FT Español

El gran engaño de recuperar el control del Brexit

En este mundo cada vez más hostil, los europeos deben mantenerse unidos. Es hora de que las personas sensatas intenten pensar de nuevo.

Por: Martin Wolf | Publicado: Miércoles 27 de marzo de 2019 a las 04:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Desde Beijing, donde estoy ahora, el Reino Unido se ve pequeño. También se ve como si hubiese caído en las manos de unos lunáticos involucrados en un acto asombroso de autolesión nacional. Pero esto, dirán los que apoyan el Brexit, es una ilusión. El Reino Unido va a “recuperar el control”. El eslogan fue brillante. Pero fue el mayor engaño de todo.

Imagen foto_00000004

El control es diferente de la soberanía. Como argumenté durante la campaña por el referendo, el Reino Unido ya era soberano: podía, si lo deseaba, votar para abandonar la UE. Lo hizo, pero rápidamente descubrió que, aunque era soberano, no era muy poderoso. Sin embargo, el control tiene que ver con el poder.

En las negociaciones posteriores al referendo con la UE resultó que, como la gente bien informada sabía que pasaría, la UE era más poderosa que el Reino Unido. Esto fue así por una razón muy simple: podría imponer sanciones mucho más duras al Reino Unido, que el Reino Unido a la UE.

La nación envía 47% de sus exportaciones de bienes al bloque, mientras que el resto de la UE envía 15% de las suyas al Reino Unido. Para la UE, el mercado británico es importante. Para el Reino Unido, el de la UE es vital.

Bienvenido al difícil mundo de las relaciones internacionales. Nos han recordado frecuentemente que el Reino Unido es la quinta (y pronto la sexta) economía más grande. Eso es cierto, pero engañoso.

El mundo tiene tres superpotencias económicas: Estados Unidos, la UE (sin el Reino Unido) y China. Éstas generaron cerca de un 60% del Producto Interno Bruto global el año pasado. La contribución del Reino Unido fue de 3%. Es grande para un pez pequeño, pero sigue siendo un pez pequeño.

Supervivencia en riesgo

Entonces, ¿qué podría significar “control” para un pequeño país insular a punto de separarse de sus vecinos y socios económicos más cercanos? En algunas áreas, podría ejercer control. Pero sería en áreas en las que siempre lo ha logrado.

La contribución neta del Reino Unido a la UE fue sólo de 1,1% del gasto público total en el último año financiero. La UE no tiene influencia significativa sobre el gasto de la nación británica en (o políticas hacia) salud, educación, vivienda, pensiones, bienestar, infraestructura, cultura o, para el caso, defensa y ayuda.

En un área doméstica en particular, el Reino Unido corre el riesgo de perder el control: su propia supervivencia. El futuro de Irlanda del Norte y Escocia en el Reino Unido han sido desestabilizados por el Brexit.

Entonces, ¿dónde podría el Reino Unido obtener el control del que ahora carece? Ejemplos obvios son las regulaciones económicas que han caído dentro del ámbito de la política de competencia de la UE, las normas sobre ayudas estatales y el mercado único del bloque.

Es cierto que si el Reino Unido sale de la UE por completo, podría abandonar una política de competencia activa y desperdiciar grandes cantidades de dinero para apoyar a las empresas afectadas. Por qué debería cualquiera de ellas verse como un atractivo es un misterio.

El Reino Unido tiene un control desenfrenado sobre sus asuntos internos, para bien o (muy a menudo) para mal. Pero es una nación comercial abierta y, dado su tamaño y recursos limitados, no tiene futuro como cualquier otra cosa. Es una potencia moderada en un mundo grande: 2019 no es 1860. Depende del comportamiento de otros países soberanos.

La UE ha aumentado significativamente la influencia del Reino Unido en una serie de negociaciones, en particular sobre el comercio y el clima. Eso se habrá ido. También pasaría con la influencia de las políticas de la UE sobre el Reino Unido, como han demostrado ya las negociaciones de divorcio. Pero, nos han dicho, el país puede abrir mercados en todo el mundo, para compensar la pérdida del acceso favorable al mercado de 450 millones de personas.

Desafortunadamente, eso no sería cierto incluso si el resto del mundo estuviera dispuesto a hacerlo, porque los mercados de la UE son muy cruciales para el Reino Unido.

Respuesta mundial

Además, el resto del mundo no va a estar dispuesto. Estados Unidos está en proceso de demoler la Organización Mundial del Comercio (OMC), sobre la cual el Reino Unido dependerá. En cualquier negociación bilateral con EEUU, este último impondrá términos muy fuertes y los más desagradables probablemente se relacionarán con las normas alimentarias y la salud.

China va a insistir en que el Reino Unido acepte sus términos como, de hecho, está haciendo una India proteccionista. La vieja Commonwealth de Australia, Canadá y Nueva Zelanda pueden ser amigables, pero estos 65 millones de personas no están aquí ni allá para el Reino Unido, económicamente.

En resumen, fuera de la UE, el Reino Unido no tendrá un mayor control sobre su entorno global. Estará por sí solo, y a merced de otros, algunos mucho más potentes que él. Y esto no es todo. Los acuerdos comerciales se centran cada vez más en normas reglamentarias, porque son cada vez más importantes a nivel doméstico en todos los países importantes.

Si el Reino Unido desea comerciar con la UE, tendrá que adoptar sus estándares, como lo ha hecho como integrante. Pero lo mismo aplicará para comerciar con otros países, en particular en el caso de EEUU.

Choque de estándares

Pero, ¿qué se debe hacer cuando los estándares chocan entre sí, como ocurre con la protección de datos y alimentos? Esto no es tan importante para la manufactura, que puede producir según diferentes estándares. Pero sí importa para los servicios, el manejo de datos y la alimentación, donde la forma en que se hacen las cosas es crucial.

Al final, el Reino Unido a menudo tendrá que alinearse con los estándares de uno de los bloques, por lo general, predigo, los de la UE.

Hay algo mucho más grande aún. Desde 2016, los desafíos a los valores liberales y democráticos se han vuelto mucho más claros.

Como argumenta el excanciller alemán, Sigmar Gabriel, en una columna para Project Syndicate, este es un entorno peligroso y desalentador para la UE. Pero también lo es para el Reino Unido. Sencillamente, la saga que estamos viendo desarrollarse es una verdadera tragedia. El Reino Unido ha elegido un camino solitario. Pero la UE también debería hacer una reconsideración. Después de todo, como apunta Gabriel, incluso en Alemania la visión sobre inmigración ha cambiado un poco.

No es demasiado tarde para detener un acto de semejante locura. El Reino Unido no ganará el control en ningún aspecto importante al salir de la UE. Por el contrario, es más probable que lo pierda. En este mundo cada vez más hostil, los europeos tenemos que mantenernos unidos. Es hora de que las personas sensatas intenten pensar de nuevo.

Lo más leído