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Corea del Sur:la segunda transformación

La meta era dejar atrás una economía basada en manufacturas para exportación y enfocarse en la innovación, pero a casi un año de que termine el período de la actual administración casi no hay avances.

Por: | Publicado: Viernes 22 de julio de 2016 a las 04:00 hrs.
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En medio de la creciente incertidumbre mundial y la caída de las exportaciones, las autoridades de Corea del Sur están dando pasos para mejorar el manejo cambiario y proteger a los bancos frente a la volatilidad del mercado. Mientras tanto, para mejorar los fundamentos a nivel local, el gobierno creó un fondo para reestructurar el fuertemente endeudado sector naviero del país. Sin embargo, estas políticas sólo abordan una pequeña parte de los numerosos y complejos problemas estructurales de la economía.

Durante los últimos 50 años, Corea del Sur se ha destacado como uno de los pocos mercados emergentes en unirse a las filas de las economías desarrolladas, con éxito. Ahora, en la encrucijada para volver a transformar estructuralmente su economía, el país se enfrenta a varios retos nuevos. Económicamente, corre el riesgo de estancamiento casi de la misma manera en que le ocurrió a Japón en las últimas dos décadas. Dependiente, en gran medida, de la exportación de productos industriales, el país registra el aumento más acelerado en la tasa de envejecimiento de la población entre las economías avanzadas, de acuerdo a la OCDE.

Alguno de los problemas que los mercados emergentes enfrentan tras el rápido ritmo de progreso económico, como el aumento de la desigualdad de ingresos, no se han abordado en Corea de Sur. Como resultado, también registra el mayor nivel de endeudamiento de los hogares en Asia, y una gran proporción de estos compromisos está en manos de los ancianos. Aparte de este obvio peligro para el sector financiero, la deuda de las empresas, particularmente afectadas por la ralentización del comercio mundial, se está convirtiendo en una preocupación importante para los políticos. Mantener el sector financiero relativamente saludable, por ende, se ha convertido en una prioridad.

Dinero, bancos y liquidez

Después de mantener su tipo de interés de referencia sin cambios durante casi un año, el Banco de Corea (BOK, el banco central) recortó la tasa de interés en 25 puntos básicos, a 1,25%, en junio, un mínimo histórico.

Aunque reconoció que la demanda interna necesita estímulos, el gobernador del BOK, Lee Ju-yeol, ha expresado su preocupación sobre la salud del sector financiero en medio de crecientes riesgos de mercado en el mundo y la caída de los márgenes de interés a nivel local. Un ratio de cobertura de liquidez (LCR) introducido por el Ministerio de Estrategia y Finanzas en junio, es una de las formas de blindar el sector ante el riesgo cambiario. Este es un paso adelante respecto de la supervisión del riesgo de liquidez en línea con el marco de referencia Basilea III, mientras a los bancos se les requerirá mantener activos en divisas líquidas de alta calidad, como un determinado porcentaje de la salida proyectada de efectivo neto.

Apoyo al sector naviero

La iniciativa de restructuración de la deuda es más complicada y dolorosa para la economía. También en junio, en conjunto con el BOK, el gobierno estableció un fondo de restructuración por US$ 9.500 millones. El fondo está dirigido a bancos con una gran cartera de préstamos incobrables, particularmente los créditos extendidos a las tres mayores compañías navieras.

Estas empresas han anunciado que deben reestructurar activos por 8,4 billones de wones (US$ 7.400 millones). El sector ha tenido dificultades para contener las pérdidas en medio de la desaceleración del comercio y la creciente competencia desde China. Una industria relativamente lucrativa cuando comenzó en la década de 1970, el sector naviero de Corea del Sur contribuye cerca de 1% o 2% al PIB nominal. No obstante, según datos de Clarkson Research, los pedidos para los astilleros surcoreanos cayeron 88% anual en los primeros seis meses de 2016.

En el transcurso de sus infortunios, el sector ha acumulado una gran cantidad de deuda que las autoridades ahora buscan restructurar. Sin embargo, hay que mencionar que este no es el único sector que enfrenta este tipo de problemas. Una contracción anual promedio de cerca de 8% en las exportaciones de mercancías en 2015 ha hecho que muchos de los exportadores de Corea del Sur, como los fabricantes de electrónica, automoviles y tecnologías de la información, estén enfrentando severos apretones en sus márgenes de ganancias.

Sin salida

El modelo económico fuertemente industrial y exportador de Corea del Sur se está quedando ahora claramente sin combustible. Su demografía poco favorable y las condiciones económicas globales han puesto a las autoridades en un aprieto.

Tras ganar la elección en 2012, la presidenta Park Geun-hye propuso un cambio de paradigma para la economía, con el que pasaría a ser impulsada por la innovación y la creatividad por sobre la manufactura orientada a las exportaciones. Esto también significaba reducir la influencia de los grandes conglomerados familiares del país, conocidos como chaebols, e impulsar una mayor competencia.

Con apenas poco más de un año para que termine su administración, Park Geun-hye casi no ha podido mover al país hacia ese objetivo. En tanto, la economía se ha vuelto más dependiente del estímulo fiscal de corto plazo y tasas de interés históricamente bajas. Adicionalmente, los chaebols, que por mucho tiempo se han opuesto a cualquier intento por reformar la estructura industrial de Corea del Sur, han estado cerrando filas y consolidando sus propias estructuras de propiedad, reforzando aún más su dominio sobre la economía. Reformar la economía se ha vuelto un tema políticamente problemático. Aunque medidas prudenciales para mantener la salud de los sectores fundamentales seguirán tomándose, las siguientes administraciones tendrán un desafío para conseguir un cambio estructural de la economía.

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