Trump promete apoyar entrada de Brasil a la OCDE y lo podría designar “aliado no-OTAN”

“Soy el primer presidente que no es anti-Estados Unidos en décadas”, aseguró ayer el mandatario brasileño, Jair Bolsonaro, en una conferencia de prensa junto a su par de ese país, Donald Trump, en Washington.

Con ese y otros gestos de amistad hacia la primera economía mundial y de afinidad con el estilo del jefe de la Casa Blanca, el líder latinoamericano buscó acercar las posturas de dos potencias que, por años, mantuvieron una relación distante. En la instancia, Bolsonaro recogió la retórica de su par estadounidense sobre las “noticias falsas” y lo “políticamente correcto”, además de asegurar que confía en que éste será reelecto en 2020.

Se trata de la primera visita de Estado del mandatario brasileño desde que asumió a principios de este año y su cercanía le rindió frutos: Trump prometió oficialmente su apoyo al ingreso de la mayor economía de América Latina a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), a la cual está postulando desde mayo de 2017, tras implementar una serie de reformas estructurales a su economía.

“Le daremos todo nuestro respaldo, como manera de honrar al país”, aseguró el titular de la Casa Blanca, quien en otras oportunidades ha demostrado escepticismo hacia los organismos multilaterales.

La postulación de Brasil al llamado “club de buenas prácticas” había sido bloqueada por Washington en el pasado, con el pretexto de que el grupo (de 37 naciones tras la incorporación reciente de Colombia) no debía ser demasiado grande. Ello coincidía con años de relaciones distantes entre ambas naciones.

Bolsonaro agradeció el giro y aseguró que su visita abrió “un nuevo capítulo de cooperación entre Brasil y EEUU”.

El lunes, tanto él como su ministro de Hacienda, Paulo Guedes, habían prometido medidas para fortalecer el comercio entre ambos países. El secretario de Estado incluso aseguró que habría acciones unilaterales para abrir su economía a EEUU.

Aliado militar

La nueva cercanía entre Brasilia y Washington también podría tener consecuencias en el ámbito militar. Trump aseguró ayer que estaba “muy inclinado” a designar a la potencia latinoamericana como aliado externo a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), un estatus que le daría acceso preferencial a equipamiento y tecnología militar. Actualmente, 18 naciones en todo el mundo tienen esa designación, y el único en Sudamérica es Argentina.

“Tengo la intención de designar a Brasil como un aliado no OTAN... o quizás incluso un aliado en la OTAN. Tendría que hablar con mucha gente, pero podría ser”, manifestó el mandatario. Agregó que “esto mejorará en gran medida la seguridad y cooperación entre nuestros países”.

En contraparte, Bolsonaro había adelantado que su gobierno daría acceso a EEUU a una base de lanzamiento de satélites en Alcántara, un tema que había estado en la mesa de negociación durante dos décadas y que permitiría a empresas ahorrar costos en combustible, dada la cercanía del país con la línea del Ecuador. El acuerdo aún necesita aprobación legislativa en Brasilia, con un Congreso fragmentado.

“Estamos trabajando en torno a diferentes bases militares y diferentes opciones”, aseguró Trump.

Opciones por Venezuela

La llegada de Bolsonaro al poder también ha alineado los intereses de ambos gobiernos ante la crisis humanitaria y política en Venezuela. Tanto Planalto como la Casa Blanca han dado su apoyo al presidente interino Juan Guaidó y Bolsonaro ha permitido que EEUU envíe ayuda humanitaria a través de su territorio fronterizo.

Ayer, Trump reiteró que “todas las opciones están sobre la mesa” para resolver la crisis, sin descartar una intervención militar que no ha sido explícitamente respaldada por un gobierno latinoamericano. También señaló que “podemos endurecer mucho las sanciones (...) no estamos buscando más que cuidar a muchas personas que están hambrientas y muriendo”.

El presidente brasileño, por su parte, desestimó dar detalles de las alternativas discutidas para afrontar la crisis, asegurando que se trata de temas “estratégicos y, por lo tanto, reservados”. No obstante, agregó que “Brasil estará más que disponible para apoyar en esta misión de traer libertad y prosperidad al pueblo de Venezuela”.

Bolsonaro también fue consultado sobre la posibilidad de permitir que efectivos militares estadounidenses se instalen en la frontera de su país con la nación caribeña. Evadiendo la pregunta, reiteró que “por ahora, hemos discutido la posibilidad de que seamos un aliado externo a la OTAN”.

Alemania: Piden expulsar a embajador de EEUU

Políticos de todo el espectro en Alemania criticaron ayer al embajador estadounidense Richard Grenell, quien el lunes criticó el plan de presupuesto para defensa de la potencia europea.
El vicepresidente del Parlamento, Wolfgang Kubicki, alto miembro del centrista Partido Democrático Libre, pidió expulsar al funcionario "inmediatamente (...) Si un embajador de EEUU se comporta como alto comisionado de un poder ocupador, debe aprender que nuestra paciencia tiene sus límites".
Por su parte, la jefa de bancada del Partido Social Demócrata, Carsten Schneider, dijo que Grennell es "un fracaso diplomático total" y que se comportaba como "un mocoso (...) Con sus torpes provocaciones reiterativas, está dañando la relación transatlántica".
Desde el partido de la canciller Angela Merkel también se unieron a los cuestionamientos al embajador.