Xi anuncia que China profundizará en reformas y desafíos para enfrentar las “graves” condiciones económicas

Mientras países de todo el mundo reportan sombríos resultados económicos correspondientes al segundo trimestre del año, China, que acusó más temprano las consecuencias negativas de la pandemia, ya está planificando cómo volver a crecer hacia el futuro.

El presidente del gigante asiático, Xi Jinping, destacó esta semana que la situación económica actual, aunque sigue siendo "complicada y grave", se está entendiendo correctamente. Sin embargo, solicitó mayores esfuerzos para profundizar reformas de manera integral.

A su juicio, es necesario abordar "activamente las dificultades en el desarrollo y los riesgos, los desafíos y la enorme presión en varios sectores", consignó Xinhua, la agencia oficial de noticias del gobierno chino.

"Tenemos una fuerte determinación, una firme voluntad y una sólida fortaleza nacional para enfrentar estos desafíos. Tenemos suficiente confianza, capacidad y sabiduría para superar todo tipo de riesgos y pruebas. Ningún país o individuo puede detener el ritmo histórico de la gran revitalización de la nación china", señaló Xi.

El mandatario también planteó que China debería acelerar su modelo de crecimiento de "doble circulación", que actualmente es impulsado principalmente por la demanda interna, pero que a la vez atrae inversión extranjera y estabiliza el comercio.

Los comentarios se realizaron el martes en una reunión con personas externas al Partido Comunista, en la que el también secretario general del Comité Central del Partido Comunista de China solicitó opiniones y sugerencias sobre el panorama y trabajo económico del país para la segunda mitad de este año.

Con esto, se estaría iniciando una serie de reuniones políticas que determinan el camino del desarrollo del gigante asiático, ya que los líderes suelen sostener reuniones desde comienzos de agosto hasta el cónclave de octubre, en el que el Comité Central del Partido Comunista trazará la hoja de ruta para los próximos cinco años y proyectará una visión a largo plazo, hasta 2035.

Pensando en lo que queda de este año, los agentes externos le recomendaron a Xi agregar un nuevo énfasis para que la política fiscal sea más específica, además de disminuir los costos de financiamiento para la economía real y que el crecimiento crediticio sea "razonable".

Adicionalmente, se solicitó al gobierno un crecimiento más equilibrado, con esfuerzos para impulsar el consumo -fuertemente golpeado por la pandemia-, para hacer que las cadenas de suministro sean más estables y competitivas, y además ayudar a los jóvenes y migrantes a incorporarse al mercado laboral.