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Mercado laboral de Francia no se recupera

Hay gran disparidad entre la retórica de Hollande y la modesta naturaleza de sus propuestas.

Por: | Publicado: Miércoles 10 de febrero de 2016 a las 04:00 hrs.
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Con la recuperación post crisis de la economía todavía no desarrollando un impulso considerable -esperamos que el crecimiento aumente ligeramente de 1,1% de 2015 a 1,3% este año-, el presidente francés François Hollande ha endurecido su retórica desde el comienzo de año. El 18 de enero declaró “estado de emergencia económica” y se comprometió una vez más a impulsar la creación de empleo. En las semanas posteriores, Hollande ha anunciado una serie de medidas destinadas a hacer frente a los aún altos niveles de desempleo. Éstas incluyen: la expansión del aprendizaje; la formación de 500.000 solicitantes de empleo; un bono de 2.000 euros para empresas con menos de 250 trabajadores que contraten personal joven o sin empleo durante un período de al menos seis meses; un límite a la compensación que los trabajadores pueden recibir si son despedidos; y la reducción de las cargas de la seguridad social para reemplazar los recortes a los impuestos corporativos introducidos en enero de 2014.

Retórica no incluida

Hay una gran disparidad entre la retórica de Hollande y la relativamente modesta naturaleza de sus propuestas. De forma aislada, es poco probable que tengan un impacto significativo en la tasa de desempleo, que se ha mantenido en torno a 10% (sobre una base ajustada estacionalmente) desde fines de 2012. En particular, los críticos tienen razón al señalar el valor limitado de las medidas destinadas a la formación de un gran número de trabajadores, cuando en la actualidad hay pocos puestos de trabajo en los que desarrollarse posteriormente.

El ministro de Economía, Emmanuel Macron está actualmente preparando un proyecto de ley de reforma del mercado laboral, que es probable que se dé a conocer en marzo. Los movimientos políticos de Macron incluyen una simplificación del complejo y restrictivo código laboral, una mayor flexibilidad en los contratos de trabajo y una modificación de la semana de 35 horas. Estas medidas no serán fáciles de implementar. Es probable que los intentos para hacer frente a los profundamente arraigados problemas estructurales en el mercado laboralsurjan como una fuerte resistencia. Ya se ha especulado con que el gobierno podría necesitar aprobar las reformas laborales de Macron por decreto y no por votación parlamentaria, como se vio obligado a hacer con un modesto paquete de reformas económicas en 2015.

El interés de Hollande en el mercado laboral refleja el hecho de que la elección presidencial de abril de 2017 se acerca, con la especulación creciente sobre los probables contendientes. El presidente declaró enfáticamente a mediados de 2015 que sólo se presentaría a la reelección si el desempleo caía. Este compromiso se basaba en previsiones oficiales sobre que el crecimiento económico se aceleraría en 2016, impulsando la creación de empleo. Sin embargo, en un escenario en que la economía mundial se ha deteriorado en los últimos meses y pocos motores internos firmes de crecimiento, las perspectivas para el mercado laboral han empeorado en lugar de mejorar. Por lo tanto, no está claro si el desempleo caerá significativamente este año. Esto es probable que pese sobre la popularidad de Hollande y del Partido Socialista, mientras aumenta el apoyo para el populismo y el proteccionismo del ultraderechista Frente Nacional (FN).

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