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Donald Trump y Boris Johnson han militarizado la voluntad del pueblo

El enfoque "por los medios que sean necesarios" está alimentando una crisis democrática anglo-estadounidense.

Por: Financial Times | Publicado: Martes 1 de octubre de 2019 a las 12:20 hrs.
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Foto: Reuters
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"Por los medios que sean necesarios" es el eslogan utilizado en 10 Downing Street para describir el enfoque del primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, sobre el Brexit. La misma frase resume el enfoque de Donald Trump con respecto a su campaña de reelección en 2020.

Las consecuencias de esta actitud hacia el gobierno fueron claras la semana pasada, cuando estallaron crisis de estado de derecho en ambos lados del Atlántico. En el Reino Unido, la Corte Suprema dictaminó 11-0 que la administración Johnson había actuado ilegalmente al suspender el parlamento. El mismo día, comenzó una investigación de juicio político contra el presidente de EEUU motivada por la afirmación de un denunciante de que Trump había presionado al gobierno de Ucrania para que lo ayudara a obtener información que pudiera dañar a sus oponentes políticos.

Estas crisis concurrentes son más que una coincidencia. Son una señal de que las leyes y convenciones que han sustentado la democracia liberal están siendo atacadas tanto en el Reino Unido como en EEUU, dos países que se han considerado a sí mismos como modelos democráticos para el mundo. En tiempos normales, un gobierno británico o estadounidense habría respondido a los golpes legales que recibieron la semana pasada con precaución, moderación e incluso contrición. Pero esos días se acabaron. En cambio, las administraciones de Trump y Johnson están animando a sus partidarios para que crean que sus problemas legales son un acto de venganza por parte de enemigos políticos con la intención de impedir la voluntad del pueblo.

Johnson ha combinado su aceptación pro forma de la decisión del tribunal con una afirmación de que los jueces de la Corte Suprema estaban equivocados (todos los 11). Cuestionar la independencia de los jueces ha sido parte de la retórica de Trump durante mucho tiempo. Durante las elecciones de 2016, sugirió que un juez mexicano-estadounidense inevitablemente estaría en contra de él debido a su postura sobre la inmigración.

Autoritarismo populista

El desprecio por el estado de derecho está integrado en el enfoque político "por los medios que sean necesarios". Una vez que un político ha afirmado que el fin justifica los medios, entonces cualquier táctica es lógicamente permisible.

Es revelador que "por los medios que sean necesarios" fue un eslogan originalmente adoptado políticamente por Malcolm X, el activista afroamericano de la década de 1960, quien estaba frustrado por los métodos no violentos del movimiento de derechos civiles. La amenaza implícita de violencia ya forma parte de la estrategia de Trump-Johnson. Después de que los parlamentarios se quejaron la semana pasada de que el lenguaje del primer ministro fomentaba los ataques contra los políticos, la respuesta fue que no era sorprendente que la gente estuviera enojada y que la mejor manera de calmar su ira era cumplir con el Brexit. Trump ha dicho que el denunciante en el caso de Ucrania es "casi un espía", y sugirió que debería ser tratado como "en los viejos tiempos, cuando éramos inteligentes" (en otras palabras, ejecutado). En el pasado, Trump ha alentado a las multitudes en sus mítines políticos a que agredan a los manifestantes.

Los argumentos políticos presentados por las administraciones de Johnson y Trump utilizan el lenguaje de la democracia, pero la lógica subyacente tiene más en común con el autoritarismo populista. Para Johnson, la estrecha victoria del referéndum sobre el Brexit de 2016 supera todas las demás limitaciones que operan en una sociedad democrática, incluyendo la ley, la verdad y la voluntad del parlamento y sus representantes electos.

Trump tiene aún menos consideración por la idea de que la democracia tiene controles y equilibrios. Su sentido de sí mismo como tribuno del pueblo es alimentado por su propio ego y la devoción de sus seguidores. Una vez dijo que podría dispararle a alguien en la Quinta Avenida de Nueva York, sin perder votos.

Cuando líderes como Johnson y Trump reclaman un mandato directo del pueblo, entonces las otras instituciones de una sociedad democrática pueden ser tratadas con desprecio e incluso amenazadas con represalias violentas por el pueblo. EEUU se ha estado moviendo por este camino populista-autoritario desde que Trump se involucró en la política. El Reino Unido se quedó atrás por algún tiempo, bajo el liderazgo más convencional y honorable de Theresa May. Pero Johnson, acorralado y sin escrúpulos, ahora ha importado la política de Trump al Reino Unido.

Sin embargo, no todo se ha perdido. Las decisiones de la Corte Suprema del Reino Unido y la Cámara de Representantes la semana pasada demostraron que, en el Reino Unido y EEUU, la ley sigue siendo una restricción formidable para los líderes con instintos autoritarios.

Sin embargo, la estrategia de Johnson es participar en una nueva elección bajo el estandarte de "pueblo contra el sistema político dirigente". Trump emprenderá una campaña similar en 2020.

Frente a opositores políticos divididos, radicalizados y poco convincentes, la estrategia Trump-Johnson aún podría triunfar. Esa estrategia, claramente, implica el desprecio por el estado de derecho, la destrucción de las instituciones nacionales, el fomento de un ambiente de violencia y la ampliación deliberada de las amargas divisiones dentro del país.

Hasta hace poco, el Reino Unido y EEUU eran una inspiración genuina para los liberales de todo el mundo, mostrando cómo debería funcionar un sistema democrático regido por la ley. La degeneración de la democracia liberal en su sede angloamericana tendrá, lamentablemente, un impacto global.

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