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Las tormentas en EEUU no cambiarán el curso de la política de la Fed

Aunque tienen efectos económicos inmediatos, el impacto de Harvey e Irma es visto como “temporal” por el banco central.

Por: S. Fleming y L. Leatherby | Publicado: Miércoles 13 de septiembre de 2017 a las 04:00 hrs.
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Washington / Nueva York

Mientras el daño físico de tormentas tan feroces como Harvey e Irma puede durar por meses y años, el daño económico en general probablemente será fugaz y debería hacer poco para alterar la estrategia de la Reserva Federal para ajustar su política monetaria, prevén los economistas.

El banco central de EEUU aumentó sus tasas de interés de corto plazo en 2005, un mes después de que el Huracán Katrina arrasó con el Golfo de México, y las autoridades en ese momento describieron las ramificaciones económicas como significativas pero “esencialmente temporales”. La presidenta Janet Yellen podría tener una visión similar frente a las tormentas hermanas que golpearon Texas y Florida.

Las estimaciones de Moody’s Analytics ponen el daño físico total de Harvey e Irma entre US$ 150 mil millones y US$ 200 mil millones, comparables con los de Katrina. El golpe al Producto Interno Bruto anualizado en el tercer trimestre podría ser de 0,5 puntos porcentuales, señaló. Estimaciones separadas de Goldman Sachs sugieren que las disrupciones relacionadas con el huracán quitarán 0,8 puntos porcentuales del crecimiento durante ese período, bajando la expansión probable a 2%.

A la inversa, la inflación general podría aumentar brevemente tras las tormentas, dados factores como los mayores precios de los combustibles debido al cierre de las refinerías, así como un aumento en los precios de los automóviles usados, luego de que las tormentas dejaran un rastro de vehículos arruinados. El impacto en la inflación subyacente, que no considera a los alimentos y la energía y es mirado de cerca por la Fed, podría ser menor.

Impacto en los datos

Analistas destacan que los grandes desastres pueden impulsar el crecimiento más tarde, en momentos en que comienzan los esfuerzos de reconstrucción, dejando a la economía en general en una trayectoria esencialmente igual. Ese fue el mensaje de Bill Dudley, presidente de la Fed de Nueva York la semana pasada, cuando describió los efectos económicos nacionales de las grandes tormentas como “modestos y transitorios”. El tumulto por las tormentas podría hacer difícil leer los datos económicos, dada la volatilidad que inyectará en las cifras, sostuvo.

Michael Feroli de JPMorgan Chase no espera que la política de la Fed se vea muy afectada. En la reunión de la próxima semana, probablemente anunciará el comienzo del proceso de reducción de su hoja de balances; no ha estado evaluando esta medida en base a los cambios económicos de corto plazo.

“La próxima oportunidad realista para ajustar la tasa no es sino hasta mediados de diciembre, y creemos que a ese punto las disrupciones más notables del flujo de datos deberían estar en el pasado”, agregó Feroli.

Impacto de corto plazo

Nada de esto reduce el impacto de corto plazo de las dos violentas tormentas. Harvey impulsó un salto en las solicitudes de subsidio por desempleo en Texas, por ejemplo.

Las peticiones iniciales subieron en 62 mil para llegar a un total ajustado estacionalmente de 298 mil en la semana que terminó el 2 de septiembre, el mayor salto semanal desde 2012, según datos del Departamento del Trabajo. En 2005, hubo más de 500 mil solicitudes de beneficios relacionadas con el huracán en los tres meses que siguieron a Katrina, según High Frequency Economics.

La producción industrial probablemente se verá afectada por los cierres en el sector de químicos y petróleos de Texas. Los cortes de energía han afectado a más de la mitad de los hogares y empresas en Florida, golpeando la producción de las empresas de servicios básicos y la actividad empresarial. El sector del turismo del estado ha quedado particularmente expuesto a los efectos de la tormenta.


Ingresos estadounidenses registran máximos y pobreza disminuye

Los ingresos de los hogares estadounidenses subieron por segundo año consecutivo en 2016 y la pobreza disminuyó, desafiando la narrativa de un incesante deterioro económico que pesó sobre la campaña electoral presidencial el año pasado.

El ingreso medio ajustado por inflación aumentó un 3,2% entre 2015 y 2016, a US$ 59.039, sobrepasando el peak anterior de 1999, según los números de la Oficina del Censo.

Los hogares blancos no-hispanos, afroamericanos y de origen hispano, todos han experimentado un aumento de los ingresos. Mientras tanto, el número de personas pobres bajó en 2,5 millones durante el mismo período.

En su discurso de asunción al poder en enero, Donald Trump dijo que estaba asumiendo la presidencia después de un período de "carnicería estadounidense", mientras que se comprometía a recuperar las fortunas de la clase media del país.

Los datos de ayer sugieren, sin embargo, que mientras una historia de estancamiento a más largo tiempo es genuina para amplios sectores de la población, hubo un brusco cambio en el crecimiento de los ingresos post-inflación en los años finales de la presidencia de Obama.

"Si se mira a 2015 y 2016, las cosas se ven razonablemente saludables", dijo Michael Strain de American Enterprise Institute. "Eso no significa que si miramos a un arco de al menos 20 años no tenemos algunos desafíos estructurales bastante serios a largo plazo que enfrentar", agregó.

Avances históricos

Los cambios metodológicos de la Oficina del Censo hacen más difícil hacer comparaciones directas con las cifras previas a 2013, pero los números sugieren que muchos hogares fueron capaces de recuperar las pérdidas sostenidas durante la recesión gracias a la recuperación de trabajos, que impulsaron el desempleo por debajo de 5% el año pasado.

Desde 2014, el ingreso medio de los hogares aumentó 8,5% en términos reales, o US$ 4.600. Eso significa que el ingreso de un hogar típico creció más entre 2014 y 2016 que en cualquier período de dos años desde los '60, según el Center on Budget and Policy Priorities.

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