Economía

Javier Alvaredo: “Para hacer una proyección de corto plazo en Argentina es fundamental saber si se puede vivir o no en default”

El economista dice que hay que esperar para ver si la nueva ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva logra que la economía rebote y para saber qué se hará con los recursos fiscales adicionales.

Por: Rocío Vargas Suárez | Publicado: Lunes 6 de enero de 2020 a las 04:00 hrs.
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La ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva marcó la llegada de Alberto Fernández a la Casa Rosada. El plan que prioriza la seguridad social y aplica impuestos de 30% a la compra de divisas y artículos en el extranjero, entre otros focos, son “el punto de partida para ordenar las cuentas públicas” en palabras del propio mandatario. Dichas cuentas contemplan una recesión y una inflación que, según distintas consultoras nacionales, fue cercana a 53% durante los 12 meses de 2019; cifra récord desde 1991 cuando el país salió de la hiperinflación.

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En conversación con DF, el execonomista jefe de la Secretaría de Finanzas del Ministerio de Economía de Argentina y socio fundador de la consultora ACM, Javier Alvaredo, enfatizó en que la forma en cómo se lleve a cabo la renegociación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) es clave para develar el panorama de la economía trasandina durante 2020. “Todo va a depender de si la renegociación tiene éxito o no”, dijo.

Reactivación económica

- ¿Cuál es su visión respecto a la nueva ley impulsada por el gobierno?

- Me parece que el abordaje es adecuado. Es bastante rudimentario, en el sentido de que busca atacar problemas de muy corto plazo, pero al mismo tiempo busca dar señales muy claras de que Argentina está dispuesta. De todas formas, diría que no hay mucho abordaje de cuestiones de mediano y largo plazo.

- ¿Cómo cree que avanzará la aplicación de estas medidas?

- Hay que ver si se logra que la economía rebote algo. Ver qué hace el gobierno con los recursos fiscales adicionales. Si los ahorra, si los gasta en gasto corriente o gasto de capital (…) El gasto de capital tuvo un ajuste muy fuerte en los últimos dos años del gobierno anterior. No estaría mal darle cierto impulso. Y falta ver también el capítulo de la moratoria tributaria, porque claramente muchas empresas quedaron con un estrés tributario muy importante, y habrá que ver qué sucede por el lado del crédito.

- ¿Cómo cree que se va a llevar a cabo la renegociación de la deuda?

- (El gobierno) va a hacer un esfuerzo fiscal importante. Son más de dos puntos del Producto Interno Bruto (PIB), como para sentarse a negociar tanto con el FMI como con los acreedores en una negociación de buena fe.

- En ese sentido, ¿cómo ve el panorama para la economía argentina durante 2020?

- Para hacer cualquier proyección de corto plazo en Argentina es fundamental saber si se puede vivir o no en default. Con esta iniciativa, el gobierno está jugando decididamente a eludirlo, entonces a partir de ahí, de consolidarse y verificarse en la práctica un escenario de evitar ese default, va a generar una expectativa favorable que, lentamente a la espera de nuevas definiciones, va a permitir poner en marcha algunos sectores rezagados.

Expectativas para 2020

- ¿Qué desafíos podría enfrentar el gobierno en materia económica?

- Si Argentina pudiera de alguna manera salir de la indexación -mirando para atrás en el proceso de desinflación-, yo creo que sería una cosa muy positiva. Pero para eso falta. Falta que el gobierno vaya delineando los puntos de lo que sería esta reforma, saber en qué va a constar el acuerdo económico y social, si permite también desinflar las expectativas inflacionarias. Además, hay que ver qué pasa con los salarios y todas las otras cuestiones de ingreso.

- ¿Y qué fortalezas identifica?

- A corto plazo, lo que sí se ve es que hay un colchón cambiario que se amplificó por el impuesto al atesoramiento y al gasto de divisas en el extranjero; un impuesto que no resulta muy simpático para la clase media, pero muy necesario para un país como Argentina, que gasta sistemáticamente más de 10 puntos del PIB en atesoramiento en gasto de turismo en el exterior. Hay estabilidad cambiaria. El tema de las tarifas puede ayudar por un tiempo. Puede haber un efecto de corto plazo de desinflación, pero siempre con el riesgo de cómo se maneje la situación y las expectativas cuando se acaben esos períodos.

Pero insisto. Si Argentina lograra transitar con éxito el camino de la reestructuración, algo que sea sostenible, que le quite estrés a los requerimientos financieros del gobierno nacional, hay chance de poder armar algo más robusto en términos de control de las variables, porque podría ir acumulando reservas al mismo tiempo que la expansión sea monetaria. Tendría alguna contrapartida en un aumento de la demanda y eso sería de alguna manera virtuoso.

- ¿Cuál sería una meta realista para el país?

- En términos de crecimiento, va a ser muy dependiente de la cosecha. Si no, uno podría esperar algún rebote en términos desestacionalizados, pero no mucho más fuertes como para compensar el arrastre estadístico negativo.

Para la inflación, una meta algo por debajo de 40% sería un buen resultado a estas alturas. Desinflar mucho más fuerte tiene costos en términos de actividad que la situación no sé si amerita o permite. Para mí, sobre todo en un país como Argentina, evitar un default sería una cuestión fundamental. La variable más importante. Una meta realista para el país es ser muy moderado.

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