Economía

Respuesta mundial al coronavirus ya supera los US$ 10 billones y triplica lo destinado a la crisis financiera

Estudio de McKinsey plantea que la forma en que los países emplean los fondos determinará la salida de la crisis.

Por: Montserrat Toledo | Publicado: Lunes 8 de junio de 2020 a las 19:07 hrs.
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Aunque se suele repetir que la respuesta a la pandemia del coronavirus y los planes de estímulo fiscal y monetario no tienen precedentes, no es fácil dimensionar lo que eso significa.

Por lo mismo, la consultora McKinsey realizó el estudio "El rescate de US$ 10 billones: cómo los gobiernos pueden generar impacto", que reveló que las 54 economías más grandes del mundo -que representan 93% del Producto Interno Bruto (PIB) global-, destinaron dicho monto solo en los primeros dos meses de respuesta a la crisis, cifra que triplica lo desembolsado durante la crisis financiera de 2008 y 2009.

Y aunque los paquetes han sido billonarios, están lejos de terminar. "Los países han tendido a intensificar sus intervenciones a medida que la crisis aumenta en gravedad y persisten los bloqueos", señala el artículo, y evidencia que nueve de cada diez naciones consideradas han anunciado al menos una batería adicional de ayuda financiera o de estímulo. Además, dos tercios de los países han anunciado tres o más paquetes, mientras que algunos ya van en su séptima iniciativa de emergencia.

A comienzos de marzo, más de 60% del estímulo total provenía de inyecciones de liquidez, pero en la última revisión de McKinsey más de 90 países habían acordado dichas medidas de política monetaria y eran equivalentes al 15% de la respuesta total, ya que comenzaron a implementarse otras acciones complementarias.

Sin embargo, "solo alrededor de 20% de los gobiernos que analizamos habían tomado medidas dirigidas a la resiliencia a más largo plazo para las personas, como la redistribución de empleos y la recapacitación", advirtió el informe.

En cuanto a apoyar a las empresas, la mayoría se ha centrado en las Pequeñas y Medianas Empresas (PYME), ya que más de 90% de los países ha creado medidas dirigidas específicamente a las firmas de menor tamaño, mientras que más de 50% se ha infocado en el turismo, los viajes y el transporte.

El informe también explica que los programas de estímulo se dividen en los que transfieren valor a las empresas a través de ingresos y los que reducen los costos.

3 arquetipos de respuesta

Según las medidas que han adoptado los países, McKinsey definió tres "arquetipos de respuesta" que "brindan marcos útiles para ayudar a los gobiernos a considerar cómo las distintas decisiones que se toman ahora afectarán tanto el bienestar a corto plazo de sus pueblos y empresas, como el de sus países".

El primero son las economías de mercado coordinado, que según el estudio "han aprovechado sólidos balances y medidas existentes para responder rápidamente y a escala para proteger a las empresas y los empleos, pero deben cambiar a medidas de más largo plazo y tener cuidado con el estancamiento futuro".

Algunos de los que caen en esta categoría son Austria, Dinamarca, Finlandia, Alemania, los Países Bajos, Suecia y Corea del Sur, que en general tienen políticas presupuestarias e instituciones sólidas, que pueden implementar medidas rápidamente.

En el contexto de la pandemia, sus respuestas son "rápidas, grandes y tienen como objetivo apuntalar el negocio a través de garantías de préstamos, inyecciones de capital y ajustes de política fiscal", además de centrarse en las PYME, fundamentales para sus economías. Al mirar hacia el futuro, "pueden necesitar hacer un cambio para promulgar medidas a más largo plazo", además de asegurarse de que las empresas que financian no se estanquen.

El segundo arquetipo son las economías de mercado liberal, que según la consultora "enfrentan mayores riesgos a corto plazo que aquellos con economías de mercado coordinadas, pero tienen una mayor flexibilidad para el dinamismo a largo plazo", destacando Australia, Canadá, Reino Unido y EEUU.

Una característica clave de este grupo, según el estudio, es un marco limitado de medidas preexistentes para proteger a los hogares, ya que los países de este arquetipo gastan de 17% a 20% del PIB en protección social.

"Más empresas fracasarán en estas economías, y la dependencia de transferencias masivas de efectivo en esos países aumentará la presión para construir una infraestructura digital robusta" advierte la consultora, que agrega que mientras los cierres no duren demasiado, "la destrucción creativa en los sectores menos resistentes proporcionará más flexibilidad para pivotar y salir de la crisis más fuerte y más competitiva".

El último conjunto de países son los mercados emergentes, que según McKinsey "necesitarán ser innovadores y altamente focalizados con fondos limitados", destacando a Egipto, Kenia y Nigeria, entre otros. En este arquetipo los países tienen alta informalidad y recursos limitados, lo que ha implicado que los paquetes de ayuda y estímulo sean "modestos", en general inferiores a 10% del PIB.

"Los países con economías de mercados emergentes enfrentan una brecha de financiamiento: sus bancos centrales tienen un 'margen de maniobra' limitado para intervenir, y tienen una menor capacidad de recuperación de la deuda debido a las mayores relaciones deuda/PIB y los mayores costos de la deuda", explica el estudio.

Medidas a futuro

Considerando que los esfuerzos en general apuntan a reducir las tasas de préstamos, aplazar las tarifas gubernamentales y aumentar el acceso a financiamiento, el estudio plantea que "mirando hacia el futuro, los países deberán ser innovadores con los fondos limitados a su disposición, dirigiendo recursos a los hogares y las empresas que son más vulnerables y a los sectores que serán más críticos en la recuperación".

En consecuencia, la consultora sugiere que hay tres factores cruciales de éxito: ampliar la infraestructura de apoyo social, fortalecer la entrega digital y que los gobiernos diseñen las intervenciones de una manera que acelere la entrega. "Los gobiernos deberán considerar y adaptarse a una gama de tendencias a más largo plazo aceleradas por la crisis al configurar sus paquetes de recuperación", recomienda el estudio.

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