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Campaña anti 996 se agudiza en China, pero tiene como enemigo al poderoso Jack Ma

El cofundador de Alibaba considera que trabajar de 9 de la mañana a 9 de la noche, seis días a la semana, es una “bendición”.

Por: Yuan Yang | Publicado: Lunes 13 de mayo de 2019 a las 04:00 hrs.
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Este mes, una ola de protestas ha electrizado el mundo tecnológico de China a raíz de un movimiento en contra de las largas jornadas laborales. La campaña anti 996 -que se refiere a los turnos laborales de 9:00 am a 9:00 pm, seis días a la semana, que son comunes en muchos de los gigantes tecnológicos del país- ha ganado tanta popularidad que ya es el segundo proyecto más popular en GitHub, la plataforma de código compartido propiedad de Microsoft, que es esencial para muchas empresas chinas.

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La protesta ha provocado reacciones desde Beijing hasta Silicon Valley, donde los trabajadores de Microsoft les han pedido a las compañías tecnológicas chinas que respeten las leyes laborales locales que limitan los turnos de los trabajadores a 40 horas por semana (con 36 horas extraordinarias adicionales al mes).

Sin embargo, hay una persona que se ha opuesto notablemente a la campaña: Jack Ma, cofundador de Alibaba y el empresario más famoso de China. Tal vez no sea sorprendente que Ma, un hombre que una vez dirigió una compañía que empleaba a 70 mil personas, haya declarado recientemente que la estructura 996 era una “bendición” para los afortunados que podían trabajar en ese horario. En una buena imitación de Ayn Rand, Ma escribió: “Las empresas son el mayor bien público. En este mundo, todos quieren el éxito, así que les pregunto a todos: si no dedican más tiempo que todos los demás, ¿cómo van a lograr su éxito?”

A pesar de estar en desacuerdo con el espíritu marxista del partido comunista, la defensa de la competencia individualista de Ma encaja perfectamente en la narrativa social que les enseñan a los trabajadores sobresalientes de China desde que comienzan en preescolar hasta que se gradúan de la universidad. También hay algunas semejanzas con la filosofía de los gigantes tecnológicos occidentales: Ma cree que debes #dowhatyoulove (hacer lo que amas). “Espero que los trabajadores de Alibaba amen apasionadamente su trabajo. Si lo amas, 12 horas al día no es demasiado”, dijo.

No es un tema de amor

La idea de que el amor debe justificar trabajar jornadas largas es errónea. El amor es una emoción que le pertenece a las personas con cierto control sobre sus vidas, lo cual no se les otorga a los empleados de las grandes empresas. La campaña anti 996 no sólo se trata de trabajo versus pasión, sino también de la servidumbre.

Varios miembros del movimiento anti 996, veinteañeros, graduados de la universidad y altamente motivados, me han expresado su dedicación a la campaña con una advertencia: si estás trabajando para ti mismo, iniciando el proyecto de tus sueños, entonces está bien trabajar las horas que sean. Pero si trabajas para una corporación, o para Ma, entonces se trata de explotación laboral.

Cuando trabajas para una compañía enorme, también es fácil verte obligado a hacer un trabajo sin sentido del tipo que el antropólogo David Graeber clasifica en su libro Bullshit Jobs (Trabajos sin sentido), publicado en 2018. Éste y un ensayo anterior sobre el tema hicieron eco en Occidente de la misma manera en que el movimiento anti 996 ha resonado en China: ambas reacciones muestran que un número sorprendente de profesionales altamente educados sienten que su trabajo diario no tiene sentido.

Graeber argumenta que no se trata de que estos trabajos “sin sentido” sean difíciles, de baja categoría o repugnantes (como limpiar un inodoro, por ejemplo). El problema es que, a diferencia de la limpieza de un inodoro, erosionan el sentido de propósito de los trabajadores porque no parecen tener sentido ni un impacto positivo en el mundo. Es cierto que muchos trabajos 996 son en gran parte empleos “sin sentido”. El presentismo laboral abunda, en lo que Graeber caracterizaría como “trabajos extravagantes”: personas que están presentes para asegurar que otra persona se vea bien.

Engranajes de la máquina

Un amigo fue reclutado durante la manía de contratación en el sector de tecnología china hace unos años, cuando las empresas se estaban expandiendo rápidamente, y le dijeron que tenía que quedarse hasta las 9 pm pero no le dieron instrucciones sobre lo que debería hacer. Otro amigo que trabaja en una empresa de propiedad estatal dice que durante el Congreso Nacional Popular Nacional de China, le exigieron a su equipo que trabajara en turnos nocturnos a pesar de que no había nada que hacer por la noche: el objetivo era “respetar el espíritu del Congreso Popular”.

También hay trabajos que tienen significado para la empresa, pero no para el individuo. Como me dijo una amiga que acaba de dejar una firma de tecnología para comenzar su propia compañía: “Estoy cansada de ser un pequeño engranaje en una gran máquina”. La analogía de los engranajes es adecuada: los engranajes giran hasta que se desgastan, como los profesionales chinos que, según informes, se han desmayado en el trabajo. Si los trabajadores fueran tratados menos como maquinaria, tal vez las compañías tecnológicas obtendrían lo que han estado prometiendo: más producción por menos mano de obra.

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