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EEUU amenaza con bloquear las negociaciones comerciales con China en el G20

La Casa Blanca quiere una lista detallada de las concesiones que Beijing está dispuesto a cumplir antes de iniciar conversaciones entre Trump y Xi.

Por: Financial Times, T. Mitchell / L. Hornby, | Publicado: Martes 9 de octubre de 2018 a las 10:20 hrs.
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Los funcionarios estadounidenses han advertido a China que Donald Trump no participará en conversaciones comerciales con Xi Jinping en la cumbre del G20 del próximo mes si Beijing no produce una lista detallada de concesiones, según dos personas informadas sobre las negociaciones entre los países.

Los chinos dicen que tienen una lista de este tipo, pero que no la presentarían sin alguna garantía de que se reciba en un clima político estable en Washington, incluida una persona de contacto con el mandato de negociar en nombre de la administración de Trump, según a las dos personas.

Los funcionarios estadounidenses se han sentido frustrados por lo que consideran la falta de voluntad de Beijing para discutir "cuestiones estructurales" sustanciales relacionadas con sus políticas económicas y comerciales. Beijing también ha estado irritado por el enfoque errático de la administración Trump y la incapacidad de los funcionarios del gabinete de Estados Unidos para negociar acuerdos vinculantes.

En la primera ronda de negociaciones comerciales a principios de mayo, los negociadores estadounidenses presentaron al viceprimer ministro Liu He una lista detallada de más de 140 demandas específicas, que van desde la eliminación de las barreras de acceso al mercado hasta grandes compras a largo plazo de energía y productos básicos de EEUU que reducirían el gran superávit comercial de Beijing.

En agosto, los negociadores chinos indicaron que podían llegar a un acuerdo sobre aproximadamente un tercio de las demandas con relativa rapidez y estaban dispuestos a participar en discusiones sobre otro tercio.

El resto, agregaron, estaban fuera de los límites debido a la seguridad nacional u otras preocupaciones. Estas incluían las demandas de Estados Unidos de que el mercado nacional de computación en la nube de China se abriera a compañías extranjeras.

Pero el equipo de Liu aún no ha presentado su respuesta detallada a los negociadores estadounidenses. Los funcionarios chinos estaban preparados para hacerlo en una quinta ronda de conversaciones comerciales en Washington el mes pasado, pero las discusiones se cancelaron abruptamente luego de que Trump impuso aranceles a más de la mitad de todas las exportaciones chinas a Estados Unidos.

Los funcionarios ahora dicen que necesitan la respuesta de China mucho antes de la cumbre del G20 en Buenos Aires programada para el 30 de noviembre, a fin de allanar el camino para discusiones comerciales sustanciales entre los dos líderes. Xi y Mike Pence, el vicepresidente de Estados Unidos, también asistirán a la cumbre anual de líderes de Cooperación Económica Asia-Pacífico en Papua Nueva Guinea el 18 de noviembre.

Tanto Liu como su vice negociador, el Viceministro de Comercio, Wang Shouwen, se muestran reacios a visitar Washington luego de un dramático deterioro en las relaciones bilaterales. En su lugar, los negociadores chinos sugirieron que un funcionario del gabinete de Estados Unidos debería visitar Beijing en las próximas semanas para avanzar en las conversaciones.

El lunes, el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, y el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, intercambiaron insultos, cada uno culpándose mutuamente por socavar la relación entre Washington y Beijing.

El intercambio público inusualmente irritable se produjo días después de que Pence lanzara un ataque mordaz a Beijing, acusando a China de tratar de influir en el resultado de las elecciones de mitad de período en EEUU a través de propaganda y operaciones de influencia. Al día siguiente, el Pentágono publicó un informe advirtiendo sobre las consecuencias del supuesto control de Beijing sobre las cadenas de suministro militares e industriales.

En otro reflejo de las crecientes tensiones, Terry Branstad, el embajador de Estados Unidos en Beijing, fue convocado por funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores de China dos veces en las últimas semanas. La primera reprimenda ocurrió el 23 de septiembre después de que el gobierno de Estados Unidos sancionara a una unidad militar china y su comandante por comprar armamentos a una compañía rusa incluida en la lista negra de Washington.

Branstad fue convocado por segunda vez después de que Trump alegara, en un discurso ante Naciones Unidas el 26 de septiembre, que el gobierno chino estaba tratando de influir en el resultado de las elecciones legislativas del próximo mes, una acusación repetida por Pence la semana pasada, sin citar evidencias.

El reciente movimiento de Pence para hablar públicamente sobre temas de China hizo que los funcionarios de Beijing se preguntaran si es una persona apropiada después de los acercamientos a Jared Kushner, el yerno de Trump, y varios funcionarios del gabinete no han logrado proporcionar una línea de comunicación confiable para la casa Blanca.

China ha designado a Liu y al vicepresidente Wang Qishan para tratar con Estados Unidos. Pero a algunos estadounidenses visitantes les preocupa que el estilo discursivo de Wang agote rápidamente la capacidad de atención de Trump.

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