Economía

Paper de la semana | La pobreza energética como factor de desigualdad de género en Chile

El estudio plantea que las mujeres suelen concentrar las carencias de acceso al sector, principalmente por el tipo de actividades que aún se consideran como labores femeninas.

Por: Rocío Vargas Suárez | Publicado: Lunes 3 de febrero de 2020 a las 04:00 hrs.
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Si bien el principal factor de desigualdad de género es la brecha salarial, existen otras aristas en las que las mujeres se ven perjudicadas respecto a los hombres. Uno de esos puntos es la pobreza energética.

Particularmente en Chile, el acceso a la energía es mucho más limitado para el género femenino que para el masculino, y la investigación ¿La pobreza energética tiene cara de mujer en Chile? plantea que esto no es mera coincidencia.

“La división del trabajo por género se toma en consideración como un elemento clave con respecto a la cantidad de tiempo que una mujer dedica a dos tareas relacionadas con el hogar: el trabajo doméstico no remunerado y el cuidado de las personas dependientes; es decir, más comúnmente niños y ancianos, que han sido clasificados como parte de la población vulnerable”, detalla el texto.

La profesora de la Universidad Alberto Hurtado e investigadora del Núcleo Milenio de Investigación en Energía y Sociedad (Numies), Jorgelina Sannazzaro, fue una de las autoras del estudio -junto a académicas de la Universidad de Chile- y comentó a DF que, en un principio, la falta de información sobre el tema se transformó en un obstáculo.

Sin embargo, este problema “se convirtió en uno de nuestros principales argumentos”.

En esa línea, la también investigadora posdoctoral del Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondecyt), explicó que “mucha de la información que es recabada por parte del Estado se presenta desde la globalidad de los sexos, sin siquiera evidenciar las variables específicas de hombres y mujeres”.

Esto, dijo, genera un sesgo que gatilla la invisibilización de problemáticas que en su mayoría son de las mujeres, “por lo que falla en los diagnósticos, en la formulación de políticas y, por lo tanto, en sus impactos”.

Visión de género

El jefe del Programa de Reducción de Pobreza y Desarrollo Inclusivo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Chile, Rodrigo Herrera, concordó con la necesidad de hacer una distinción entre ambos sexos, debido a que “la energía y sus servicios no impactan de igual manera a hombres y mujeres, por los distintos roles que ambos sexos desempeñan en la sociedad”.

En detalle, Herrera señaló que “en Chile, por ejemplo, son las mujeres las que dedican más tiempo a labores como cocinar, lavar, bañar niños o cuidar adultos mayores. La energía, su calidad y cantidad, determinan la eficiencia y efectividad de sus actividades, impactando sobre la salud de las mujeres que los realizan y se constituyen como un obstáculo para la superación de situaciones de vulnerabilidad y la equidad de género”.

Ambos expertos señalaron que la perspectiva de género como una herramienta de análisis aún está al debe en Chile.

Esto permitiría visualizar “cómo en un contexto de feminización de la pobreza, la escacez energética afecta de forma diferenciada a la población, al considerar la división sexual del trabajo como un elemento clave”, dijo Sannazzaro.

“Nosotras sostenemos que mejorar la situación de las mujeres en cuanto al acceso a energía de calidad, incide directa e indirectamente en otros segmentos de la población (por ejemplo, en sus dependientes)”, agregó.

“Lo importante no es sólo el acceso a la energía sino también a los servicios que ésta presta. Esto puede ser un motor para la reducción de la pobreza, progreso social, equidad, resiliencia, crecimiento económico y sostenibilidad medioambiental. Pero la falta de estos, también puede ser una traba”, complementó Herrera.

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