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Flash Crash: el joven prodigio del trading que estrelló el mercado de valores de EEUU

La historia del genio de las matemáticas, Navinder Sarao, es una advertencia sobre las fragilidades de las finanzas modernas.

Por: Financial Times, Katie Martin | Publicado: Jueves 7 de mayo de 2020 a las 11:34 hrs.
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Es difícil imaginar a una persona peor adaptada a su entorno, más destinada al desastre, que Navinder Singh Sarao. Hace cinco años, el prodigio matemático convertido en trader y luego en supuesto maestro criminal, fue capturado por el FBI por hacer colapsar el mercado de valores de EEUU desde un computador en su habitación, en el hogar de su familia, en un humilde barrio londinense.

Las acciones de Sarao lo llevaron a ser sentenciado a principios de este año a un año de reclusión domiciliaria. Cómo evitó una condena mucho más larga en prisión, es el tema del libro de Liam Vaughan, Flash Crash. La historia es una advertencia sobre las fragilidades provocadas en el sistema financiero por la creciente complejidad y la búsqueda de ganancias perjudicando a las contrapartes.

Es una interesante lección de historia sobre la evolución del comercio moderno, las demandas en conflicto que busca atender y su dislocación de cualquier propósito social. Es una visión alarmante sobre las motivaciones de los fiscales que, a veces, están desesperados por condenar a alguien, a cualquiera. Y es una detallada descripción que pasa del humor al horror de un hombre vulnerable traicionado por las personas que lo rodeaban.

Un amenaza nueva

Sarao saltó a la fama a los 36 años, en abril de 2015, cuando fue sacado de la casa de sus desconcertados padres en Hounslow por su participación en un vertiginoso colapso de acciones estadounidenses en 2010 que llevó al Promedio Industrial Dow Jones a caer en solo cinco minutos más que en todos sus 114 años de historia. El colapso se produjo inmediatamente después de que Sarao había obtenido una ganancia de US$ 900.000 al llenar el mercado con miles de millones de dólares en pedidos falsos. El problema estalló cuando apagó sus máquinas, posiblemente porque su madre lo había llamado a cenar.

El incidente sorprendió a los reguladores, inversionistas y traders de todo el mundo y los obligó a tomarse en serio el comercio automatizado de alta velocidad. La integridad de los mercados estaba en juego. De repente, el mundo aburrido de Nav Sarao era un asunto de la Casa Blanca.

Demasiado frágil para ir a prisión

Pero la imagen de un delgado y mal vestido Sarao, retratado como un villano de James Bond y con una potencial sentencia de 380 años de cárcel, fue recibida con escepticismo y alarma por los medios. Incluso algunas de las personas involucradas en el caso en su contra se sintieron incómodas, particularmente al descubrir las particulares rarezas de su vida. Como quedó claro al final del proceso, Sarao sufre el síndrome de Asperger, una condición que lo vuelve ciego a las consecuencias más amplias de sus acciones y claramente demasiado frágil para la prisión.

Vaughan, periodista de Bloomberg, describe cómo detrás del exterior caótico de Sarao hay un hombre que posee habilidades matemáticas casi incomprensibles, una boca agresivamente ofensiva, particularmente en foros en línea, una afición por las teorías de la conspiración y una fortuna de decenas de millones de dólares acumulada a través de su comercio. Sus padres no tenían idea, pero emprendedores sin escrúpulos estuvieron felices de poder liberarlo de su fortuna.

Puede procesar números y detectar patrones más allá del resto de nosotros. Pero no puede ver el peligro de decirle a los reguladores "besen mi trasero" o amenazar con "cortarles los pulgares".

Flash Crash captura la rareza casi de otro mundo de Sarao sin cruzar la línea para burlarse de él. El comerciante aparece bebiendo leche sin parar en su escritorio y preguntado a sus interrogadores del FBI si alguna vez habían atrapado a un asesino en serie, aparentemente incapaz de entender la gravedad de su situación.

Peligroso arsenal

Vaughan cuenta cómo Sarao estuvo una vez del otro lado de las maniobras ejecutadas por el infame comerciante rebelde de Société Générale, Jérôme Kerviel. Las pérdidas del francés fueron, en parte, su beneficio, luego de que la paciencia y capacidad de Sarao para detectar patrones lo ayudaran a dar el salto a su gran momento en su comunidad de traders independientes.

Enfurecido con los traders de alta velocidad que estaban socavando su estilo de negociación de seleccionar y hacer "clic" más lento, decidió que si no podía vencerlos, se uniría a ellos. Si realmente tuvo la culpa de la caída de 2010 seguirá siendo un punto de debate. Sí, estaba colocando órdenes falsas, se declaró culpable de eso y de fraude. Pero estaba lejos de ser el único spoofer en la ciudad. Y no estaba involucrado en el mercado en el momento del accidente. Terminó ayudando a los reguladores y fiscales a entender este mundo mejor que nunca.

Flash Crash es un recordatorio convincente de que estos casos podrían volver a ocurrir sin un escrutinio sobre quién tiene en sus manos el armamento de los mercados.

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