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Compromiso de China revive esperanzas de nuevo esfuerzo climático global

Xi Jinping prometió alcanzar la neutralidad de carbono para 2060, aunque no está claro cómo planea alcanzar ese objetivo.

Por: Financial Times | Publicado: Miércoles 23 de septiembre de 2020 a las 12:18 hrs.
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Christian Shepherd en Beijing

La promesa de China de volverse carbono neutral para 2060 reavivó las esperanzas en el compromiso de Beijing con los objetivos del cambio climático global, pero dejó preguntas sin respuesta sobre cómo el mayor emisor del mundo podría lograr el ambicioso objetivo.

La declaración del presidente chino Xi Jinping en la Asamblea General de la ONU, después de que Donald Trump criticara el historial ambiental de Beijing, fue aclamada como un gran paso adelante en las negociaciones internacionales sobre cómo frenar el calentamiento global.

“Demuestra un liderazgo real, no solo un ir y venir de suma cero sobre quién hace qué primero”, dijo Dimitri de Boer, representante en jefe para China de ClientEarth, una organización no gubernamental centrada en la ley ambiental.

“Al anunciarlo ahora, en lugar de esperar a las elecciones estadounidenses, China gana muchos amigos en Europa y algunos también en EEUU. En realidad, es un cambio de juego a nivel geopolítico”, dijo. Hasta ahora, muchas discusiones nacionales y multilaterales sobre emisiones y objetivos climáticos se habían suspendido debido a la pandemia de coronavirus.

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Preguntas pendientes

Pero el camino de China hacia la reducción de emisiones aún no está claro. El plazo de 40 años para alcanzar emisiones de dióxido de carbono cercanas a cero también deja abierta la posibilidad de postergar las acciones en el corto plazo, con la esperanza de que los avances tecnológicos generen mejoras más rápidas en el futuro, advierten los expertos.

"El diablo estará en los detalles y China debería establecer objetivos más específicos a corto plazo y una fecha máxima más temprana", dijo Helen Mountford, vicepresidenta de clima y economía del Instituto de Recursos Mundiales, una organización no gubernamental, en una declaración.

Aparte del objetivo de 2060, Xi también prometió que China alcanzaría el máximo de emisiones de dióxido de carbono “antes” de 2030, pero no especificó un año. Su objetivo anterior había sido “alrededor” de 2030.

Mucho depende de cómo China resuelva una contradicción climática en su sector energético: el país es el líder mundial en producción e instalación de turbinas eólicas y paneles solares, pero depende del carbón para casi 60% de la producción de energía, lo que representa aproximadamente la mitad de sus emisiones de dióxido de carbono de combustibles fósiles, según la Agencia Internacional de Energía.

A pesar de los llamados de Xi por una "revolución" para acelerar el "desarrollo verde", Beijing ha aprobado este año centrales eléctricas a carbón al ritmo más rápido desde 2015.

Al mismo tiempo, el gobierno prometió poner fin en 2021 a los subsidios para nuevas instalaciones eólicas en tierra y este año ha reducido a la mitad el apoyo a los planes de energía solar, una tendencia que pone en duda las perspectivas futuras.

Plan quinquenal

Una señal importante de la determinación de China de tomar medidas inmediatas serán los objetivos energéticos que Beijing establezca en su próximo plan quinquenal, el decimocuarto de China, que se publicará en el segundo trimestre. Los formuladores de políticas están discutiendo los detalles del documento que determina las agendas.

"La gran pregunta es si el decimocuarto plan quinquenal mantendrá el límite a la capacidad de energía del carbón en 1.100 gigavatios para 2030 o establecerá algo más bajo o más alto", dijo Jorrit Gosens, investigador de la transición energética china en la Universidad Nacional de Australia. El nuevo plan también podría adelantar el objetivo de China de producir 20% del suministro de electricidad a partir de fuentes renovables para 2030, dijo.

Para alcanzar metas tan ambiciosas, China necesitará acelerar varias iniciativas climáticas, incluidas reformas a los mecanismos de precios de la energía para desalentar el uso de carbón y un plan varias veces aplazado para lanzar un sistema de comercio de emisiones a nivel nacional.

“Actualmente no existen fuertes incentivos para que los operadores de la red compren energías renovables”, dijo Gosens. “Será necesario que exista un mecanismo de precios que encarezca mucho la energía alimentada con carbón”.

Obstáculos en el camino

Pero las implicancias de un objetivo neto cero van mucho más allá del sector energético de China. El nuevo objetivo requerirá una radical transformación de la segunda economía más grande del mundo, a medida que busca formas para frenar, capturar o compensar las emisiones de todo, desde la ganadería hasta el sector automotor.

La inversión de China en infraestructura intensiva en carbono sigue siendo alta como parte del PIB en comparación con muchos países desarrollados. Produce la mitad del acero del mundo y casi 60% del cemento mundial.

Beijing enfrenta una batalla cuesta arriba para alinear a los funcionarios de los gobiernos locales con un cambio costoso y potencialmente desestabilizador para limpiar la economía en las regiones del cinturón industrial, que dependen en gran medida de las contaminantes fábricas para su crecimiento y empleo.

Los analistas de Bernstein Research habían estimado previamente que los combustibles fósiles, que representan 85% de las necesidades energéticas de China en la actualidad, tendrían que caer a 25% de la mezcla energética para alcanzar el objetivo de ser carbono neutral, y las emisiones restantes se compensarían con tecnologías de captura de carbono. Según ese modelo, el petróleo y el carbón proporcionarían tan solo 10% de la energía de China, y 14% se generaría con gas natural.

Una pregunta sin respuesta es cómo lograr una "transición justa" hacia la neutralidad de carbono sin causar trastornos masivos en las vidas y los ingresos de las personas, dijo De Boer.

“Los investigadores de políticas chinos irán a Alemania para comprender cómo funcionó allí la justa. Pero una vez que se habla de las cifras, unos 400.000 habitantes (en Alemania), los chinos se empiezan a reír”. "Ellos tendrán que hacer eso para millones de personas cada año".

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