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Las nuevas elecciones no traerán estabilidad a Grecia

Los partidos de oposición no han logrado formar gobierno, así es que las elecciones tendrán lugar el 20 de septiembre.

Por: | Publicado: Lunes 31 de agosto de 2015 a las 04:00 hrs.
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Tras el fallido intento de formar gobierno de los líderes de los principales partidos de la oposición, el presidente griego, Prokopis Pavlopoulos, disolvió el Parlamento heleno y convocó a elecciones anticipadas para el 20 de septiembre, confirmó el viernes una fuente del gobierno. Como parte del proceso, nombró como primera ministra interina a la presidenta de la Corte Suprema de Grecia, Vassiliki Thanou, la primera mujer en la historia del país que ocupa este cargo.


Casi siete meses después de ganar las elecciones del 25 de enero, el colapso del gobierno de Syriza se materializó con la renuncia del primer ministro Alexis Tsipras el 20 de agosto. La firma del tercer acuerdo de rescate financiero desencadenó un significativo número de deserciones en sus filas y tuvo que confiar en el apoyo de la oposición pro-europea para aprobar los programas de reforma, una posición claramente insostenible a largo plazo.

Syriza busca la mayoría
Al convocar elecciones sin que transcurran 18 meses desde las anteriores, los líderes de cada partido pueden ordenar la lista de candidatos bajo su preferencia personal, con lo que cada miembro saldrá elegido en la correspondiente circunscripción según lo establecido por el líder.


Tras la escisión de Syriza, con el ex ministro Panagiotis Lafazanis llevándose a 25 parlamentarios para formar el nuevo partido Unidad Popular, Tsipras sigue enfrentando una importante oposición interna; otros disidentes se han mantenido en el partido (43 parlamentarios de Syriza no apoyaron en la tercera votación para aprobar las medidas del rescate el 14 de agosto). Para apaciguar a los disidentes que quedan y frenar su salida, Syriza celebró este fin de semana una reunión con los miembros fuertes del comité central, los miembros de comités regionales y parlamentarios.


Los miembros senior de Syriza sostienen que el partido puede ganar la mayoría (151 de los 300 escaños del Parlamento) y formar gobierno sin la necesidad de involucrar a los partidos europeistas de la oposición (el grupo de centro izquierda To Potami, que consiguió 6,1% de los votos y 17 escaños en enero; y Pasok, 4,7% de los votos y trece escaños; el grupo de centroderecha Nueva Democracia, 27,8% de los votos y 76 escaños) y los nacionalistas, el grupo de extrema derecha ANEL, el actual compañero de coalición de Syriza, que obtuvo 4,8% de los votos y trece escaños.


Syriza, que espera que la sostenida popularidad de Tsipras sea suficiente para volver al poder, busca persuadir a los votantes indecisos para que con su apoyo logren formar gobierno y eviten tener que repetir las elecciones. El grupo ha descartado ya un pacto postelectoral con otros partidos pro-rescate.


Sin duda, Unidad Popular conseguirá parte de los votos de Syriza reclamando el mensaje anti-rescate y prometiendo resistir a la austeridad. El objetivo de Lafazanis será superar el umbral de 3% para lograr representación parlamentaria, pero es poco probable que consiga una gran porción de los votos ya que compiten con otros partidos anti-rescate, especialmente el Partido Comunista de Grecia (KKE).


Es probable que Tsipras pierda parte del apoyo debido al viraje en el tema del rescate; al deshacerse de los rebeldes en su partido ha debilitado sus credenciales de izquierda y ahora el partido depende más del carisma de su líder, que con el referéndum demostró que puede mover una gran masa de voto en la dirección que le interese.


El partido de centroderecha ND va a las urnas todavía aturdido por su derrota en las elecciones de enero y el referendum de julio, y sin haber elegido un nuevo líder tras la renuncia de Antonis Samaras. El lider interino, Evangelos Meimarakis, liderará su partido hacia una honorable derrota y asumirá la responsabilidad por la caída, permitiendo que un nuevo líder de ND inicie la restauración de la credibilidad del partido.

Fuera del euro
Creemos que el apoyo a un gobierno de Syriza, con o sin To Potami y Pasok, se desgastará a medida que implementa las medidas del rescate y aumenta la oposición dentro y fuera del Parlamento. Con el nuevo rescate y sin sus antiguos camaradas de izquierda, Tsipras corre el riesgo de convertir Syriza en otro desacreditado "partido del sistema", como Pasok, cuyo apoyo se derrumbó tras participar en la implementación de los rescates previos. Las extremas dificultades políticas para implementar el nuevo rescate pesan en nuestro pronóstico de que Grecia dejará el euro en algún momento de los próximos cinco años.

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