ISM manufacturero de EEUU muestra tercer mes seguido de contracción

Un indicador de la fabricación en EEUU cumplió las estimaciones y arrojó que el sector se contrajo en octubre por tercer mes consecutivo, con la producción en su nivel más débil desde la última recesión.

El índice del Instituto para la Gestión del Abastecimiento (ISM, sigla en inglés) aumentó a 48,3 desde el mínimo de 10 años de 47,8 del mes anterior, en comparación con la proyección media de 48,9.

El informe de este viernes mostró que tres de los cinco componentes (nuevos pedidos, empleo e inventarios) aumentaron desde septiembre, pero se mantuvieron por debajo de 50, la línea que separa la expansión de la contracción.

El componente de producción cayó a 46,2 en una cuarta baja consecutiva, aunque eso puede reflejar el impacto de la huelga de seis semanas de los trabajadores de General Motors durante el mes.

Los inversionistas pueden haberse centrado en los aumentos de los componentes y el alivio de que el informe no fuera peor. Las acciones de EEUU extendieron las ganancias después del informe, con las compañías de energía, industriales y de materiales liderando los avances en el índice S&P 500 hacia un cierre récord. El rendimiento del Tesoro a 10 años aumentó.

La lectura destaca los desafíos para un sector manufacturero que enfrenta vientos en contra, desde las continuas tensiones comerciales con China hasta la desaceleración del crecimiento global y la fortaleza del dólar.

Eso obligó a algunos productores a reducir la contratación y retrasar la inversión, aunque el desempleo cerca de un mínimo de mediados de siglo y una expansión estable muestran que la inestabilidad del sector no está descarrilando la economía más grande del mundo.

Doce de 18 industrias informaron contracción, incluidos metales primarios y equipos eléctricos, informó ISM en un comunicado.

El comercio mundial siguió siendo el mayor problema en todas las industrias, y el equipo de transporte estuvo especialmente débil.

Varios encuestados comentaron sobre la huelga de GM y el mantenimiento en tierra del avión 737 Max de Boeing como factores que probablemente influyeron en las lecturas de empleo, producción y nuevos pedidos, según Timothy Fiore, presidente del comité de encuestas de fabricación de ISM. "Si ninguno de estos problemas existiera, en realidad habría brindado un apoyo positivo al PMI e incluso podría haberlo levantado varios puntos", dijo en una llamada a los periodistas.

El indicador de empleo de ISM se recuperó de un mínimo de tres años a 47,7, lo que sugiere que las compañías continúan recortando personal pero a un ritmo más lento. El informe del Departamento de Trabajo del viernes mostró que el empleo en la fábrica registró una segunda caída consecutiva en octubre, impulsada por la huelga de GM, aunque las nóminas en EEUU subieron.

Si bien la fabricación solo representa 11% del PIB, la preocupación es que el deterioro del sector podría extenderse. El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dijo el miércoles que los consumidores no han mostrado signos de verse afectados por la debilidad de fabricación.

Ha habido indicios de resistencia para los productores estadounidenses que habían estado en recesión a principios de este año.

El indicador de producción industrial de la Fed aumentó a una tasa anual de 1,2% en el tercer trimestre luego de caídas de aproximadamente 2% en el primer y segundo trimestre.

Las corrientes cruzadas para las fábricas eran visibles en los datos comerciales de ISM, y la medida para las importaciones disminuyó a un mínimo de 10 años de 45,3.

Mientras tanto, el índice de pedidos de exportación, un indicador de la demanda en el extranjero, se recuperó de un mínimo de 10 años con su mayor salto desde 2011. Eso lo llevó a 50,4, de nuevo en zona de expansión, por primera vez desde junio y convirtiéndolo en el único submedidor que está por encima de esa línea divisoria en octubre.

Los nuevos pedidos aumentaron a 49,1, y las medidas de los inventarios de clientes y negocios también aumentaron. El índice de entregas de proveedores cayó al nivel más bajo desde febrero de 2016.

El índice de precios pagados del ISM se hundió aún más por debajo de 50, lo que sugiere que las presiones inflacionarias siguen siendo moderadas.