FT Español

El nuevo ministro de Hacienda de Brasil mira al "estilo Pinochet" para recuperar la economía

Paulo Guedes busca implementar reformas de libre mercado similares a las de los Chicago boys en el Chile de los '70.

Por: Andres Schipani y Joe Leahy, Sao Paulo | Publicado: Lunes 5 de noviembre de 2018 a las 11:48 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Para el nuevo ministro de Hacienda de Brasil, Paulo Guedes, el gobierno del presidente electo Jair Bolsonaro podría representar un momento "Pinochet" para la mayor economía de América Latina.

Bolsonaro, quien ganó la elección en octubre poniendo fin a casi 15 años de gobiernos de izquierda, recibirá una economía moribunda, con la carga de un sector público aparatoso cuando asuma el gobierno, el 1 de enero.

El dictador chileno Augusto Pinochet tomó el poder en Chile en 1973, tras deponer al presidente socialista Salvador Allende en un golpe militar, en un momento económico difícil, cuando el país sufría de alta inflación y déficit fiscal.

La solución del general fue una dosis de economía de libre mercado al estilo de Milton Friedman por parte de académicos de la Universidad de Chicago. Bolsonaro está considerando la misma medicina a manos de Guedes, quien tiene un doctorado en Chicago y fue profesor de la Universidad de Chile, en 1980, cuando Pinochet estaba en el poder.

"Los Chicago boys salvaron a Chile, arreglaron a Chile, arreglaron el desastre", dijo Guedes a FT durante una entrevista de cinco horas en su oficina en Río de Janeiro este año.

Si Bolsonaro, quien tiene una conocida nostalgia por la dictadura militar de Brasil, representa para muchos votantes una solución extrema, pero necesaria para poner fin al largo coqueteo del país con la izquierda, Guedes es su paralelo en el mundo de la economía y las finanzas.

Bajo los gobiernos del Partido de los Trabajadores desde 2002, el sector público de Brasil ha gastado lo mismo que la seguridad social europea, pero sin la misma calidad. Las tasas de interés están entre las más altas del mundo, la deuda pública es alta, la corrupción es endémica y la economía aún tiene dificultades para recuperarse de años de recesión.

Para quienes apoyan a Bolsonaro, la visión de libre mercado sin puntos medios de Guedes, es la única respuesta. "Los liberales saben hacerlo", dijo Guedes una vez.

El inversionista de voz áspera de Rio de Janeiro era, hasta ahora, poco conocido fuera de círculos académicos y de negocios. Tras volver de Chile a inicios de los '80, fue cofundador de Banco Pactual en 1983, que luego se convirtió en BTG Pactual, que llegó a ser el mayor banco de inversión independiente creado en el país. Luego se unió a la firma de administración de activos JGP antes de crear su propio fondo de inversiones, Bozano Investimentos.

Guedes recordó amargamente que al volver de Chile en los años '80 fue "discriminado por mi asociación con Chicago y Pinochet. Fui atacado por ser un liberal radical".

Un economista brasileño senior que conoce a Guedes dijo que sus colegas académicos nunca lo respetaron, por verlo como un "apostador" del mundo bancario.

Sin embargo, el exgobernador del banco central brasileño Carlos Langoni, quien fue profesor de Guedes en la Fundación Getulio Vargas, una institución académica y think-tank brasileño, dijo que era el mejor estudiante de su clase. "Tenemos por primera vez en muchos, muchos años, a una persona con la visión correcta para Brasil", señaló.

Al igual que el plan de Pinochet, Guedes -quien comenzó a evaluar sumarse a la campaña de Bolsonaro apenas el año pasado- ha insistido en que su prioridad es poner fin al 7% de déficit fiscal de Brasil a través de la privatización de las 147 empresas estatales del país. La mayor economía latinoamericana gasta el equivalente a un Plan Marshall al año en atender su deuda, dijo.

"No hay vacas sagradas", señaló, en referencia a las privatizaciones. El desafío será convencer a Bolsonaro, quien es visto por analistas como un nacionalista de corazón y ya ha descartado la venta completa de firmas importantes como la petrolera Petrobras, la eléctrica Eletrobras y el banco estatal Banco do Brasil.

Sin ellas, advirtió la economista jefe de XP Investimentos, Zeina Latif, "hablar de privatizaciones se hace complicado". Los inversionistas están mucho menos interesados en las empresas más pequeñas y menos rentables.

Los otros planes de Guedes incluyen una simplificación radical del sistema tributario brasileño, uno de los más complejos del mundo, y una reforma al costoso sistema de pensiones del país, que amenaza con presionar sobre el presupuesto.

Algunos temen que el irascible Guedes no esté capacitado para el servicio público. El domingo, presionado por un periodista argentino sobre el rol de Brasil en el bloque regional Mercosur, perdió la compostura: "Mira, hay un estilo que va con el presidente, porque hablamos con la verdad. No estamos preocupados por complacerte".

Luego pidió disculpas. Pero Rodrigo Constantino, un economista que trabajó con él y lo considera un mentor, dijo que es "inevitable que haya algún tiempo de fricción importante" entre el ministro y su jefe, Bolsonaro.

Oliver Stuenkel, profesor en la FGV, dijo que Guedes retendría un "arma poderosa" que podría usar para imponer su voluntad: el derecho a renunciar. "Él sabe que en el momento en que renuncie, los mercados caerán mucho", sostuvo.

La esperanza será que él tenga más éxito que los Chicago boys de Pinochet. Aunque lograron reducir el déficit fiscal, liberalizar el comercio y privatizar las empresas estatales, establecieron un tipo de cambio fijo que implosionó tras la crisis de deuda de la región en 1982.

Una reforma muy celebrada para introducir un sistema previsional privado también enfrenta problemas, ya que los jubilados se quejan de que los pagos son bajos.

Pero quienes respaldan a Guedes son optimistas. "Este es el momento correcto para hacer cosas", dijo Langoni. "Ahora hay una oportunidad única para implementar este golpe liberal por el precio fiscal del sector público en Brasil".

En cuanto a Guedes mismo, se refirió al eslogan proclamado en la bandera de Brasil, Orden y Progreso. "El orden está conociendo al progreso. El orden es Bolsonaro, el progreso son las ideas liberales", señaló.

Lo más leído