Turismo comenzaría a reactivarse internamente en Europa de cara al verano 2020

Un verano "como ningún otro", según la Comisión Europea, comenzará el próximo mes en el continente, ya que se evidenciarán las consecuencias del coronavirus en la economía y en sectores claves para los países, que incluso seguirán con algunas medidas de aislamiento social.

Por lo mismo, la institución presentó recomendaciones para ayudar a los estados miembro de la Unión Europea (UE) a retirar gradualmente las restricciones aplicables a los viajes, para así permitir que las empresas relacionadas con el turismo y el transporte vuelvan a abrir, de cara a la temporada estival, además de comenzar a abrir las fronteras internas del bloque.

El sector representa cerca del 10% del Producto Interno Bruto (PIB) del bloque, siendo particularmente importante en verano para países como Italia, España y Grecia, y el objetivo de la Comisión es que el proceso se realice respetando las precauciones sanitarias y de forma "coordinada, concertada y no discriminatoria", con un enfoque flexible y en tres fases.

Para implementarse, cada país deberá contar con evidencia epidemiológica de que está preparado para aplicar el protocolo, además de tener suficiente capacidad en el sistema de salud tanto para los locales como para los turistas. Sumado a esto, la capacidad de los servicios sanitarios para hacer frente a nuevos casos o un eventual rebrote también son puntos fundamentales según las medidas propuestas por la Comisión.

En concreto, Bruselas recomendó el uso de mascarilla en todos los medios de transporte y respetar la distancia de seguridad, así como habilitar "protocolos adecuados en caso de pasajeros que presenten síntomas de coronavirus".

El organismo propuso protocolos sanitarios para hoteles y establecimientos similares, así como reforzar las medidas de higiene y exigir distanciamiento social en las áreas comunes y también garantizar una buena ventilación de los espacios cerrados.

Las recomendaciones surgen en el contexto de que varios países están anunciando sus propias medidas: Francia y el Reino Unido acordaron bilateralmente no exigir cuarentenas a quienes transiten entre ambos países, y España aplicará a partir del 15 de mayo una cuarentena de 14 días a los viajeros que lleguen de otros países.

Las denominadas restricciones generales a la libre circulación deberían reemplazarse por "medidas más específicas", según Bruselas, que enfatizó en la flexibilidad y en tener presente la posibilidad de volver a incluir "ciertas medidas si la situación epidemiológica lo requiere".

En el caso específico de los aviones, reconocieron que hay lugares en los que es difícil guardar las distancias de precaución, pero destacaron que se pueden aplicar "protocolos de salud adicionales", en los que ya están trabajando.

Para facilitar la planificación a los potenciales turistas, la Comisión hará un mapa interactivo en el que cada viajero podrá informarse sobre la situación de la pandemia en el lugar al que pretende viajar.

Los pioneros en reabrir fronteras

Con la llegada del coronavirus a Europa, una docena de países de la UE cerraron sus fronteras interiores para frenar los desplazamientos dentro del espacio sin fronteras del mismo bloque.

Sin embargo, algunos ya han anunciado planes de revertir esas medidas. Alemania relajará sus controles fronterizos este sábado pero no para vacaciones. El primer paso para el alivio será en las fronteras con Francia, Suiza y Dinamarca, donde se realizarán controles solo puntuales en lugar de los sistemáticos actuales, y el plan es levantar todos los controles fronterizos impuestos por el coronavirus para el 15 de junio.

Austria, en tanto, planea permitir los viajes con sus países vecinos desde las próximas semanas y está en conversaciones para poner fin a las restricciones de viaje con Suiza, República Checa, Eslovaquia, Hungría y Eslovenia. Sin embargo, actualmente no hay planes para regularizar el tráfico fronterizo con Italia. Con Alemania, el cierre se mantendría hasta mediados de julio.