Boeing vs monjas: órdenes religiosas de EEUU presionan por mayor transparencia

Un grupo de frailes y monjas estadounidenses quiere que Boeing divulgue más sobre sus prácticas de cabildeo, apostando a que la crisis del 737 Max agregará más presión al fabricante estadounidense de aviones antes de su reunión anual de accionistas a finales de este mes.

El fabricante aeroespacial ha presentado argumentos "falsos" sobre su compromiso con la transparencia, dijeron varias órdenes religiosas en una presentación ante los reguladores de Estados Unidos realizada días antes de Pascua. La resolución se votará en la reunión anual de Boeing el 27 de abril.

Una coalición cambiante de órdenes religiosas alineadas con el Centro Interreligioso de Responsabilidad Corporativa (ICCR, sigla en inglés) ha hecho campaña para que Boeing sea más transparente desde al menos 2014. Pero después de dos accidentes fatales en el avión, la flota de la compañía de 737 aviones Max puso de relieve su relación con el regulador de la aviación estadounidense, las órdenes creen que la resolución tiene una mayor probabilidad de éxito.

"Simplemente no entiendo por qué el directorio (de Boeing) no está adoptando esta resolución en este momento", dijo Robert Wotypka, un fraile en Wisconsin cuya orden Capuchina con sede en Detroit ha tenido acciones de Boeing durante más de dos décadas. "Pero rezo por la resistencia, que a largo plazo, un accionista tiene que tener".

La junta de Boeing ha instado a los accionistas a votar en contra de la propuesta. Aunque Boeing "cree firmemente en la importancia de la transparencia con respecto a su defensa política", la resolución "no es lo mejor para nuestros accionistas", dijo la compañía.

El ICCR, que controla US$ 400 mil millones en activos a través de 300 organizaciones miembros, se ha dirigido a 40 empresas con resoluciones similares este año, incluidas Amazon, BlackRock, Ford y Walt Disney.

En la reunión de Boeing de 2019, la propuesta fue respaldada por 3% de los accionistas, significativamente más que el año anterior. Este año, Institutional Shareholder Services, una firma influyente que asesora a los inversionistas sobre cómo votar en las juntas de accionistas, ha respaldado la resolución.

Las órdenes religiosas también esperan que la destrucción de miles de millones de dólares en valor para los accionistas después de la puesta en tierra del 737 Max incite a los grandes inversionistas a presionar para obtener más información sobre si el lobby de Boeing jugó un papel en la creación de un entorno regulatorio menos exigente para la compañía.

El renovado impulso se produce cuando algunos grandes inversionistas, incluido BlackRock, han dicho que están dispuestos a usar su influencia para obligar a las empresas a abordar los problemas sociales y ambientales.

"Todos los años nos entusiasma que Larry Fink (el director ejecutivo de BlackRock) envíe su carta y nos da suficiente esperanza de que tal vez pongan su dinero donde está su boca", dijo Chris Cox, director asociado de Seventh Generation Interfaith, una organización con sede en Wisconsin que apoya la resolución.

Los inversionistas institucionales "pueden votar por ello porque es lo moral y ético y lo correcto, o pueden votar porque es lo más rentable", agregó Cox.

Las órdenes religiosas católicas han participado en el activismo de accionistas desde la década de 1970, cuando comenzaron a abogar por la desinversión de las empresas en la Sudáfrica del Apartheid. Las órdenes controlan los fondos que pagan las jubilaciones de monjes y monjas.

Un análisis realizado por el bufete de abogados Sullivan & Cromwell sobre las propuestas de accionistas de Estados Unidos presentadas el año pasado encontró que dos de los 10 declarantes más prolíficos eran las Hermanas de San Francisco y el brazo de inversión de las Hermanas de la Misericordia de las Américas.

El fraile que la junta de Boeing intentará derrotar este año es un autodeclarado "fanático de la aviación". El hermano Wotypka puede nombrar su asiento de avión favorito (dos filas detrás de business pero antes de la mampara en Continental Airlines) y su avión favorito (el 747 de Boeing por el "suave viaje" y luego el 777 por su entrega bien ejecutada).