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Automóviles hechos en China se dirigen a mercados extranjeros

Fabricados en la nueva planta de Volvo en Chengdu, los primeros automóviles hechos en China para la exportación a EEUU son un recordatorio cuánto ha avanzado el país – al igual que lo hicieron Japón y Corea del Sur previamente – en términos de fabricación global.

Por: Tom Mitchell, Financial Times | Publicado: Lunes 27 de abril de 2015 a las 04:00 hrs.
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En las próximas semanas, unos cuantos automóviles Volvo comenzarán un recorrido histórico desde el suroeste de China hacia EEUU. Los sedanes S60L de la compañía sueca serán transportados en camiones hasta el puerto de Shanghái, puestos en buques especiales para el transporte de automóviles, enviados a través del Pacífico y finalmente entregados a Los Ángeles.

Fabricados en la nueva planta de Volvo en Chengdu, los primeros automóviles hechos en China para la exportación a EEUU son un recordatorio cuánto ha avanzado el país – al igual que lo hicieron Japón y Corea del Sur previamente – en términos de fabricación global.

China ha pasado de ser un proveedor de productos laboriosos de bajo costo a un exportador de lo que Ralf Speth, director ejecutivo de Jaguar Land Rover, llama "el producto de consumo más complejo del planeta".

"China probablemente seguirá el camino de Japón y Corea, pero lo hará más rápidamente", dijo esta semana Håkan Samuelsson, presidente ejecutivo de Volvo, en la feria Auto Shanghái. "Es un pronóstico realista decir que en el año 2020 se verán los automóviles chinos en el mercado global".

A diferencia de los de Volvo – unidad del fabricante chino Geely – la mayoría de los ejecutivos de automóviles multinacionales se rehúsan a hablar de China como una posible plataforma futura de exportación para sus compañías.

Lo anterior se debe en parte a que no quieren competir contra las unidades hermanas en el extranjero y también tendrían que compartir sus ingresos de exportación con sus socios de empresas mixtas chinas. Las leyes del gobierno chino limitan la propiedad extranjera de las fábricas de automóviles al 50 por ciento.

Pero como hay enormes inversiones en capacidad en China listas en momentos en que el crecimiento económico anual disminuye hasta una "nueva normalidad" por debajo del 7 por ciento, sigue vigente la pregunta acerca de si esa capacidad se debe utilizar para las exportaciones.

Jacques Daniel, director de negocios de Renault en China, dice que sus colegas en el extranjero a menudo plantean la pregunta de las exportaciones. "A menudo nuestros colegas de Renault plantean la pregunta porque tienen miedo de que exportemos", dice Daniel. "Pero con un mercado tan grande aquí, toda nuestra energía debe enfocarse en China".

Renault es un recién llegado a China, el mercado de automóviles más grande del mundo, con más de 20 millones de unidades vendidas el año pasado. La compañía francesa no abrirá su primera fábrica en el país hasta principios de 2016. La empresa mixta con Dongfeng Motor en Wuhan tendrá una capacidad inicial de tan sólo 150,000 unidades.

En el otro extremo del espectro, GM y Volkswagen, los dos principales fabricantes de automóviles en China, tendrán una capacidad de producción combinada de casi 10 millones de unidades en su mercado más importante para el año 2018. GM se encuentra en medio de una iniciativa de inversión de cinco años y $14 mil millones de dólares en China, la cual aumentará la capacidad en un 25 por ciento tan sólo en este año.

Ambas compañías creen que China por sí sola puede absorber incluso estos enormes aumentos de capacidad. "Queremos construir donde vendemos", dijo Mary Barra, presidenta ejecutiva de GM, en una sesión informativa en Auto Shanghái. "Todavía es importante asegurarse de que tenemos la capacidad para el mercado interno".

Por su parte, Samuelsson de Volvo, dice que, aunque su compañía se enorgullece de jugar un papel "pionero" en el surgimiento de China como exportador automotriz, es importante destacar que las exportaciones de vehículos fabricados en Chengdu hacia EEUU es un esfuerzo de "nicho".

Este año Volvo enviará como máximo 2,000 sedanes S60L a EEUU, y ese número aumentará hasta 5,000 en los próximos años. La mayoría de los automóviles Volvo vendidos en EEUU continuarán siendo exportados desde sus plantas en Suecia y Bélgica, o serán construidos en una nueva fábrica que la compañía tiene la intención de abrir en EEUU.

El S60L se desarrolló originalmente con una mayor distancia entre ejes, brindándole así más espacio para las piernas en el asiento trasero a una generación de ricos compradores chinos de autos que prefieren tener choferes. Volvo cree que este vehículo más espacioso también será atractivo para las familias estadounidenses.

Mientras el mercado interno chino crezca lo suficientemente rápido como para absorber la capacidad de expansión de las compañías multinacionales fabricantes de automóviles, la verdadera prueba de la proeza en la exportación de automóviles del país será la aceptación internacional de marcas chinas en los mercados desarrollados como los de Europa y EEUU.

Hasta ahora, incluso las compañías chinas con buena reputación, como el fabricante de vehículos utilitarios deportivos Great Wall Motor, han exportado principalmente a mercados de países en desarrollo, a menudo volátiles, como Irán, Rusia y Ucrania.

Pero eso ya está cambiando. Clemens Wasner de la consultoría EFS señala el galardonado CS75 SUV desarrollado por Chang'an Auto, que es también el principal socio chino de la empresa mixta con Ford. "El diseño ya se ha ganado mucha simpatía", dice Wasner. "Con unos pocos ajustes se podría vender ésta, digamos, en la periferia de la UE".

"Las marcas locales serán más internacionales", coincidió Ian Robertson, director en BMW. "Y a largo plazo, la industria automovilística china pasará a formar parte de un suministro más global también".

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