una década y hoy controla el 80% de los activos accionarios de ETFs japoneses.

De parte de los grandes de Wall Street, JPMorgan ha tomado la delantera con el lanzamiento, hace un año, de una serie de ETFs de bajo costo. Tanto que, en algunas de sus categorías, los ETFs del banco, ícono de Wall Street, son los más baratos del mercado.

"Estamos hace rato en un ambiente de bajas comisiones y creo que bajarán aún más", afirma Pierron, quien cree que esta es solo una de las consecuencias de la disrupción tecnológica que ya está generando cambios estructurales en la industria financiera. En 2017, en un reporte para Opimas, Pierron y su equipo alertaron que 230 mil empleos desaparecerán de la industria financiera a 2025. Dos años después, Pierron cree que el impacto "será mayor". Las áreas de trading y administración de activos aparecen como las más golpeadas: "Si uno lee con atención los resultados de Goldman Sachs, se puede dar cuenta de que lo que están diciendo es que la era de la banca de inversión llegó a su fin".

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