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ASEAN celebrará este año un triste aniversario de medio siglo sin avances

La integración estará afectada por las disputas en el Mar de China y las tensiones internas.

Por: | Publicado: Lunes 9 de enero de 2017 a las 04:00 hrs.
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Largas disputas territoriales en el Mar Meridional de China entre varios miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) y China ha frenado la velocidad de integración regional en los últimos años. De un lado, están aquellos como Camboya y Laos, los miembros con lazos fuertes con China y ningún interés directo en la disputa. Estos países mayormente apoyan la posición de China de que las discusiones tienen que arreglarse bilateralmente entre los reclamantes. Ellos a menudo se enfrentan a los miembros como Vietnam y Filipinas, quienes tienen demandas rivales, pero tradicionalmente han llamado a una postura más fuerte y unificada de ASEAN en las disputas.

Solo algunos meses atrás, parecía que ASEAN estaba en camino para un tenso 2017, cuando el presidente del país que estaba asumiendo el liderazgo del bloque se presentó como un nacionalista ardiente. En mayo de 2016, los filipinos eligieron a Rodrigo Duterte como su presidente, quien, entre otras cosas, repentinamente atacaba al establishment político del país durante la campaña presidencial por “haber perdido” el arrecife de Scarborough ante China. Dos meses después, la Corte Permanente de Arbitraje (PCA, su sigla en inglés), se pronunció a favor de Filipinas en una disputa contra las demandas territoriales de China, dando a la nueva administración el respaldo de la ley internacional para adoptar una postura más agresiva.

¿Oportunidades inesperadas?

Desde entonces, sin embargo, Duterte volteó el guión, persiguiendo una política exterior “independiente” –eso es, un giro fuera de la influencia de EEUU- lo que favoreció a los intereses de China. Terminando por completo con la política de su predecesor, Benigno Aquino, dijo que Filipinas tratarán sus disputas con China de manera bilateral y que él no tomará en cuenta la decisión de PCA. Así, lo que podría ser una auto-derrota para la posición negociadora del país en la disputa, también puede ser beneficioso para la unidad de ASEAN en 2017.

Sacar las disputas de la mesa ayudaría a crear un ambiente más manejable para los intentos impulsados por ASEAN de integración regional. Todos los esfuerzos del Proyecto de la Comunidad Económica de ASEAN (AEC) 2025 –sobre negociaciones de la Sociedad Económica Regional Amplia, por ejemplo- serían bienvenidos, sobre todo en vista de un año tranquilo que el bloque tuvo en 2016. El Proyecto 2025 se construye en base de AEC, que fue establecida formalmente a finales de 2015, aunque con unas grandes brechas. A pesar del progreso hecho hasta ahora, todavía hay un gran camino por delante hasta que AEC cumpla con su aspiraciones de un mercado más unificado para el movimiento de bienes, servicios, inversiones, capital y trabajadores capacitados.

Factores internos

Sin embargo, las distracciones domésticas probablemente serían importantes para la mayoría -si no para todos- los miembros de ASEAN en 2017. Eso pondrá los asuntos de integración regional en segundo plano. Varios países tendrán unas elecciones potencialmente contenciosas. Las elecciones presidenciales en Singapur están agendadas para agosto de 2017. Normalmente, es un ejercicio trivial para un puesto mayormente ceremonial, pero esta vez puede plantear preguntas incómodas sobre la política racial, ya que el puesto por primera vez estará reservado para los candidatos de la etnia malaya. A finales de 2017, probablemente Tailandia regresará a alguna forma de democracia controlada, y hay crecientes especulaciones de que Malasia podría sostener elecciones anticipadas durante el año. La coalición gobernante Barisan Nasional del cuestionado primer ministro Najib Razak podría convocarlas para aprovechar la ventaja sobre la todavía fragmentada oposición.

En Indonesia (en febrero) y en Camboya (en junio) se realizarán elecciones locales con implicancias políticas a nivel nacional.

En los estados miembros donde los gobiernos estarán libres de las presiones por elecciones, combatir las crecientes críicas internacionales probablemente tomará una parte importante de la agenda. La luna de miel para la administración de Aung San Suu Kyi está terminando, y su gobierno probablemente enfrentaría una presión continua por la situación cada vez peor de la minoría étnica de Rohingya. Mientras que la controversial “guerra contra las drogas” de Duterte está teniendo un impacto material sobre las relaciones de Filipinas con Occidente. El nuevo gobierno comunista de Vietnam está resultando ser mucho menos tolerante hacia los disidentes, lo que no se mantendrá fuera del radar para siempre.

Un año más

En general, ASEAN sigue siendo solo una organización inter-gubernamental, para bien y para mal. No existe un cuerpo supranacional para asegurar que los estados miembros estén alineados con las iniciativas del bloque. Y aunque eso significa que la integración económica regional seguirá avanzando a ritmo de caracol, también implica que los gobiernos no están bajo presión para salir del grupo. El 2017 será clave, pero sólo en el papel, ya que va a ser otro típico año calendario para ASEAN, con la integración avanzando con un débil denominador común.

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