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Cómo el alza del populismo impulsa a los movimientos antivacunas

Los populistas han creado una narrativa de colusión entre las grandes firmas farmacéuticas, el gobierno y las estadísticas, dice un experto.

Por: Harriet Agnew | Publicado: Viernes 22 de febrero de 2019 a las 04:00 hrs.
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A pesar del aumento en el número de casos de sarampión y un impulso oficial para impulsar las inmunizaciones, Alexandre Cerqueira y su pareja Nhep Srey Mom no quieren vacunar a sus dos hijos pequeños contra la enfermedad.

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Cerqueira vive en el país donde nació Luis Pasteur, el biólogo francés que descubrió los fundamentos de la vacunación en el siglo XIX. Sin embargo, duda de la eficacia de la vacuna, le preocupa la presencia de pequeñas cantidades de aluminio y tiene inquietud con respecto a los posibles efectos secundarios como el autismo.

La investigación científica apoya de manera abrumadora la necesidad de las vacunas. Pero Cerqueira cree que el potencial de ganancias que representan las vacunas para las grandes empresas farmacéuticas impulsa a la industria, piensa que las estadísticas pueden ser manipuladas por las partes interesadas como los políticos, y siente escepticismo sobre el papel que desempeñan los llamados expertos médicos en el debate.

"No me gusta que mis preocupaciones sean descritas como teorías conspirativas, porque denigra la capacidad de la gente común para hacer su propio análisis e investigación", dijo Cerqueira, de 36 años.

Las últimas cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) muestran un aumento de 600% en los brotes de sarampión el año pasado en Francia. Debido a que cerca de 3 mil personas en Francia contrajeron sarampión el año pasado y tres murieron, las autoridades de ese país han adoptado un enfoque nuevo y mucho más firme con respecto a las vacunas obligatorias, amenazando con impedir que los niños que no han sido vacunados puedan ir a la escuela.

Esto ha enfurecido aún más a las personas antivacunas como Cerqueira, quien tendrá que probar que sus hijos fueron inoculados antes de que puedan asistir a la escuela.

Alza de casos

La tendencia en Francia es parte de un fenómeno global. La OMS advirtió que los esfuerzos para detener la propagación del sarampión en todo el mundo están disminuyendo, y los informes sugieren que el número de casos global aumentó 50% el año pasado.

En Filipinas, por ejemplo, las autoridades han advertido que, en lo que va del año se han registrado 5.600 casos de la enfermedad y 87 muertes, más del doble de los 2.500 casos observados en un año normal. También culpan a la resistencia de los padres a vacunar a sus hijos debido a Dengvaxia, una vacuna descontinuada contra el dengue de la compañía Sanofi que causó que algunos niños se enfermaran.

"Éste es un brote absolutamente prevenible", dijo Gundo Weiler, un representante de la OMS en Manila.

El aumento del escepticismo coincide con el auge de una narrativa populista sobre la vacunación, centrada en la desconfianza de los expertos, los científicos y las élites.

El presidente Donald Trump ha vinculado la vacuna SPR (sarampión, parotiditis y rubéola) con el autismo, aunque la investigación que inicialmente sugirió la posibilidad de este vínculo ha sido ampliamente desacreditada.

En Italia, el gobierno antisistema ha eliminado la obligación legal de vacunar a los niños. En Francia, la líder de extrema derecha Marine Le Pen ha respaldado el derecho de la gente a decir "no" a las nuevas vacunas obligatorias del país.

"La ola de populismo está contribuyendo a una caída en las tasas de vacunación", dijo Nicolas Bouzou, economista de Asterès. "Los populistas han creado una narrativa de colusión entre las grandes compañías farmacéuticas, el gobierno y las estadísticas".

Si bien, en general, más niños que nunca están siendo vacunados contra el sarampión en Europa, según la OMS, todavía hay regiones donde las tasas de vacunación son bajas, dejando a esos habitantes susceptibles a la infección.

Falta de conocimiento

La OMS recomienda que, para garantizar la protección de todos, al menos 95% de cada población debe ser inmune, ya sea a través de la vacunación o de la exposición previa al virus.

En Francia, en 2017 sólo 80% de la población había recibido ambas dosis de la vacuna contra el sarampión. En algunas zonas, esta cifra es de sólo 65%.

La reducción de los niveles de vacunación en países como Francia se debe a "la falta de suficiente conocimiento sobre los beneficios de las vacunas, los problemas relacionados con el suministro y el acceso a ellas y la creciente desconfianza de las vacunas", dijo el doctor Siddhartha Datta, director del programa de enfermedades prevenibles por vacunación e inmunización en la OMS.

El año pasado, Francia aumentó el número de vacunas obligatorias para niños de tres a 11 años, y ahora incluye a SPR en las vacunas obligatorias.

Esto apoya el trabajo que se está realizando a nivel europeo, en particular un plan de acción europeo de vacunación cuyas prioridades incluyen el suministro de vacunas SPR y vacunas contra la poliomielitis a los refugiados, solicitantes de asilo y migrantes a la región.

Hay indicios tempranos de que el nuevo programa obligatorio de inmunización de Francia ha tenido un impacto positivo. En enero, se declararon 155 casos de sarampión, en comparación con 404 en enero de 2018, según las autoridades sanitarias francesas.

Aún así, Cerqueira sigue reacio. Sigue haciendo su propia investigación. "Los expertos nos dicen que no somos lo suficientemente inteligentes para entender este asunto", dijo. "Pero hay algunas cosas que el gobierno quisiera que no viéramos y que no supiéramos".

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