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La venta de divisas amenaza la respuesta de los mercados emergentes al coronavirus

Los países exportadores de commodities se han visto doblemente afectados, por el debilitamiento de sus monedas y por el desplome del precio del petróleo y los metales.

Por: Financial Times | Publicado: Martes 3 de marzo de 2020 a las 13:23 hrs.
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La creencia de que los bancos centrales irán al rescate de la economía mundial afectada por el coronavirus se ha fortalecido, a medida que las consecuencias financieras de las medidas tomadas para intentar controlar el brote se han vuelto más evidentes.

Una letanía de cierres de fábricas, cuarentenas masivas y prohibiciones de viajes que aumentan día a día seguramente arruinará el modesto aumento en el crecimiento global que se predijo para este año, con pocos países que puedan escapar de su parte del dolor.

Crecen las expectativas de una llamada recesión global, que muchos describen como un crecimiento menor a 2,5%.

El lunes, la OCDE redujo su pronóstico de crecimiento global para 2020 del 2,9% que preveía en noviembre a 2,4%, y agregó que un "brote de coronavirus más duradero e intenso" podría forzar un crecimiento tan bajo como 1,5%.

Hoy, la Reserva Federal de Estados Unidos recortó en 50 puntos base sus tasas de interés de forma inesperada antes de la reunión del 18 y 19 de marzo, a un rango de 1% a 1,25%.

Se espera que el Banco Central Europeo aplique un recorte de un décimo de punto porcentual este año, algo distinto a la posición de enero, cuando los inversionistas habían comenzado a incorporar a precios tentativamente alzas de tasas en 2021.

Los mercados también están incorporando a precios un poco más de una rebaja por parte del Banco de Inglaterra este año, mientras que el Banco de Japón ha dicho que está "bien preparado" para flexibilizar la política monetaria si es necesario.

Escenario emergente

Sin embargo, el impacto puede ser muy diferente en grandes partes del mundo emergente, ya que algunos bancos centrales pueden verse obligados a suspender prematuramente sus ciclos de flexibilización monetaria como resultado de los recientes cambios en el mercado impulsados por el coronavirus.

Casi todas las monedas de los mercados emergentes que se negocian libremente se han debilitado en las últimas semanas debido a que un entorno de ventas masivas ha llevado a los inversionistas a aferrarse a monedas "refugio" como el dólar estadounidense y el franco suizo. Los países exportadores de commodities se han visto doblemente afectados, ya que el precio del petróleo y los metales se ha desplomado en medio del debilitamiento de la demanda mundial.

El rand sudafricano ha liderado el camino, bajando 11,1% frente al dólar en lo que va del año, a pesar de que el país no reportó casos del nuevo coronavirus hasta el momento.

América Latina también ha tenido casos mínimos confirmados del virus, sin embargo, el real brasileño ha caído 10,8% desde el comienzo del año, con el peso chileno bajando 8,3% y el peso colombiano, un 7,5%.

El rublo ruso ha perdido 7,6%, y la lira turca, el won surcoreano y el peso mexicano, entre otros, se han vendido.

La caída de las monedas conducirá a una mayor inflación al aumentar el precio de los bienes y servicios importados.

Edward Glossop, economista de mercados emergentes de Capital Economics, predijo que las ventas masivas impulsarían la inflación durante el próximo año en al menos 0,6-0,7 puntos porcentuales en Rusia y Sudáfrica, fortaleciendo su opinión de que los ciclos de relajación monetaria en ambos países ahora están "cerca del final".

Esto ocurriría incluso cuando el crecimiento económico probablemente se vea presionado, dada la gran dependencia del dúo de las materias primas, con la OCDE reduciendo su pronóstico de crecimiento para Rusia en 0,4 punto porcentual a 1,2% y reduciendo a la mitad sus expectativas para Sudáfrica a sólo 0,6%, muy por debajo del crecimiento de la población.

Glossop también vio una recuperación similar de la inflación impulsada por la moneda en Turquía, donde creía que el banco central revertiría el curso y comenzaría a aumentar las tasas de interés en la segunda mitad del año.

Rusia, Sudáfrica y Turquía son los más vulnerables entre las grandes economías emergentes debido a sus altas tasas de transferencia de divisas a la inflación, un factor impulsado por su grado de apertura comercial, credibilidad del banco central, expectativas de inflación y el tamaño de su brecha de producción, dijo Glossop.

Pakistán, Ucrania y Argentina tienen tasas aún más altas de traspaso desde la debilidad del tipo de cambio hasta la inflación, según cálculos del FMI.

También es probable que países como Polonia, Brasil y Corea del Sur experimenten aumentos de la inflación de al menos 0,3 punto porcentual gracias a las caídas en sus monedas, con aumentos más modestos en México, Chile, Colombia, Malasia y la República Checa, agregó Glossop.

Distintas respuestas

Sin embargo, es probable que la reacción de los bancos centrales a una inflación más alta varíe de un país a otro.

"Algunos [como México] se asustarán por cualquier señal de que la debilidad de la moneda está impulsando la inflación al alza. Otros, principalmente en Asia, priorizarán apoyar el crecimiento", argumentó Glossop.

Otros efectos también pueden entrar en juego. La caída en el precio del petróleo, que cayó 24% este año, ayudará a reducir la inflación en muchos países, al igual que una demanda más débil en general.

Equilibrado contra esto puede haber una gama de interrupciones en el suministro, lo que podría elevar los precios en ciertas categorías de productos.

Los envíos mundiales de computadores portátiles, por ejemplo, probablemente se redujeron a la mitad en febrero, según Trendforce, una firma de investigación de la industria tecnológica con sede en Taiwán.

Los precios mundiales del ajo y el jengibre también se dispararon, debido a las dificultades logísticas para obtener suministros de China, un importante exportador. Japón también ha informado de una fuerte caída en las importaciones de verduras de China, su mayor proveedor extranjero.

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