FT Español

La televisión: el factor determinante en las elecciones brasileñas

Casi un 98% de los hogares brasileños tiene televisión, pero sólo 61% de la población puede acceder a Internet, en un país donde los medios tradicionales favorecen a los partidos establecidos.

Por: A. Schipani y J. Leahy | Publicado: Viernes 6 de julio de 2018 a las 04:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Caruaru

En su granja en el estado nororiental de Pernambuco, Florencia dos Santos se refugia del calor sofocante viendo la televisión. Cuando se le preguntó a qué candidato apoya en las elecciones presidenciales más inciertas de la historia reciente, ella dice que sólo conoce a Luiz Inácio Lula da Silva, el expresidente ahora en la prisión por cargos de corrupción.

Imagen foto_00000007

“No he oído hablar de ninguno de los otros todavía”, dijo. Ella está planeando votar por Lula o, en el caso probable de no pueda postularse debido a su condena, por el candidato respaldado por Lula.

¿Cómo va a averiguar quién es esa persona? En la televisión y la radio. Aunque el campo de batalla electoral ha cambiado de los medios tradicionales a las redes sociales, particularmente en entornos más urbanos, el tiempo de transmisión en televisión y radio y no Twitter o Facebook seguirá siendo decisivo en la votación de octubre, dicen muchos analistas.

El problema es que, a diferencia de las redes sociales, las ondas televisivas son un medio muy poco equitativo.

Un estudio del Pew Research Center muestra que sólo 53% de los adultos brasileños usan las redes sociales, un porcentaje aún más bajo que Venezuela, un país asolado por la crisis. Casi un 98% de los hogares brasileños tiene televisión, pero sólo 61% de la población puede acceder a Internet, dice el Centro de Estudios sobre Tecnologías de la Información y la Comunicación.

“La televisión seguirá siendo más influyente que Internet en esta elección”, dijo Mauro Paulino, director de la encuestadora Datafolha. Los candidatos más conocidos -el nacionalista de extrema derecha Jair Bolsonaro y la ambientalista Marina Silva- tienen un fuerte seguimiento en las redes sociales, pero pertenecen a pequeños partidos y, por ahora, carecen de alianzas partidistas.

Espacio televisivo

Esto es crucial ya que la publicidad electoral pagada de televisión y radio no está permitida por la legislación brasileña. El tiempo de transmisión se asigna de acuerdo al número de parlamentarios dentro de la coalición del partido del candidato. El partido PSL de Bolsonaro tiene ocho legisladores, mientras que el partido REDE de Silva tiene sólo dos de un total de 513.

Al carecer de una coalición robusta, los anuncios de un candidato probablemente se transmitirían por unos segundos durante la hora del almuerzo y las transmisiones en horario de máxima audiencia, mientras que las grandes alianzas tendrían períodos de tiempo mucho mayores de los 25 minutos totales asignados por día. Esto dejaría a muchos candidatos dependiendo de las redes sociales, que tienen un alcance limitado en áreas menos desarrolladas.

El centrista Geraldo Alckmin del partido PSDB, que tiene 49 diputados en el Congreso, está a la zaga en las encuestas actuales. Sin embargo, los analistas esperan que recibirá un impulso una vez que comience la campaña televisiva en agosto, particularmente si tiene éxito en las negociaciones para unirse a otros grandes partidos centristas, como el MDB, que tiene 51 diputados.

Según Paulino, una coalición entre el PSDB y el MDB podría allanar el camino para que Alckmin pueda ingresar a una segunda vuelta debido a la generosa porción de tiempo de transmisión a su disposición. Esto también impulsaría al centroizquierdista Ciro Gomes si recibe la aprobación de Lula y si hace campaña en una coalición con su partido PT, que tiene 61 diputados, y otros partidos izquierdistas.

Imagen foto_00000008

Explosión de Facebook

Las redes sociales han crecido enormemente en Brasil, convirtiéndolo en el cuarto mercado más grande de Facebook después de India, EEUU e Indonesia. Eso desempeñaría un papel importante en la votación. Pero las redes sociales tienden a reforzar los puntos de vista existentes en lugar de cambiarlos.

Además, en una contienda altamente polarizada marcada por la ira generalizada contra la clase política a raíz de una serie de escándalos de corrupción, Brasil es terreno fértil para la desinformación. Un estudio realizado por el Instituto de Reuters para el Estudio del Periodismo muestra que los brasileños son los más “preocupados” en el mundo sobre lo que es real y falso en línea.

Para Ali Kamel, director general de periodismo de Globo, el mayor grupo de medios del país, las redes sociales son “un entorno propicio para la difusión de desinformación, por lo que refuerzan el papel de los vehículos del periodismo profesional como una fuente a la cual el público puede acudir en busca de confirmación de lo que es creíble o falso”.

Brasil tiene tantas pantallas de televisión como habitantes. A pesar de que Globo fue criticado tanto por la derecha como la izquierda, el Jornal Nacional, el programa de noticias de horario estelar de la cadena, acaba de alcanzar su mejor índice de audiencia en seis años, con una audiencia de casi la mitad de los hogares que poseen televisión, agregó Kamel.

Las redes sociales, por otro lado, aún no tienen el poder de elegir un presidente, dijo Marcos Facó, profesor y jefe de comunicaciones y mercadotecnia de la Fundación Getulio Vargas en Río de Janeiro. “La televisión en Brasil sigue siendo un vehículo de masas. Las redes sociales aún no han alcanzado ese nivel”.

Lo más leído