FT Español

La decisión de salir de la Unión Europea hará más pobre a Reino Unido

El efecto inmediato probable es turbulencia en el mercado financiero, que dejará al Reino Unido vulnerable a un freno repentino en las entradas de capital.

Por: Financial Times | Publicado: Martes 3 de mayo de 2016 a las 04:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Desde su nacimiento, la Unión Europea ha buscado la integración económica como medio para asegurar la paz y prosperidad de sus miembros. En las cuatro décadas desde que el Reino Unido se unió al bloque, su economía se ha vuelto más rica, más abierta y más dinámica: capaz de comerciar más fácilmente con sus socios y con el mundo, y de atraer inversionistas que buscan entrar a los mercados europeos. Un voto para salir en el referéndum del próximo mes pondría todo en duda.

El efecto inmediato probable es turbulencia en el mercado financiero, que dejará al Reino Unido vulnerable a un freno repentino en las entradas de capital y a una depreciación aguda de la libra esterlina. A ello seguiría un período prolongado de incertidumbre, mientras el gobierno busca transformar sus relaciones con Bruselas y otros socios comerciales. Las empresas verían difícil planear inversiones o contratar personal y el golpe a la confianza podría llevar a la economía de vuelta a la recesión. La experiencia del Reino Unido en la crisis financiera global muestra que una crisis aguda puede tener efectos duraderos en el potencial económico de largo plazo.

La pregunta central, sin embargo, es si el Reino Unido, al salir del bloque, podría ganar términos más favorables para comerciar con la UE y otros mercados que los que tiene en la actualidad. Es difícil imaginar un acuerdo que igualara al status quo, menos aún que ofrezca algo mejor. Esto es difícilmente una sorpresa, dado el rol e liderazgo del Reino Unido en la creación del mercado único.

Para mantener un acceso preferencial a los mercados de la UE, el Reino Unido necesitaría aceptar el libre movimiento de mano de obra y seguir aportando al presupuesto de la UE, además de aplicar reglas de la UE, pero perdiendo la influencia sobre ellas.

Quienes lideran la campaña por el Brexit han aclarado que no aceptarían esas condiciones. Algunos buscan llegar a un acuerdo más limitado, para el comercio sin aranceles de bienes solamente. Otros optarían por comerciar bajo las reglas de la OMC, dejando las exportaciones del Reino Unido sujetas a los aranceles externos.

En cualquier escenario, el intercambio con la UE se volvería más costoso, los exportadores tendrían que someterse a controles de Aduanas y cumplir reglas de origen y chequeos bajo estándares de la UE. Los efectos de las barreras no arancelarias podrían empeorar, al tiempo que el Reino Unido y la UE separan sus regulaciones. También se volvería más difícil atraer inversionistas extranjeros que buscan una base para el comercio con la UE.

El Reino Unido no podría confiar en el intercambio con otros países para compensar la diferencia. Ningún otro mercado podría compensar una pérdida de acceso al gigantesco bloque comercial que tiene en su puerta.

Para argumentar que el Reino Unido estaría mejor fuera de la UE, se necesita creer que cualquier beneficio del mercado único es anulado por la carga de regulaciones que emanan de Bruselas y la contribución del Reino Unido al presupuesto de la UE. Es cierto que Bruselas es la fuente de muchas irritaciones; sin embargo, éstas son compensadas con los beneficios de una fuerte política de competencia y reglas de ayuda estatal que ayudan a los políticos a resistir el impulso de apoyar industrias sin futuro. La UE no ha impedido que el Reino Unido tenga uno de los mercados laborales más flexibles del mundo desarrollado. Muchas de las reglas que dicta -en discriminación de género o estándares ambientales, por ejemplo- son respaldadas enfáticamente por el Reino Unido. La contribución fiscal, que es cerca del 0,5% del PIB, es una cifra insignificante ante las ganancias comerciales.

Cualquier intento de cuantificar el costo del Brexit tiene incertidumbres. Por supuesto, las exportaciones no colapsarían y la City no perdería su dominio sobre los servicios financieros de un día para otro. Pero hay consenso en que el Brexit dejaría al Reino Unido más pobre en el largo plazo. Los que desean que el Reino Unido salga de la UE pueden sentir que el costo vale la pena, pero deberían ser honestos sobre las decisiones que conllevará y tener una visión clara sobre los riesgos.

Lo más leído