Economía

El (casi) siempre ganador Warren Buffett ahora está menos optimista de sus inversiones

El tercer hombre más rico del mundo dice que sigue al timón de Berkshire porque "me encanta lo que hago y la gente con la que trabajo. Vamos a ver partidos de béisbol juntos", dice entusiasmado.

Por: Financial Times | Publicado: Viernes 26 de abril de 2019 a las 08:20 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

En los últimos 54 años, la rentabilidad de la acción de Berkshire Hathaway, la compañía de Warren Buffett, ha superado a la del S&P 500 en casi 2,5 millones de puntos porcentuales, pero en la última década se ha quedado rezagada: ha subido un 140% frente al 220% del S&P 500.

En una entrevista con Financial Times, se le preguntó a Buffett si recomendaría que a un niño le compraran acciones de Berkshire o de un fondo vinculado al S&P. Contestó: "Creo que el resultado sería muy parecido desde el punto de vista financiero".

¿Está Buffett, a sus 88 años subestimando sus ambiciones? El tercer hombre más rico del mundo dice que sigue al timón de Berkshire porque "me encanta lo que hago y la gente con la que trabajo. Vamos a ver partidos de béisbol juntos", dice entusiasmado.

Su carácter modesto se refleja en su aspecto: "Compro trajes caros, pero parecen baratos cuando los llevo yo", dijo una vez. Y también en la decoración de las oficinas de Berkshire, nada ostentosa. Sus 25 empleados visten de forma informal.

Sin promesas

Uno de sus lemas es no prometer demasiado para no defraudar a sus inversionistas. Después del estallido de la burbuja tecnológica, los analistas preveían que se volvería a invertir en grandes compañías sólidas, pero Buffett pronosticó que esperaba que el crecimiento de la acción de Berkshire superaría ligeramente al del S&P en la próxima década.

Veinte años después sigue teniendo la misma opinión y cree que su empresa es una de las opciones más seguras. Pero Berkshire invierte en grandes compañías de sectores como la energía y las finanzas en los que hay mucha competencia y nunca ha tenido una rentabilidad inferior a la media durante tanto tiempo.

Todo esto plantea dos preguntas. ¿Por qué invertir en Berkshire Hathaway si no enriquece a sus accionistas más que si invirtieran en otra empresa? ¿Y qué quiere enseñarnos el sabio de Omaha?

Cada cierto tiempo, cuando una de las inversiones sale mal, los medios de comunicación se preguntan si la estrategia de Warren Buffett se ha quedado desfasada. Así ocurrió con Kraft Heinz hace poco y con IBM hace unos años. Por lo general se trata de malentendidos. De hecho, en la década de los sesenta, Berkshire no hacía más que acumular malentendidos y empresas infravaloradas.

Hoy en día Buffett utiliza una fórmula muy distinta: 1. Compra empresas a precios asequibles, financiadas con deuda muy barata. 2. Administra el dinero que den esas compañías, sacándolo de las firmas que no crezcan para invertirlo en las que sí, todo bajo el paraguas de Berkshire. 3. Invierte parte del capital sobrante en acciones cotizadas de calidad. 4. Coloca el resto en bonos del Tesoro y efectivo, para cuando se presente el próximo acuerdo. El éxito del Berkshire moderno reside en que no existe ningún "toque mágico".

La última gran idea de Buffett es comprar Apple. "Todo el mundo conoce los valores comercializables", apunta. Pero "lo complicado de comprar empresas privadas no es escoger las mejores, sino esperar a que las buenas salgan a la venta".

Buffett cree que ha construido un negocio en Berkshire en el que las acciones son la principal característica de las empresas que le gusta comprar. "Tengo un negocio interesante. Es sencillo. Siempre le digo a la gente que no hace falta ser un genio para gestionar una empresa".

Con 700.000 millones de dólares de activos, de los cuales 112.000 millones son en efectivo, sólo una enorme inversión puede mejorar significativamente los beneficios de Berkshire. Las acciones cotizadas que puede comprar no superan el centenar, dice.

Una empresa con una valoración de miles de millones de dólares que incremente su valor un 50% tampoco tiene sentido: "Ganar 500 millones de dólares suena muy bien y 1.000 millones parece una gran inversión, pero 500 millones es menos de un 10% de los activos de Berkshire, recuerda Buffett.

También descarta comprar empresas que necesiten ayuda. "Hace una semana vino una mujer que quería vender su negocio y le dije, "si tienes una empresa, mi consejo es que te quedes con ella", relata.

Berkshire tiene suficiente poder como para comprar grandes empresas cotizadas, pero ahora lo tiene más difícil por el auge del capital riesgo.

Buffett calcula que las empresas del capital riesgo pueden contar con 1,2 billones de dólares de inversores, una cantidad que se puede duplicar recurriendo a deuda.

En 2014, los accionistas de Berkshire rechazaron la propuesta de que la empresa empezara a pagar dividendos. Pero en aquel momento, la empresa tenía mucha menos liquidez.

Ahora los analistas se preguntan qué pensarían los accionistas si Buffett no estuviera. Dado que las crisis no se suceden con tanta frecuencia, es probable que cuando llegue la próxima, haya otra persona al frente de Berkshire Hathaway. "No me inquieta la idea de morir", dice Buffett.

"Tampoco me apetece dejar de trabajar. Tengo la sensación de estar de vacaciones todos los días. Si quisiera irme a algún sitio iría, pero para mí esto es el paraíso. Me lo paso mejor aquí que cualquier persona de 88 años", asegura.

Lo más leído